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GRAN BUENOS AIRES - ALTE. BROWN volver a
gran buenos aires

HISTORIA

   

 Del Virreinato al sistema municipal

La población y urbanización de la Provincia de Buenos Aires se produjo como la marea, a partir de un punto de origen, que fue la ciudad de Buenos Aires. Desde este primer núcleo urbano se fueron expandiendo los primeros pobladores, alejándose cada vez mas de la ciudad. Las tierras, despobladas o en manos de los aborígenes fueron entregadas por el gobierno colonial como premios o regalías a particulares y sacerdotes. De esta forma se inició el proceso de asentamiento en pequeños núcleos satélites de la ciudad. Este sistema de población corresponde a la zona más inmediata a la ciudad, donde los indios pampas primero y araucanos y mapuches después no llegaban en forma permanente. La frontera entre la indiada y el criollo, se ubicaba en el Río Salado. La forma de colonizar era por medio de fuertes, que protegían a los primeros pobladores o “pioneros”.

Nuestra zona en particular era una región de quintas y estancias, ya sea para recreación, producción de alimentos en granjas o cría de ganado vacuno y ovino. Las industrias se incorporaron muy posteriormente como consecuencia de la manufactura de los elementos que se producían.

La vida social estaba centrada en el culto católico, centro de reunión de las familias de la época. Por este motivo los templos fueron casi siempre las primeras edificaciones que se realizaron en común, con el aporte de los pobladores; teniendo su origen en algún tipo de oratorio o capilla particular, usada por el resto de las familias. Los medios de transporte de la época consistían en el caballo y la carreta; recién a partir de 1865, con el Ferrocarril del Sud, nuestra región comenzó a adquirir mayor auge e impulso.

En cuanto al aspecto administrativo, su evolución fue pareja con la evolución política de nuestro País. Lentamente se fue adaptando el viejo sistema virreinal hasta llegar a nuestro actual sistema democrático. Durante este proceso, la municipalidad, como primer escalón de la forma de gobierno, fue tomando diversos aspectos, desde un cuerpo colegiado, de tres a cinco miembros con funciones judiciales y policiales, hasta un cargo unipersonal (el intendente), con funciones ejecutivas. Esta génesis del sistema munici­pal, la expli­ca Ortega, en la Historia de Buenos Aires, de la siguiente manera:

"... En el aspecto división de nuevas regiones de la campaña bonaerense, se tienen evidencias claras de su necesidad, por las frecuentes resolu­ciones adoptadas en casi todas ellas, algunas de gran importancia.

    En general, se observa la finalidad de trazar PARTIDOS. Partidos, como unidades administrativas primarias, regidas por las comunas o municipa­lidades.

    Así, en las décadas iniciadas en 1860 y en 1870, se observa la culminación de una tendencia mani­festada ya bajo el gobierno de Pastor Obligado: la de erigir como base, como célula primaria organizadora, el municipio (hasta llegar a la Ley Orgánica de las Municipalidades, mas sus reformas que prácticamente llegan hasta hoy 1977). ..."

En lo que respecta a Almirante Brown, sus tierras formaron parte del Curato de la Magdalena, del Partido de Quilmes y San Vicente, del Partido de Barracas al Sud y por último del Partido de Lomas de Za­mora

Ortega, Exequiel. Historia de Buenos Aires. Buenos Aires. Plus Ultra. 1978

En el año 1862, el Sr. Esteban Adrogué, importante comerciante del vecino Pueblo de la Paz (Lomas de Zamora), compra gran parte de la tierra, de lo que es el casco urbano de la localidad a Tomás Paredes, con el fin de establecerse.

Por este motivo manda plantar árboles frutales en una amplia zona.

Años mas tarde inicia la construcción de dos edificios; uno para habitar con su esposa y sus hijos solteros y otro para sus dos hijas casadas, Dolores y Sofía. Estas primeras construcciones de Esteban Adrogué fueron conocidas con el nombre de Hotel “La Delicia” y “La Cucaracha”. El primero  ocupaba las manzanas donde ahora está el Colegio Nacional Almirante Brown y fue demolido a  fines de la década del ’50. El otro, “La Cucaracha”, hoy es edificio histórico, sede de la Secretaría de Educación y Cultura de la Municipalidad de Almirante Brown.
 

 

Estas casas no ocupaban  toda la propiedad. Con las tierras restantes, Esteban Adrogué decide formar un pueblo con un trazado original, determinando los lotes en que se podía construir las plazas, calles y ubicación para los principales edificios públicos que iban a ser necesarios. Encarga el diseño de este pueblo al arquitecto Canale y realiza un remate para vender los lotes. Acerca del día del remate podemos citar a César Adrogué, que lo describe así:

"... El domingo 29 de septiembre de 1872, corrió el primer tren expreso entre las estaciones Consti­tución y Adrogué, conduciendo a los primeros pobladores y propietarios del futuro pueblo especialmente in­vitados por el famoso martillero señor don Adolfo Bullrich...

... En el mismo centro de la actual plaza, en donde se levanta la hermosa estatua del Almirante Brown, se había colocado una amplia carpa... [para la comida] ...se había delineado sobre el terreno el trazado completo del nuevo pueblo; banderas y millares de gallardetes indicaban el rumbo de las calles y grandes avenidas, y sobre postes fijados en el suelo habíanse clavado pequeñas chapas de zinc con el número y me traje del lote que correspondía al plano. ...

... El importe de los lotes de tierra vendidos ese día, alcanzó a la importante suma de 160.055 pesos moneda corriente, actuando como escribano en las diversas transferencias, el señor Pedro Deagustini, quien también pecó en ese mismo acto haciéndose propietario. ..."

  Por iniciativa del Sr. Adrogué solicitan al Ferrocarril del Sud que incluya una parada en el nuevo asentamiento, ya que la más próxima era la Parada Burzaco. Siguiendo la costumbre de la época, Esteban Adrogué compra una fracción de terreno cercana a las vías al Sr. Manuel Fernández y la dona a la empresa del Ferrocarril del Sud, en el año 1871. Solicita también que se le imponga el nombre de Almirante Brown, pero esto no pudo ser posible debido a la existencia de otra estación con ese nombre, quedando como ESTACIÓN ADROGUÉ, de acuerdo a la costumbre de la em­presa de poner el nombre del donante.

Agrupándose con los vecinos que poblaban el territorio hasta el Partido de San Vicente, solicitan al Gobierno de la Provincia de Buenos Aires que se modifiquen los límites del Partido de Lomas de Za­mora, al cual pertenecían, creando un nuevo Partido de nombre Almirante Brown, con el pueblo cabecera en el nuevo asentamiento. El contenido de la nota enviada podemos leerlo en el libro de Cesar Adrogué, cuyos párrafos más salientes son los que siguen:

 

"Quilmes julio 13 de 1872

Excelentísimo Señor Gobernador

Los que suscribimos por sí y demás vecinos situados en los confines de los Partidos de Quilmes y San Vicente, al Oeste del

primero y Norte del se­gundo, tocándose ambos por una línea de Sur a Norte. Lindando por esta parte con los terrenos del Pueblo de la Paz, en las Lomas de Zamora.

...siendo más y más premiosa la necesidad que sentimos de tener un punto inmediato donde poder ocurrir al lleno de nuestras principales necesida­des, con un centro de autoridad que promueva la creación de un Templo Católico, Escuelas y demás concerniente a nuestro bienestar y de la sociedad en que vivimos, desde que, distamos del Pueblo de Quilmes cuatro leguas y del de San Vicente doble distancia...

 

Casas Calles

Adrogué, César. Notas Históricas las comunas de Lomas de Zamora y Almirante Brown (Adrogué). Buenos Aires, noviembre de 1911.

Biografía de Esteban Adrogué

 

 

Esteban Adrogué nació en 1815, durante su juventud se nutrió con la admiración por aquellos pioneros de la Armada que con “nada” lograban ganar grandes batallas para la causa nacional. Recordemos que en esa época no existía la radio, la televisión ni Internet, ni siquiera teníamos fútbol. Ese puñado de extranjeros que exponían sus vidas por la causa de la patria eran los mayores héroes de la época. Llegado el momento de poner un nombre a su “creación”, Adrogué decide homenajear a sus héroes de ju­ventud, no sólo al Almirante Brown, sino también a quienes combatieron junto a él; Leonardo Rosales, Francisco Drummond, Félix César Fournier, Tomás Espora, Nicolás Spiro, Somellera, Enrique Sinclair y muchos más. Como curiosidad podemos decir que Sinclair falleció a los 99 años en 1904, un año mas tarde que Esteban Adrogué, siendo el último sobreviviente del Combate de Juncal. Nicolás Spiro muere a los 80 años, en 1866, en Morón donde vivía.

Comenzando el Siglo XXI, tal vez sería momento de recordar a Esteban Adrogué, no como el generoso patriarca de blancos cabellos, sino como el joven Esteban, aquel que ponía sus ideales y su mirada en un puñado de extranjeros que creyeron

en la causa de la Independencia y en la Patria, a la que defendieron y formaron, a quienes Esteban Adrogué entregó su corazón a la hora de fundar la Patria Chica, para que nos guíen, y a más de 150 años nos muestren el camino posible de los ideales y el he­roísmo, lejos de la soberbia y el egoísmo que a veces parecen dominar nuestra realidad.

Una síntesis biográfica de Esteban Adrogué podemos encontrarla en el Nuevo Diccionario Biográfico Argentino de Vicente Cutolo, que expresa lo siguiente:

 "... Comerciante. Nació en Buenos Aires, el 2 de septiembre de 1815. Fueron sus padres don José Ramón Adrogué, valenciano, que se radicó en el país a comienzos del siglo XIX para ejercer el comercio y doña Petrona Portela. Huérfano a temprana edad, quedó al cuidado de su madre, quien se consa­gró por entero a su educación. Adquirió conocimientos generales, estudió en la Universidad y prefirió los clásicos latinos.     Intervino en la vida cívica, y des­pués de dedicarse al comercio en el ramo de suelas, tuvo a su cargo obras públicas como el puente Valentín Alsina, sobre el Riachuelo. Figuró entre los primeros propulsores del alumbrado a gas y electricidad en Buenos Aires. Por su iniciativa se pavimentaron muchas calles de la ciudad, y fundó el Hotel "Pro­vence", en 1854. Junto con Jorge Atucha, Mariano Saavedra y Jorge Iraola fundó también, en la Plaza de las Artes, en 1856, el Mercado del Plata, que fue derribado hace pocos años. Poseyó en Lomas de Zamora una hermosa quinta que construyó sobre la manzana de terreno que formaba parte de la chacra de su primo Francisco Portela, y que este le cedió. Se llamaba "Los Leones" por las estatuillas que adornaban la entrada, cuyo proyecto estuvo a cargo de sus íntimos amigos, los arquitectos Canale, en 1858. En 1861, fundó el Partido de Lomas de Zamora, (Prov.de Bs.As.). Respondieron a su iniciativa las gestiones realizadas por los vecinos de Quilmes y San Vicente para obtener la creación de un nuevo pueblo, y un nuevo partido en los deslindes de esos distritos. Accediendo a tales gestiones, el Go­bernador Mariano Acosta, aprobó, en marzo de 1873, la traza proyectada para el pueblo, al que denominó Almirante Brown..... Donó tierras para oficinas, Municipalidad, Plaza principal, y en ella, levantó la estatua del Almirante Brown. Murió el 25 de marzo de 1903.... Se había casado con doña Isidora Amestoy. ..."

 

A esto podemos agregar, que tuvieron varios hijos, de los cuales sobrevivieron cinco. La mayor Adela, se casó con Antonio Payró; Sofía con Fortunato Martínez; Dolores, con Rafael de Olazabal; Julia con Wenceslao Tello y por último, el único varón, César Adrogué, casado con Laura Gaviña.

Dedicado al comercio, las propiedades y la construcción, con motivo de la creación de la ciudad de La Plata, fue convocado por el Ministerio de Gobierno Provincial para que, junto a Julio Dantas y Aurelio Berro, se hicieran cargo de la edificación de varios edificios públicos, entre ellos la Casa Municipal y el Departamento de Policía.

Al producirse su fallecimiento el 25 de marzo de 1903, es enterrado en el Cementerio de La Recoleta. Posteriormente sus restos fueron trasladados por sus familiares a la Iglesia San Gabriel, de acuerdo a su última voluntad, donde permanecieron hasta 1969 en que este edificio fue demolido, produciéndose un debate que dio como resultado un nuevo traslado de la urna, esta vez para su definitivo descanso en el centro del Pueblo que fundara, adentro del Monumento que se erige en su memoria


 

 

Biografía del Almirante Guillermo Brown

 

El almirante Guillermo Brown, nació el 22 de junio de 1777 en Foxford, Irlanda. De muy chico perdió a su madre y junto con su padre inmigraron a Es­tados Unidos, perseguidos por ser de religión católica. Es en este país que inicia su carrera como marino ingresando como grumete. Su vida llena de peligros y de coraje es claramente relatada por el historiador Destéfano como sigue:

 

 

“...  También la vida en esa época era difícil y algunas veces se ha acusado al almirante Brown de ser contrabandista. Todos los marinos de origen sajón de esa época lo eran; por una sencilla razón, porque Inglaterra tenía una flota mercante que era varias veces superior a las de todas las otras naciones del mundo juntas, es decir, sus naves de comercio marítimo iban a todos los puertos del mundo y, por otra parte, lo hacían bien provistos de productos manufacturados para comerciar, especialmente textiles. Los ingleses, portugueses y holandeses comerciaban donde los dejaban o lo hacían en forma ilegal. Lo mismo sucedió en el Virreinato del Río de la Plata, donde podemos decir que, si bien por el monopolio, había un régimen muy restringido del comercio, debido al contrabando y desde fines del siglo XVII, casi podría decirse que teníamos comercio libre.

Las damas del Río de la Plata se vestían con las mejores telas de Londres de todas las épocas y el contrabando fue permitido o tolerado.

En la marina mercante los grados de oficial se obtenían con mu­chos años de experiencia y demostración constante de capacidad. El almirante Brown, a los 19 años, tenía patente de capitán mercante, por lo cual podemos decir que era un hombre sumamente capacitado para el mar.

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Brown vivió en el mar permanentemente y se forjó como marino en la mejor escuela de su tiempo. Estuvo en la marina mercante norteamericana y fue tomado prisionero por los ingleses e incorporado a sus dotaciones. La escuela de mar de los ingleses era dura, pero la que mejor capacitaba a los mari­nos de la época. Por entonces, un genio de la guerra en el mar era el adalid de la real Armada Inglesa y se llamaba Horacio Nelson. En esa escuela aprendió Brown a ser mejor marino y a combatir. Sus adversarios fueron españoles y franceses.

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En uno de sus viajes a Inglaterra, y en un puerto de mar, conoció a don Tomás Chitty, que lo invitó a su casa por la simpatía natural del joven marino. Chitty tenía una hija: Elizabeth. Cuántos problemas tenían estos dos jóvenes que se vieron y se quisieron quizás con la primera mirada! Ella era protes­tante e inglesa; él era irlandés y católico. Cuánto debía valer Brown para que esa familia, que además era de la nobleza, accediera a tomarlo en su seno! Todo se superó; se casaron, demostrando una gran amplitud de criterio para la época, en materia religiosa, lo hicieron en dos iglesias, una católica y otra protestante, un 29 de julio de 1809. Ella quedó en Inglaterra mientras él seguía haciendo navegaciones. En 1810 nació su primera hija, llamada Elisa. El convenio de los esposos establecía: "nuestras hijas: protestantes; nuestros hijos: católicos" y lo cumplieron.

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El almirante Brown era muy exigente con sus capitanes y con las tripulaciones, porque tenía que imponer una disciplina férrea y además porque quería que todos estuvieran a su altura. Entre todos sus jefes sólo una media docena gozaban de su entera confianza.  Ellos fueron Rosales, Espora y Seguí, los héroes de Quilmes los dos primeros, el de Juncal el último. A ellos siempre los distinguió y esos tres grandes marinos fueron los que condujeron a los demás marinos criollos. A través de ellos se transmitió el espíritu browniano a nuestra Armada. ...

Durante mucho tiempo fueron motivo de debate dos aspectos de la vida del almirante; su vinculación con el comercio de esclavos y la documentación acerca de la fecha exacta de su arribo a nuestras costas.

Acerca del primer punto el historiador Pablo Arguindeguy expresa lo siguiente:

 

 “...  También la vida en esa época era difícil y algunas veces se ha acusado al almirante Brown de ser contrabandista. Todos los marinos de origen sajón de esa época lo eran; por una sencilla razón, porque Inglaterra tenía una flota mercante que era varias veces superior a las de todas las otras naciones del mundo juntas, es decir, sus naves de comercio marítimo iban a todos los puertos del mundo y, por otra parte, lo hacían bien provistos de productos manufacturados para comerciar, especialmente textiles. Los ingleses, portugueses y holandeses comerciaban donde los dejaban o lo hacían en forma ilegal. Lo mismo sucedió en el Virreinato del Río de la Plata, donde podemos decir que, si bien por el monopolio, había un régimen muy restringido del comercio, debido al contrabando y desde fines del siglo XVII, casi podría decirse que teníamos comercio libre.

Las damas del Río de la Plata se vestían con las mejores telas de Londres de todas las épocas y el contrabando fue permitido o tolerado.

En la marina mercante los grados de oficial se obtenían con mu­chos años de experiencia y demostración constante de capacidad. El almirante Brown, a los 19 años, tenía patente de capitán mercante, por lo cual podemos decir que era un hombre sumamente capacitado para el mar....

Con respecto a su arribo al Río de la Plata, el académico Pablo Arguindeguy, después de una intensa búsqueda sobre documentación que respaldara las anteriores teorías del historiador Humberto Burzio, dio con los mismos, que permanecían archivados bajo una catalogación incierta, desde el momento en que lo hiciera Angel Carranza, concluyendo lo si­guiente:

 

"...  Lo que sí podemos hoy documentalmente afirmar es que Brown se halló en el Plata a principios de octubre de 1811, y en Buenos Aires a fines de ese mes, principios de noviembre, insertándose en la novedad del cambio de gobierno y otros hechos históricos conocidos. Que su primer acto aquí fue el de vender al gobierno patriota un lote importante de pertrechos de guerra y que el resultado de esa venta, mas lo que pudo obtener de los rezagos de su buque, constituyeron un capital apreciable que le facilitó la compra de una embarcación para constituirse en naviero del Plata, la adquisición de un terreno y la erección de su hogar en él, con la radicación de su grupo familiar.

La pérdida del buque lo aferró a Buenos Aires. Lo afirmó aún mas su labor marinera mercante posterior, la que además lo hizo conocedor del río. Sus escaramuzas con la Real Armada por motivos tan particulares como pa­triotas, le dieron fama. De la sumatoria de esas circunstancias ocasionales, mas algunas que permanecen ocultas, salió su designación como comandante en jefe de la escuadra de marzo de 1814, y todo su posterior sino de héroe. ...

 

Alejado de las batallas y dedicado a la vida familiar en su chacra de Barracas, nuestro Héroe Guillermo Brown fallece en 1857.

 

Localidades que conforman el  Partido de Almirante Brown

 

La Municipalidad de Almirante Brown está formada por 11 localidades, que son: Adrogué, Burzaco, Rafael Calzada, Claypole, Glew, Longchamps, Malvinas Argentinas, Mármol, Ministro Rivadavia, San José y Solano. Durante el proceso de gestación del Partido de Alte. Brown, estas localidades estaban habitadas por algunos pobladores, que igual que Almirante Brown iniciaron su vida ciudadana en torno al ferrocarril ayudados por el empuje de algún benefactor que inició los loteos de la tierra para que más gente se afincara en la región, produciendo sus propios edificios, monu­mentos y creando las instituciones de bien público que habría de congre­garlos.

 

Burzaco

Burzaco era en sus inicios una zona de casas quintas, tambos y culti­vo de frutales. Con el paso del tren las primeras familias, entre ellas, los hermanos Francisco y Eugenio Burzaco, donaron las tierras para las vías y la Parada Burzaco, que se encontraba cerca de la actual barrera de 9 de ju­lio. Este acontecimiento es tomado como el inicio del pueblo el 14 de agosto de 1865, cien años mas tarde, en 1965 es declarada ciudad por el importante crecimiento demográfico.

La calle Roca era entonces el centro del pueblo viejo, allí se encontraban las edificaciones más antiguas, como la casa del Comandante Prado, quien en 1907 fecha su libro “La Guerra al Malón”; o el Club de Pelota, donde el vasco “Sardina” inventa la paleta de madera, con las tapas de una caja de kerosene, jugándose por primera vez la pelota-paleta.

Numerosas instituciones y clubes se fueron formando en el pueblo, ayudando a su crecimiento, nucleando a la gente interesada en el progreso moral y material. De esta forma se fueron realizando obras de asfalto, iluminación, hidráulica. Al mismo tiempo se fortaleció la educación y el deporte. En 1935 se funda la Universidad Popular de Burzaco, para ayudar a la for­mación de los jóvenes que terminaban sus estudios primarios, la misma funcionaba en la Escuela Nº3, lamentablemente la iniciativa no prosperó en el tiempo.

La primer Biblioteca Popular Mariano Moreno formada por la Socie­dad Cosmopolita abre sus puertas en 1916, siendo actualmente un importante centro de divulgación, junto a la Biblioteca Escolar de la Escuela Nº3, de formación más reciente.

El Monumento a la Bandera tiene un capítulo aparte, ubicado en el centro cívico de la ciudad. 

A principios del Siglo XX, se constituye la comisión pro templo , se coloca la piedra fundamental el 20 de febrero de 1905, bendecida por Monseñor Terrero, Obispo de La Plata. La construcción fue casi  en su totalidad realizada con la contribución de la feligresía, alentados por la presidencia de la comisión pro templo que ocupaba la Sra. Genoveva S. de Molina. Cuatro años mas tarde estaba concluida la gran obra, inaugurándose solemnemente el 2 de febrero de 1909, el día de La Candelaria. En la ceremonia actuaron como padrinos el Dr. Amenedo, en representación del Dr. Yrigoyen y como madrinas, las señoras de Molina, de Burzaco,  de Onagoyti, de Gonzalez y de Schweinter.

 

Rafael Calzada

De todas las localidades del Partido, ésta es la única que tiene una verdadera fecha de fundación, ya que se labró un acta y se colocó la piedra fundamental. Este se debe al Dr. Rafael Calzada, abogado asturiano que llegó a la Argentina en 1880 e hizo de Rafael Calzada su pueblo, impulsando la primera Sociedad de Fomento y colaborando en todo para el progreso de la localidad; ocupó el cargo de Diputado en España, regresando a “su pueblo”, donde fallece en 1929. El Dr. Calzada estaba casado con la hija del Presidente del Paraguay Celina González Peña, quien fuera la madrina en la colocación de la Piedra Fundamental en la Plaza 25 de Mayo el 18 de ju­lio de 1909, junto a Vicente Blasco Ibañez.

En 1917 se instalan en el pueblo los Misioneros del Verbo Divino, que brindan mayor impulso junto a las entidades de Bien Público,

como centro espiritual y cultural. Ellos emprenden la construcción de la parroquia de la Santísima Trinidad, hermoso edificio que teniendo como modelo el estilo imperio que tuvo vigencia en Alemania desde la mitad del siglo XIX, combina los elementos de la arquitectura románica y de la gótica, empleando materiales de nuestra época. Así, la estructura general nos recuerda al templo románico; las torres, las agujas terminales, los vitrales y los techos de pizarra a los templos góticos. El plano y todos los detalles arquitectónicos fueron diseñados por el Padre Juan Beckert, quien había realizado el plano y el diseño de la actual Basílica del Espíritu Santo en la Capital Federal. Su construcción fue encargada al Sr. Juan Fogeler, que luego levantará la So­ciedad de Fomento y el Convento "Regina Apostolorum".

El historiador Negidio Storti, realiza la siguiente síntesis de aconteci­mientos importantes de la localidad:

 

“... En 1924, un grupo de vecinos deja constituida la Sociedad de Fomento local, siendo elegido presidente el Dr. Calzada. Otro hito importante es el 5 de noviembre de 1929 donde reciben sepultura en el cementerio local, los restos de Calzada. En el 31 se inicia la construcción de la Iglesia de la Santísima Trinidad... En el 32 la Sociedad de Fomento inaugura un local en la Av. San Martín, siendo presidente de la C.D., Francisco Palat. En el 33, se inaugura un busto en homenaje a Rafael Calzada, en la plazoleta ubicada frente a la estación. En el 35 tiene pleno funcionamiento el tranvía entre la Es­tación de Mármol y Martín Arín, siendo su recorrido prolongado hasta el Ce­menterio local. Ya en el 36, fue inaugurado el nuevo edificio de la Escuela Nº54, bajo la denominación de Francisco Pico. ... En el 62 se crea la Delegación Municipal y la Biblioteca Félix Frías. En el 66 se inaugura el Arco de Bienvenidos sobre la Av.San Martín y República Argentina. ...En el 68 quedó for­mado el Club de Leones bajo la presidencia de Francisco Fernández. ...”

 

Hacia 1960, cuando desde la Madre Patria, llegaba al país la GRAN MISION DE BUENOS AIRES. La palabra llegaba  al  barrio donde  hoy funciona la “Capilla del Señor”. La primeras celebraciones se hicieron en un galpón de la ex-fábrica de chapa de cartón de la Av. San Martín al 2.300, donde hoy funciona una forrajería. Fue la Señora de Amadeo, dueña de los terrenos de la zona, quien donó un lote para la nueva sede, allí se colocó la piedra fundamental que actualmente se halla entre la construcción vieja  y el nuevo templo. La campana  y los bancos fueron donación de la feligresía de San Gabriel.  El 7 de Abril de 1963 el obispo de Avellaneda, Monseñor Podestá, bendijo el edificio.

El proyecto original del  edificio fue ideado por el Ingeniero D’Apice y el arquitecto Campos, quienes decidieron realizar una nave libre de 15 m de lado, con el presbiterio fuera. Esta capilla tiene una capacidad aproximada de 350 personas, al que se le debe agregar el amplio atrio sostenido por cuatro columnas.

El 21 de agosto de 1985 fue llenado el imponente techo de hormigón a cuatro aguas, cuya altura máxima es de siete metros, ésta tarea fue dirigida por el constructor italiano Dubini y solventada en gran parte por los Cristianos  de Advenia, Alemania, que permitieron también la construcción de la casa parroquial adyacente.

En diciembre de 1992 se inaugura el pavimento sobre la calzada de la calle del templo.

Acerca de Francisco Fernando Fernández, podemos decir que como el Dr. Calzada, “tomó la posta” para llevar adelante la ayuda solidaria y el progreso del pueblo. Siendo reconocido por todos los habitantes de Calzada en agradecimiento levantaron en la Plaza (frente a la estación) un Mo­numento a la Amistad (1992) que lo honra y recuerda para las generaciones futuras.

 

Claypole

Las tierras que actualmente son la localidad de Claypole, fueron en un principio adquiridas por los franciscanos para instalar allí una granja que proveía de alimentos frescos al Convento de Capital. Con el correr de los años fue adquirido por la familia Obligado, hasta que en la época que pasa el ferrocarril, Julia Obligado se casa con Pedro Claypole, quién dona las tie­rras para la Estación, llevando así su nombre. El paso del primer tren, como en casi todas las localidades es tomado como inicio del pueblo: 15 de abril de 1880.

Entre los primeros pobladores encontramos a Félix de la Cruz, Anto­nio y Plácido Obligado, Nicolás Contreras, Juan Pardiñas, Juan Lacaze.

La primera escuela comenzó a funcionar en 1906 en la casa de la señora Hebbel, con el nombre de “Escuela Ejército de los Andes” y más tarde en casa de la familia Baile, hasta que se construyó su actual edificio el 19 de abril de 1945; su primera maestra fue la Sra. De Vázquez.

En 1935 se instala el Pequeño Cottolengo Argentino, que se fue transformando en el centro de la caridad y ayuda cristiana, así como en un lugar de enseñanza y progreso. En torno a la Parroquia Ntra. Sra. De Luján se desarrolló y continua en nuestros días, una importante tarea evangeliza­dora y educativa, fruto del trabajo y la incansable lucha del Padre Ré, de la Obra Don Orione.

La firma Furst-Zapiola y Cía. donó los terrenos para la construcción de la Escuela Nº10, la Comisaría, la Sociedad de Fomento, el Correo y la Delegación Municipal.

 

Glew

Estos parajes eran a mediados del siglo XIX, zona de estancias y chacras, podemos nombrar como habitantes de este lugar a Manuela Leyes, Cayetano Silva, su esposo, Manuel Correa, Marcelino Bustamante, Santiago Rodger, entre otros. Son los herederos de este último los que en 1858 venden a Juan Glew una estancia que abarcaría lo que hoy llamamos el casco histórico. Al morir Juan Glew en el año 1880, sus hijos dividen y venden parcialmente las tierras, con lo que empieza a perfilarse un pueblo. En 1888 se conoce el lugar como Pueblo Cambáceres en uno de los remates, pero el nombre que quedó finalmente fue el mismo que en 1865 diera el Ferrocarril del Sud a la Estación GLEW, ya que en dicha estancia se encontraba.

  A principio de siglo, los esposos Jacinto Calvo y Vicenta del Castillo, encabezan la comisión para edificar el templo. Al poco tiempo doña Vicenta fallece y sigue adelante con la tarea el matrimonio Ezeiza, llegando final­mente a concluir la obra en 1906, poniéndola bajo la advocación de Santa Ana, Madre de María. Este templo fue convertido en Parroquia, en 1930.

La construcción del templo fue encargada al constructor don Pablo Regazonni. Es un rectángulo severo y  monótono, de 23 m. de largo por 8 m. de ancho. Seis claraboyas se abren sobre los costados, cubiertas por cristales azules y blancos. En las paredes internas hay arcos de 5m por 3m. limitadas por pilastras, donde años más tardes se pintaron los murales.

Adosada al atrio de 2 m. por 9m., se alza la fachada de reminiscencias neoclásicas que se cierra en un tímpano con un rosetón de cristales policromados. Su estructura de ladrillos rojos está rematada por una españada con su campanil místico en el centro, tiene techo a dos aguas con el interior abovedado. El altar se encuentra separado de la nave por una baranda  de hierro. Alrededor de 1950,  fue embellecida por el artista plástico Raúl Soldi, quien pintó una serie de frescos que retratan la vida de la Santa rodeada del paisaje de Glew, logrando una combinación admirable entre el paisaje de su “querido Glew” y la devoción religiosa.

  Glew es a partir de 1975 Ciudad, pero sigue conservando en sus entrañas el viejo espíritu del pueblo, la solidaridad y el conocimiento entre los vecinos. Conservando sus lugares y sus costumbres para que las gene­raciones venideras puedan ver en el ejemplo de los pioneros un camino ha­cia el futuro.

 

 

Longchamps

Esta localidad debe su nombre a un Hipódromo homónimo de Fran­cia, en el que la  Sociedad Hípica de Lomas de Zamora se ins­piró cuando habilitaron la pista de carreras de caballo. Al iniciarse la afluencia de gente por este motivo, vieron la necesidad de poner una parada a la vía ferroviaria, donando los terrenos y creando la Estación Longchamps, esta fecha es tomada como la de fundación del pueblo: 10 de agosto de 1910. Una pelea entre apostadores termina con el incendio total de las instalaciones, quedando el campo abierto, que tiempo después, fue utilizado por el Aviador Henry Bregui para despegar desde allí y realizar el primer vuelo mecanizado de Sudamérica, hecho que motivó que a Longchamps se lo conozca 

como la “Cuna de la Aviación Sudamericana”

El 16 de octubre de 1931 por iniciativa del párroco de Burzaco, Padre ramón Bauxauli, se forma la comisión de damas pro templo que debía recaudar fondos para erigir una capilla en el pueblo de Longchamps. El terreno para emplazar la obra había sido donado por el sacerdote salesiano Padre Adolfo Tornquist, ubicado entre las calles Gobernador Arias, Bolívar, Belgrano y Alsina. La primera comisión estaba presidida por la Sra. María Arias de Lascano, y la secundaban las Sras. Elena R. de Burgwardt, Otilia R. de Ques, Margarita P. de Rodríguez Anido, Magdalena M. de Tieghi, Lily B. de Schroeder, María L. de Gassiebayle, Carlota M. de Maderna, Julia M. A. de Faga, Laura C. de Girotti, Victoriana V. de Regazzoni, Crispina O. de Avila, Leocadia F. de Snobohm, María A. de Berham, Dorotea R. de Lasca­no, María B. de Ramírez, Yeny K. de Pffeifer e Ida P. de Blanco.

Al año siguiente, el 18 de diciembre de 1932, se llevó a cabo la ce­remonia de colocación de la piedra fundamental bendecida por Monseñor Dr. Juan P. Chimento y siendo los padrinos el Dr. Abelardo Ibañez, la Sra. Florencia Tornquist de Castex, la Sra. María Laplacette de Gassiebayle y el Sr. Martín Tornquist. Durante la ceremonia se llevó a cabo una misa de campaña y se nombró al futuro templo bajo la advocación de la Virgen de Luján.

  La terminación del templo es recién en el año 1941, nueve años después de la colocación de la piedra fundamental. El primer casamiento registrado es el del año 1940, entre el Sr. Paulino Carlos Támola y la Srta. Rosaura Amanda Rivera. El primer bautismo, el 29 de julio de 1941, es el de la niña María Elena Gusetti. En el año 1942 se imparten por primera vez las confirmaciones.

 

Malvinas Argentinas

En 1976, por el Decreto Nº 74, la Municipalidad de Almirante Brown denomina a este Barrio como Malvinas Argentinas, reemplazando así, al primitivo de Loma Verde. Los años produjeron un gran incremento de la po­blación que motivó a darle la categoría de localidad e instalar una Delega­ción Municipal, esto sucede el 1 de diciembre de 1989, compartiendo con Solano el rango de localidades más jóvenes del Distrito.

El 11 de noviembre de 1995 es inaugurado el monumento a Soldado de Malvinas, ubicado en la Plaza Puerto Argentino, fue realizado por la Municipalidad de Almirante Brown a pedido  del Centro de Excombatiente del mismo nombre y  llevado a cabo en los talleres del Museo Sempere de Burzaco. Sus autores son los escultores: Ruben Garcia Mele, Osvaldo Scaminacci, Jacinto Elorza y Oscar R. Rivera.  

 

José Mármol

Como ocurre en el resto de las localidades era al principio una zona de chacras y quintas, que se extendía como una prolongación de Adrogué, hasta el día que el paso del ferrocarril le dio una estación. Fue nombra­da por la empresa José Mármol, dándole así una entidad, un nombre y una fecha de fundación: 4 de enero de 1884, fecha en que se concluyó la cons­trucción.

Si existe una familia que se destacó fue la familia Arín. En 1958, el Diario La Opinión realiza un reportaje a Julio Arín, periodista y político naci­do el 8 de marzo de 1898. Fue Secretario de la Biblioteca Popular del Muni­cipio, Concejal en 1929 y candidato a Senador Provincial en 1931, actuando como secretario del Consejo Escolar de 1930 a 1943. Fundador y director de La Opinión junto a Santiago Zicarelli, Raúl González Verzano y Federico Rodríguez Anido. En el reportaje expresa:

 

“... he participado también, durante largos años en el campo,  mu­chas veces agitado y apasionado de la política, pero lo he hecho con limpieza de procedimientos, con idealismo y buena fe, teniendo la satisfacción de no haber quebrado por la política, jamás, una amistad. ...”

Hacia 1953 comienza la obra de la construcción de una capilla  ubicada en la calle 25 de Mayo 860, “Nuestra Señora de Luján” cuya dirección y proyecto estuvo a cargo del Sr. Arq. Chapeaurouge y el maestro constructor Enrique D’Almonte. En 1955 concluyen parcialmente las obras que permiten el uso del Templo , y el 8 de diciembre de 1957 es erigida como parroquia por  decreto pastoral  de Excmo Sr. Arzobispo de La Plata Mons. Antonio  J. Plaza

 

Ministro Rivadavia

Se trata de la localidad más antigua del Partido de Almirante Brown, se calcula que los primeros pobladores se afincaron alrededor de 1830. Existía entonces un apeadero, que era el último de la zona “civilizada”, cuando se marchaba hacia el interior, donde se había establecido una posta y una ermita dedicada a Nuestra Sra. Del Tránsito. Este paraje era conocido también como Monte de los Chingolos o Monte Chingolo.

Después de la Batalla de caseros, dos oficiales de las huestes rosis­tas se afincaron en la región: don Francisco Paez y don Lucas Barbosa; también se instaló Bernardo Iturralde, de oficio panadero que ocupó el anti­guo edificio de la posta.

  En 1873 una comisión de vecinos inicia los trabajos para la cons­trucción de un templo que ocupe el lugar del primitivo oratorio. Al año si­guiente, el 7 de noviembre de 1874 se crea la Capellanía Vicaria de Nuestra Señora del Tránsito, dependiente del Arzobispado de Buenos Aires.

  El primer capellán vicario nombrado en 1874 fue el Presbítero José L. Pajares. La imagen de Ntra. Sra. del Tránsito que se venera en este tem­plo es una talla en madera policromada de aproximadamente un metro de altura, que se conserva de la época del oratorio primitivo.

La planta del  Templo tiene forma de  cruz latina; la nave principal y las laterales son las originales, siendo agregada posteriormente la sacristía y vivienda del casero. Los muros  son de manpostería revocada; tiene techo a dos aguas con cielorraso de madero sostenido por arcos, bóveda de cañón corrido. El coro es de madera y los pisos de mosaicos calcáreos.  

Una vieja disputa, se remonta a la fecha de la creación del partido, cuando los vecinos proponen a Ministro Rivadavia como pueblo cabecera, en lugar de Adrogué. Finalmente esa propuesta fue desestimada por la Gobernación en virtud de ser esta una localidad por donde no pasa el ferrocarril y que, para la época se encontraba aislada del resto del Distrito.

El nombre de Monte Chingolo fue cambiado por el de Ministro Riva­davia, en homenaje a Martín Rivadavia, nieto de Bernardino Rivadavia, que fue Ministro de Marina.

También en estos parajes, en épocas mas recientes, se instaló la im­portante comunidad japonesa con gran cantidad de viveros, porque sus tie­rras son óptimas para los frutales y las flores. Pese a mantener su fisono­mía de pueblo de campo, Rivadavia crece constantemente al ritmo de los nuevos tiempos.

 

San José

El origen de San José es la Estancia “San José” que perteneció a Guillermo Kraft, el dueño de la editorial, quien al fallecer deja todo a su mujer e hijos. Estos deciden realizar un loteo con las tierras y venderlas a pequeños pro­pietarios para que puedan edificar viviendas de bajo costo, es decir se trata del primer loteo para clase media y media baja que se realiza. Es impor­tante destacar que si bien la Quinta se encontraba sobre la calle Amenedo del Partido de Alte. Brown, las tierras se extendían mucho mas allá de éste, por lo que la localidad de San José se encuentra dividida, una gran parte para el Partido de Lomas de Zamora y otra para Almirante Brown.

Motivados por la gran extensión de terreno, el loteo y venta se realizó en diferentes etapas, el primero lo relata el arq. De Paula de la siguiente manera:

“... El 6 de septiembre de 1948, la Dirección de Geodesia de la pro­vincia aprobó el plano, correspondiente a la primera etapa del inmenso loteo  ideado por los Kraft; comenzaba así la historia del Barrio San José, y su prime­ra etapa era el sector delimitado en nuestros días, por las  calles Santa Cruz, Santa Ana, Garay y Eva Perón (ex Pasco).

    El domingo 12 de diciembre de 1948, puede considerarse como la "fecha natal" del Barrio San José; en ese día el martillero Juan Borracchia(hijo) realizó el primero de los sucesivos remates, mediante los cuales se venderían mas de cuatro mil lotes, de diez metros de frente cada uno, por fondos diversos que, término medio, varían entre 30 y 50 metros, aproximadamente...”

Al año siguiente fueron aprobadas las otras etapas de la urbanización, que aún hoy continúa en pleno crecimiento, abarcando éstas la zona correspon­diente a Almirante Brown.

Para terminar transcribimos las características del barrio, tal como lo detalla De Paula, en sus inicios:

"... De aquellos años iniciales, aún se recuerdan personalidades de inquebrantable vocación de servicio, como el doctor Peirano, primer médico de San José; o la señora de Utges, primera partera, que tantas veces salió a atender alumbramientos en noches cerradamente oscuras, desafiando insegu­ridades y tormentas, que a veces le hicieron andar con el agua sobre los tobi­llos, e incluso trabajar así hasta dentro de viviendas anegadas. Otros vecinos que hicieron punta, fueron también el primer farmacéutico, Bergottini; doña Blanca que instaló el primer almacén; la señora de Laperchia que estableció la primera peluquería; y tantos otros que desde las obras de sus casas, o desde cualquier puesto de trabajo, integraban sus aportes al común emprendimiento de lograr una calidad de vida aceptable, para todos. ..."

 

San Francisco Solano

Esta localidad en realidad pertenece a una entidad más grande que se extiende en el vecino Partido de Quilmes. En 1975 se realiza la licitación de un Complejo Habitacional que recibió el nombre de San Fran­cisco Solano. Con motivo del incremento de la población el 1 de diciembre de 1989 fue declarado localidad y se instaló allí una Delegación Municipal, para evitar los desplazamientos hasta la vecina Calzada o Claypole en la realización de trámites y atender las necesidades de esta importante pobla­ción que crece día a día.


 


Fuente:

Tomado del sitio: http://www.brown.mun.gba.gov.ar/

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