Su Fundaci�n: El gobernador y
capit�n general del Tucum�n, Fernando de Mendoza Mate
de Luna, funda la ciudad de San
Fernando en el Valle de Catamarca, con pobladores de
Londres (primer asiento espa�ol
en la regi�n)" Catamarca" significa en quechua" pueblo
de la falda de la monta�a ".
El patrono de la ciudad es San Juan
Bautista, pero en toda la regi�n existe profunda
devoci�n por la Virgen del
Valle, - 5 de Julio del a�o 1683 -. El viajero que
circule por estas tierras
apreciar�, sierras selv�ticas, valles, gigantescas
salinas y disfrutar� de una multitud de
microclimas, desde los mas fr�os y secos hasta
los mas h�medos y lluviosos en cualquier �poca
del a�o.
Con
una superficie de 102.602 kil�metros cuadrados y una
poblaci�n de aproximadamente
210.000 habitantes, Catamarca limita con la Cordillera
de los Andes al Oeste, Salta,
Tucum�n, Santiago del Estero, C�rdoba y La Rioja. Hacia
el Norte, Catamarca est� cubierta
por monta�as y estrechas quebradas que se
ensanchan en amplios valles, contrastan las saleras
de Pom�n, una inmensa llanura alba que separa el
grupo andino del Aconquija. Los r�os
serpentean por este paisaje, casi todos ellos
nacen y mueren en la provincia, entre los m�s
importantes citamos el Colorado del Norte, el
Tinogasta, el Bel�n, el R�o del Valle y el Santa Mar�a.
La red caminera de la provincia de
Catamarca est� formada por 4600 kil�metros, algunos de
ellos pavimentados, otros
consolidados y el resto de tierra. Se conecta con la
Capital Federal a trav�s de la
ruta nacional 38. Los ramales ferroviarios cuentan con
aproximadamente 750 kil�metros de
trocha angosta. A�n hoy, se ven circular por los
tortuosos senderos serranos veh�culos de tracci�n
animal.
A menos de 30 kil�metros de su
capital se encuentra el dique Las Pirquitas una represa
reguladora que est� en condiciones de regar diez
mil hect�reas de sembrados, principalmente la
producci�n de hortalizas, que abastece al
consumo regional. La producci�n cerealera tiene como
principal cultivo, el ma�z. El olivo, tiene un lugar
preferencial, al igual que la nuez, el almendro y la
higuera. Los vi�edos son los l�deres, porque esta
tierra es tan pr�diga como h�biles sus cultivadores.
La copla infaltable para los
festejos del pueblo, resume en sus estrofas un canto
casi ceremonial: No hay planta como la parra, que da
frutos suficientes, : da vino, pasas y arrope, la
chicha y el aguardiente. Es una de las provincias m�s
ricas en yacimientos mineros, los pobladores dicen: "
Lo que no viene de arriba, ha de venir del suelo". La
tierra catamarque�a tiene para ofrecer, cobre,
esta�o, plata, oro, hierro entre
otros.
La literatura se ha visto
enriquecida desde el a�o 1875 en que Federico Espeche
publicara "La Provincia de Catamarca", otra publicaci�n
de Samuel L. Quevedo, "Londres y Catamarca", libro en
que por primera vez en la Argentina se escribi� la
palabra Folklore, en cuanto a la m�sica, est�
representada por grandes valores, entre ellos Polo
Jim�nez, autor de la recordada zamba "Paisajes de
Catamarca".
Un Para�so Tur�stico: Literatura
y paisaje se unen de una forma indestructible, cuenta
esta tierra con una singular belleza. La primera
experiencia para el viajero, si entra por el sur, es
encontrarse con huertos y naranjales, a medida que
avanza su capital de construcci�n de estilo colonial,
se destacan aqu� la Catedral en donde se realizan las
ceremonias en honor a la Virgen del Valle o La Morenita
como la llaman los pobladores. Luego la Gruta de Chaya
donde apareci� la Virgen, el Museo de Arte Religioso y
el Instituto Cultural Esqui�, aqu� se conservan
cer�mica y objetos distintos de la civilizaci�n
diaguita. El dique El Jumeal, poblado de pejerreyes, El
Rodeo con sus villas situadas entre arroyos. Bel�n se
ha constituido en el emporio del tejido regional, "la
ciudad de las hadas hilanderas"; entre e11� y 20 de
Agosto se produce la Fiesta Nacional del Poncho, all�
el turista conocer� las m�s ricas creaciones
art�sticas, adem�s de un amplio
repertorio de comidas regionales, su m�sica y danza.
Muchas otras tareas entrelazan la
vida del hombre catamarque�o y no es extra�o encontrar
en Catamarca regiones aldeanas, primitivas y comarcas
pujantes signadas por el progreso y la industria, ambos
sistemas se entrecruzan con eI fin
de proyectar un futuro de prosperidad.
Vengo desde Aimogasta
pa' Las Pirquitas.
Traigo una flor del aire
de la lomita
pa' la tinogaste�a
Ni�a churita. |
Cuando me vuelva
a mi pago
he de IIevarme
un ponchito . e vicu�a
echo en el valle. |