Recuerdo que a
mediado de los setenta comencé a concurrir a las peñas, primero fue
en el club al que asistía mi familia y que coronaba todos los meses
con el famoso paquetito, después
frecuentamos otras con un grupo de compañeros que a veces nos
reuníamos para actualizarnos, por lo general éstas eran con
orquesta, íbamos a las clases….En la escuela en la que trabajaba
como docente, nos llegó una circular para realizar el profesorado,
reuniendo ciertos requisitos, que me ayudaron en el estudio, luego
mi traslado a Misiones.
Teniendo la Dirección de Cultura comencé a preparar nuestras danzas
tradicionales, incluyendo lógicamente las de la región.:estaba en la
frontera paraguayo- brasilera, su influencia se hacía sentir. Les
comento que sobraban danzas nuestras, porque dadas las condiciones
del lugar y lo desconocido de las mismas no daba para más su
difusión la realizábamos haciendo intercambios culturales.
Después de algunos años regreso, me informo por el diario, buscando
Peñas, asisto medio desacostumbrada, me deslumbro al desfilar
famosos de nuestro folklore, conjuntos y solistas, éstas estaban
colmadas de turistas, por lo general no eran bailables, en algunas.
donde la música invitaba a ello, el animador apelaba al premio: la
famosa botellita de vino para el caballero que se anima a bailar:
casualmente me encuentro con un profesor, quien me puso al tanto en
el tema…..algunas se cerraron, se musicalizan con grabaciones, muy
bien dirigidas, que lógicamente abaratan los costos, concurro a una
de ellas, ¡Valga mi asombro!; por varios días me dolió la mandíbula,
porque, porque por todo lo que duró la peña quedé boquiabierta,
composiciones musicales que tradicionalmente escuchábamos, tenían
coreografía; creatividad y buen gusto, unidas a la perseverancia y
estudio de las mismas.
Cuando el Profesor Jorge Fernández me entrega La Revista Peñera le
comento de mis escritos, durante mi radicación en Misiones y
gentilmente me invita a escribir en ella; hoy le dedico a las PEÑAS
haciendo una reseña personal de las mismas , les confieso que
calculando mis años y los que me quedan de vida útil me es imposible
alcanzarlos, (aunque me llevase un profesor/a a casa): por eso es
que con todo respeto, cariño y humildad, vaya esto que llamo contar,
para Uds.; compañeros, amigos colegas, peñeros, porque se han
dedicado a algo que nos une en común y que hace algún tiempo traté
de realizar.
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡DIFUNDIR
NUESTRAS RAÍCES, DESPARRAMAR EL
ARGENTINÍSIMO FOLKLORE!!!!!!