Para
vos, ya no est�s� hace tan poco y a�n me llamas.
En el NE misionero muchas son las leyendas que
lo caracterizan; una de ellas es la de un p�jaro de peque�o tama�o;
plumaje negro y abundante., el fino, cuello, sostiene una arm�nica
cabeza en la que se destacan ojos vivarachos y mirada chispeante: de
porte erguido, su sinuoso vuelo, parece adornar la selva misionera.
Se lo conoce por su canto calmo y lastimero.
Por relatos de algunos caciques y sus
descendientes: naci� en una de las tribus guaran�es una indiecita
mestiza. Nada asombr�: el blanco hab�a hecho cautivas a varias
j�venes indias, que luego abandonar�an, pero, prontamente, esta ni�a
comenz� a llamar la atenci�n por su inteligencia, desenvoltura, y
comportamiento. Fue una hermosa criatura su madre cuidaba de ella
con empe�o, conform�ndola y consintiendo todos sus requerimientos.
A medida que crec�a su car�cter se tornaba
agresivo, aunque era muy deseada por lo j�venes, poco le
importaban.
Con el tiempo, el odio desmedido lleg� hasta
sus seres queridos; a veces desaparec�a por d�as. Su madre sal�a a
buscarla. En ocasiones �sta se desorientaba, le costaba regresar y
anochec�a en medio del monte llam�ndola, tanto era su dolor que
viv�a en un continuo quebranto. En una de sus b�squedas ella no
volvi�. Como ya era tiempo y no llegaba al hogar su hija sali� a
buscarla, pero no la encontr�, fueron pasando los d�as��
Cansada subi� a un gran �rbol para observar, en
vano fue llamarla y llamarla, al no hallar respuesta comenz� all�,
su recapacitaci�n y arrepentimiento���..
Me cuentan los del lugar, que en lo alto del
cielo, un gran resplandor la envolvi�, y al disiparse un peque�o
p�jaro negro se vio�. En las atardecidas misioneras se siente a lo
lejos, largamente un quejumbroso llamado; �Mahaam�! , es la joven
que desesperada llama a su mam� y si alguno tiene la suerte de
escucharlo, aunque su canto parezca lejano ver� que est� all�, en la
rama m�s cercana y sus brillantes ojos lo miran preguntando, junto a
su canto, �Mahaam�?, �Mahaam�?
���Mahamiiiiiiiiii!!!
Profesora
Norma Ferretti