HISTORIA
Durante la primera mitad del
siglo XIX los campos ubicados hacia la margen izquierda del
Río Reconquista eran destinados al pastoreo de ganado. La
agricultura era prácticamente inexistente.
A fines del siglo 18, más precisamente hacia el año
1784, se da una nueva forma de organización de la campaña
bonaerense con el surgimiento de los partidos. La
particularidad del partido viene dada por ser una unidad
territorial dependiente de una autoridad que era el alcalde
de hermandad. Entre los nuevos partidos que se formarán
entre el año 1784 y el año 1810, encontramos el Partido de
Las Conchas y el Partido del Pilar. Una parte de estas
tierras van a pertenecer a uno de ellos y otra parte al
otro. Los alcaldes de hermandad tenían atribuciones de
policía en sus respectivos partidos. Luego se nombraron
también otros funcionarios para asistir a los alcaldes, que
eran los jueces y que entendían en causas de menor
importancia. En Pilar es designado Felipe Santiago Velazco;
en Las Conchas se lo designa a Diego Arana. Una figura
importante que surgió por entonces fue la de Manuel de
Pinazo, propietario de una vasta extensión de tierras que
llegaba hasta gran parte de nuestro distrito, quien
ostentaba el título de Maestre de Campo. Pinazo, español
nacido en Burgos, aparece en el registro del año 1744 como
morador del Pilar, donde además de poseer tierras es
propietario de una pulpería cercana a la capilla del lugar.
Tuvo a su cargo algunas de las monumentales expediciones que
el cabildo de Buenos Aires organizaba a la zona de las
Salinas Grandes en busca de sal, las cuales eran verdaderas
epopeyas si tenemos en cuenta que participaban unas 500
carretas y se prolongaban por varios meses. Su persona era
muy respetada y a menudo el cabildo de Buenos Aires lo
consultaba respecto a problemas relativos a la campaña, en
virtud de su conocimiento del medio. Entramos en el siglo 19
y el problema de la seguridad aún no había sido resuelto.
Los indios eran atraídos por el ganado que se reproducía en
la campaña y de este modo se continuaba frenando el
poblamiento de las tierras. Se intentó dar solución al
problema a partir del trazado de una línea de defensa,
vertebrada a partir de fuertes y fortines, en derredor de
los cuales comienzan a delinearse otras poblaciones. También
van a ir mejorando, paulatinamente, las vías de
comunicación. Todo esto coadyuvó para hacer más segura la
vida en el campo. Hacia el año 1810 la campaña de Buenos
Aires tiene cerca de cien mil habitantes y aproximadamente
20 partidos. El partido del Pilar, al que pertenecían gran
parte de nuestras tierras, tenía en esa época unos tres mil
habitantes. En el año 1821 se suprimen los cabildos y los
alcaldes de hermandad, que son reemplazados por los jueces
de paz. Las tierras de nuestro distrito continuaban teniendo
una escasa valorización. Eran tierras todavía dedicadas en
su mayor parte a la ganadería. Las escasas edificaciones
eran muy modestas, en general de paja y de adobe. La
población estaba compuesta por los dueños de las tierras,
pequeñas y medianas fracciones debido a que se había operado
una gran fragmentación de la propiedad de las mismas,
acompañados por los libertos que trabajaban en las tareas
que les imponía la ganadería y la poca agricultura que se
llevaba a cabo. También había, aunque en un número mucho
menor, unos pocos jornaleros que ayudaban en el trabajo,
muchos de ellos inmigrantes internos
llegados de otros puntos del país.
LOS CAMBIOS EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO
XIX
Desde el año 1850 en
adelante, una serie de factores operarán de manera
positiva en la campaña bonaerense produciendo importantes
cambios en la misma. Por un lado, la superación del problema
con el indio y el mejoramiento de los caminos crean las
condiciones de seguridad propicias para alentar al
establecimiento de una mayor cantidad de población. Por el
otro, la llegada de inmigrantes extranjeros -producto de las
políticas migratorias que empieza a desarrollar el gobierno
al respecto- no solo proporciona mano de obra para el
trabajo rural, sino que también sirve para afianzar el
mercado de consumo local que ayudará a dar un mayor
desarrollo de la agricultura. No es casual, entonces, que un
importante propietario del Partido de Las Conchas, cuyas
tierras llegaban a una parte de nuestro actual distrito de
Malvinas Argentinas, elevara una petición al gobierno en la
cual solicitaba que sus tierras fueran declaradas de pan
llevar. Se trataba del General Pacheco, quien hacia el año
1846 había recibido una importante extensión de tierras de
parte del gobierno, cuyo frente daba al río de Las Conchas.
Su pedido tenía sentido ya que las tierras que el gobierno
declaraba de pan llevar eran destinadas de manera
exclusiva a la agricultura, debiéndose desplazar el ganado
que hubiere en ellas. Todo esto significaba también una
mayor valorización de las tierras.
Nuestras
tierras de pan llevar |
En el año 1855 y
siguiendo el ejemplo del General Pacheco, otros propietarios
de tierras aledañas- entre las cuales algunas correspondían
al actual distrito de Malvinas Argentinas- presentan una
solicitud ante el gobierno de la provincia de Buenos Aires
para que éstas sean también declaradas de pan llevar. El
pedido era encabezado por Fortunato Poucel- que poseía
tierras en la zona de Bella Vista-, acompañado por otros
vecinos. Entre ellos aparece Rufino Villamayor, cuya
propiedad, que lindaba con la de Pacheco, nos resulta de
especial interés por tratarse de tierras que hoy forman
parte de nuestro distrito, más precisamente de lo que hoy es
la localidad de Villa de Mayo. Este hecho constituye un hito
importante en la historia de nuestras tierras, ya que marca
la pauta del proceso que se estaba operando en la zona. La
lectura de algunos párrafos del escrito en el cual se lleva
a cabo la petición resulta por demás ilustrativa ya que nos
permite rescatar los argumentos esgrimidos por ese grupo de
propietarios y también acceder a una descripción de las
tierras en cuestión. "(...) Desde que el General
Pacheco ha obtenido de V.E. que sus tierras comprendidas
entre el río de Las Conchas y el arroyo de Las Tunas, sean
declaradas de pan llevar, nosotros, no podemos emplear las
nuestras en otro destino. El pastoreo sería costoso porque
nos impone la necesidad de tener sugetos nuestros ganaditos
para que no causen daños que siempre tendríamos que
indemnizar. Esta circunstancia y el vehemente deseo que nos
anima de dar importancia a las tierras, promoviendo la
agricultura, base de nuestra propiedad, nos impele
fuertemente a venir ante V.E. solicitando se digne declarar
nuestras tierras situadas a la costa del río de Las Conchas,
desde los límites de las del General Pacheco, sobre ese
mismo río, en el Partido del Pilar, tierras de pan llevar y
con todos los privilegios que las leyes patrias les
acuerdan. Un bien positivo reportará a el país de esta
medida. Tenemos como cien colonos extranjeros, que poblarán
esas tierras, desde que ellas fuesen declaradas de pan
llevar, y les darían un grande impulso en su producción. No
lo hacen hoy, porque temen que sus labores sean destruídas
por los ganados sueltos que pastorean en los pequeños
terrenos intermediarios. (...) La agricultura encontrará
también en estos terrenos, tierras vírgenes, que darán una
producción exhuberante y reemplazará al poco producto que
hoy nos dán las tierras de labrado de otros productos, ya
cansadas por el contínuo trabajo a que por tantos años han
estado sujetas. Estas ventajas lo creemos, no pueden menos
que ser altamente valoradas y apreciadas por V.E. y que lo
inducirán a acordarnos la declaración que solicitamos
(...)." El pedido tiene buena acogida en las autoridades
provinciales, quienes ven con buenos ojos el establecimiento
de la agricultura en la zona. Así, en un dictamen del 2 de
julio de 1855 se resuelve declarar a estos territorios "de
pan llevar", aclarando que "...no podrá tenerse en ellos
ganados sin pastor". Es el comienzo de la agricultura en
estas tierras y prueba de ello es el establecimiento, hacia
1865, de un molino de harina, ubicado sobre el río de Las
Conchas, en el sitio denominado Paso Morales, que era por
donde el camino cruzaba el río aludido para seguir hacia
Morón y luego hacia la ciudad de Buenos Aires. La existencia
de este molino nos permite colegir la presencia de trigo en
las tierras aledañas, entre ellas las tierras de nuestro
distrito.
El primer
ferrocarril y la creación del Partido de Moreno
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El
factor más importante a tener en cuenta en esta etapa es el
tendido de las primeras vías férreas en el país. El 12 de
enero de 1854 se dicta una ley en la provincia de Buenos
Aires por la cual se otorga permiso para construir una línea
férrea desde la ciudad de Buenos Aires en dirección hacia el
oeste. Al año siguiente se comienza el tendido de las vías y
se compra la locomotora que se llamó La Porteña y que
había sido construida en Inglaterra y destinada a la India.
Por fin, el 29 de agosto de 1857 se inaugura el primer tramo
del Ferrocarril del Oeste, con sólo diez kilómetros de
extensión. El ferrocarril constituirá una formidable
herramienta de progreso y, a la vera del mismo, surgirán
nuevas y pujantes poblaciones. Una de ellas es el
pueblo de Moreno, fundado hacia 1860 por Amancio Alcorta en
tierras que le pertenecían, ubicadas en la línea del
mencionado ferrocarril. Esto derivará en la creación del
Partido de Moreno por Ley del 24 de octubre de 1864. Y este
punto es importante con relación a nuestro distrito, ya que
el nuevo partido toma una porción del territorio del de
Pilar. A partir de entonces, las tierras que hoy forman
parte del partido de Malvinas Argentinas serán de
jurisdicción de tres distritos: Pilar, Las Conchas y Moreno.
De este último, la parte de territorio que luego será una
importante porción del Partido de General Sarmiento era
conocida como el "Cuartel Segundo" de Moreno. En lo que
respecta al establecimiento de vías férreas debemos señalar
que a comienzos de la década del ´80 comienza el tendido del
denominado Ferrocarril Buenos Aires al Pacífico, que instala
la estación Muñiz en el año 1888 y en los años inmediatos
las de Bella Vista y San Miguel. Este era el medio más
cercano al que podían acceder los pobladores de nuestras
tierras. El actual Ferrocarril Belgrano, que surca las
tierras de nuestro distrito, será un emprendimiento de
nuestro siglo. Su origen y evolución serán tratados mas
adelante.

La Porteña, primer
locomotora de su tipo en el país. Comenzó a circular en 1857
en el Ferrocarril del Oeste y fue la encargada de trasladar
los cuerpos de las víctimas de la fiebre amarilla a la
Chacarita.
Fuente:
Tomado del sitio:
http://www.estrucplan.com.ar/NotaColor/Malvinas/historia.asp |