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TOMAS INDIAS
Un legado diaguita para San Blas de los Sauces en La Rioja


Atraído por el verdor del valle y el caudal de sus aguas llegué a San Blas de los Sauces, ubicado en el extremo norte de la provincia, después de andar por los caminos sedientos de La Rioja., donde la cascada, las piletas naturales, sus añosos sauces invitan a un descanso. Cenando una calurosa noche de febrero, un parroquiano del lugar, me comenta - “Nosotros debemos agradecer a los indios, porque gracias a ellos tenemos agua para beber y para el riego todo el año”- Esta frase bastó para que al día siguiente comenzara a indagar sobre el sistema hidráulico del lugar. Para ello me entrevisté con uno de los historiadores de la región Don Blas Domingo de La Colina, quien amablemente me instruyó sobre el tema:

Don Blas Domingo de La Colina


-¿Es verdad que gracias a las tomas de agua indias tienen agua todo el año?

-Sí, ellas nos la dejaron nuestros antepasados, la civilización autóctona de San Blas de los Sauces, los diaguitas en el siglo XVIII. Son conductos filtrantes que fueron excavados paralelos al cauce del río Los sauces, que utilizamos para nuestro consumo y para el riego. Sus medidas son aproximadamente 70 por 60 centímetros, variando según el trecho. Somos el único paraje de la provincia donde se extrae agua subterránea de esta manera.

-¿Se ha conservado su traza original?

-El sistema es el mismo, no pueden decir los españoles ni nosotros que somos los creadores. Las tomas de agua vienen de la gran civilización diaguita que habitó todo el noroeste. Los que hemos tenido acá estaban mezclado con la andina, que vino desde el Pacifico.

-¿El material de las tomas indias cambió en la actualidad?

-Sí, en la época de los aborígenes eran canales revestidos en piedra, incluido la parte superior pero los españoles le han puesto el techo de madera, el puente como lo llamamos, durmiente o sea la tapa la hacían de algarroba o de sauce, que son las maderas que más duran. Ellas pueden estar cientos de años impútridas, mientras estén enterradas, apenas quedan expuestas al aire se vuelven esponjosas y se degradan como papel.

-¿Aunque el río esté seco la toma alimenta igual?

-Sí, en el río no hay más agua desde marzo hasta diciembre, sin embargo las tomas nos proveen todo el año. Entre punta y punta del canal de recolección hay un declive, el mismo que tiene el departamento, nunca se puede ir contra la naturaleza, es de 70 centímetros por kilómetro. Desconocemos que elementos de medición han tenido los aborígenes. Yo considero que solo hay uno valedero: Si el agua corre, el conducto está bien hecho.

-¿Que extensiones tenían de regadío con las tomas?

-Pareciera que los aborígenes únicamente cultivaban a la orilla del río pequeños predios para su alimento maíz, zapallo, poroto. Cuando llegan los españoles es cuando se empiezan a utilizar grandes extensiones, es el tiempo de los terratenientes por ejemplo Don Diego Catalán, y el coronel Don Juan Gregorio Villafañe eran dueños de casi todo el departamento.

-¿Se han mejorado?

-Sí, ahora tenemos tomas de 5 o 6 metros de profundidad y han sido mejoradas en la parte de captación, es decir se las ha hecho más accesible para que entre mayor cantidad de agua al canal, además del traslado.

-¿Han hecho estudios en la actualidad?

-Sí, los ingenieros mendocinos las han estudiado profundamente. Allá por los años 70 han estado un mes haciendo trabajos de campo, llevándose gran cantidad de mediciones, hasta destaparon algunas para verlas. Acá mismo se abrió una, (señala al costado del río Los Sauces en Andolucas) estaba el canalcito aborigen totalmente de piedra, mientras que ahora cuando se reforman se hacen más anchas y profundas. Han querido modificar la conducción poniendo losetas y no les dio resultado. Primero porque tenemos un tema muy grave con las raíces de los sauces que al buscar el agua parten el cemento y segundo porque no permitía la filtración del agua. Además llega el momento que la acción del agua, debido a los minerales que contiene hace desmoronar las losetas, ya no tienen fuerzas. No olvidemos que los aborígenes utilizaban piedras talladas para los muros, seguramente tendrían alguna herramienta que no conocemos.
Estas tomas son muy importantes porque han desempeñado un papel de anclaje de esos pueblos, antes nómades, solo recogiendo los frutos de la tierra. Una vez obtenida el agua ven las posibilidades de cultivar, se hacen sedentarios. De ahí vienen los primeros asentamientos. San Blas de los Sauces ha sido un lugar de paso de tribus que después se han asentado en todos los valles cordilleranos que están en el Oeste, llámese Chilecito, Villa Unión o Famatina. Se dio lo mismo que en Olta o Polco, ellos han sido callejones o zaguanes de paso de las tribus que se han asentado en toda la parte llana, San Blas de los Sauces ha sido el paso obligado.

-¿Tiene conocimiento que este sistema de ingeniería hidráulica se haya repetido en otros lugares de la zona?

- No se conoce. El río de San Blas tiene otra rareza. Corre de Sur a Norte. Recordemos que solo hay dos de esta naturaleza en el país, el otro está en Santa María, Catamarca. Esta es la parte Terminal, porque nace en la parte alta el Melao y Las cruces, dos picos que están a la altura de Aminga y Chuquis. Separan sus aguas unas van a Huayco y las otras bajan a Tuyubil. En la base de estos picos altos hay, grandes extensiones cenagosas de mucho agua, llamadas Ciénaga verde y Las cruces. Ese es el lugar de nacimiento de las vertientes que comienzan a bajar por las quebradas, aunque les vean secos sus cauces , las aguas subterráneas siguen viajando. Lo curioso es que las 3 quebradas nacen en el mismo lugar: Andolucas, Suriyaco, y Huaco. Las tomas indias han sido una herramienta fundamental para nuestros abuelos, en una época muy floreciente para San Blas de los Sauces porque producía todo tipo de alimentos, hoy solo se consigue un 10% o menos, por ejemplo llegó a producirse 6 millones de Kg. de uva y hoy con toda la tecnología no llegamos a 1 millón. Ha desaparecido la cultura del trabajo. Dicen que en la época aborigen hubo 12.000 de acuerdo a los vestigios de habitación que han quedado, ahora somos apenas 4.000. Eso habla de una involución. Aunque es la toma más rica, con 100 regantes supera una totalidad de 900 horas de agua.

-¿Qué quiere decir 100 regantes?

-Que hay 100 fincas que reciben el riego, siempre guardando el turno. Empieza en la boca y se distribuye según usos y costumbres, por ejemplo yo tengo 12 horas, el tiene 3 días, el otro 30 horas y vamos tomando el agua. Habitualmente el turno dura 15 días y vuelve a ponerse otra vez en la cabecera del agua. Déjeme hacer una última reflexión: Las tomas de agua legadas por los diaguitas no deben ser abandonadas pero si perfeccionadas por las nuevas técnicas. Yo pienso que si las mejoramos también lo haremos con la agricultura, usándola como medio de vida que mantiene al vecino de esta localidad. Hubo un error al intentar hacer perforaciones, porque estas tomas responden a la fisonomía del la formación del terreno. Una prueba más del cuidado de la naturaleza que tenían nuestros antepasados.



 

Fuente:  Senda Folklórica -  Carlos  y Graciela Arancibia
 
 
 

 

 


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