UNA MADERA DE
SUE�OS ENTRE LOS BRAZOS, HIJA DEL PAISAJE COMO LOS
PUEBLOS
Sonia
Amaya cantora puntana, presenta su nuevo disco
independiente �Madera de sue�os� donde junta el mensaje
de trinos y ausencias en su canto y en las cuerdas de su
guitarra la memoria de un pueblo con sue�os de las de
c�ndores.
-�Como definir�as tu
trabajo?
-Yo soy una trabajadora de
cultura que con este oficio pretende darle de comer a
sus hijos y al alma de muchos hijos de este pa�s.
-�Este andar
hace que abraces tu madera de sue�os?
-Si, esa madera de sue�os
que es mi guitarra. Detr�s de ella hay sue�os
colectivos, sue�os de un pa�s mejor y los una propuesta
mejor, unidos por una cinta invisible que es la poes�a
de los grandes como Yupanqui, Zitarrosa, Di Fulvio por
ejemplo a los que me uno en sus sue�os.
- �una cantora
popular debe comprometerse con la poes�a, con el momento
del pa�s?
-Con la poes�a y con la
gente. En San Luis estamos haciendo encuentros de
trabajadores de la cultura para despertar el alma de la
gente de los barrios de mi provincia, para que no sean
solo merenderos sino tambi�n intercambiar pareceres,
aparte del canto.
-�Naciste en Merlo?
-No,
nac� en un pueblito que se llamaba Pozo de la oveja,
despu�s cambiado por el nombre de Balcarce en donde mi
abuelo, m�sico de profesi�n pudo criar sus 11 hijos con
su trabajo, era una persona muy respetada, estaba en
todos los eventos, cumplea�os, casamientos, fiestas
importantes. El me dio la posta. Crec� a la sombra de su
canto: tonadas estilos, zambas, valsecitos cuyanos,
cuecas.
-�Quien diagram� la
tapa de tu nuevo trabajo?
-Nicol�s Ortega, un ni�o de
9 a�os que est� muy ligado a la naturaleza. Me encant�
porque ha resuelto en el dibujo de un sapo, una s�ntesis
del mundo. Como profesora de arte no es dif�cil
embarcarlos a los chicos en un imaginario, es m�s
dif�cil pechar con los grandes.
-�Que particularidades
encierra tu nuevo disco?
-Fue
grabado en forma directa. Mat�as Nadel en guitarra,
Cacho Rocha en bombo, teclado Sergio Muriel y yo, en una
habitaci�n de las primeras casitas de Rinc�n del este en
Merlo. Tan especial como que el techo se incrusta en la
monta�a, con adobones muy anchos, un arroyo casi al
lado, un colch�n de flores violetas y lleno de p�jaros,
muchos de los cuales se los escucha en algunas
canciones, al igual que un grillo que decidi� quedar
grabado. Cuando la vi me enamor� del lugar, ten�a una
ac�stica y una magia muy especial. El �nico contratiempo
fue que no hab�a caminos, los veh�culos no pod�an
entrar, as� que no nos qued� m�s remedio que cargar los
equipos de grabaci�n al hombro.
-Un disco con un
repertorio muy cuidado�
-Hubo
mucha b�squeda de autores: �guitarra de pobre� de Pablo
del Cerro y don Ata, Rosario Pastrana de Pepe N��ez y
Juan Fal�, �La a�orosa� de Aguilera,�Escapao de la
salamanca�de Omar Juncos y Zarate, �Abuelas del campo
m�o�de Di Fulvio, �La ayudadora� de Tolosa o �Digo la
mazamorra� de Antonio Ag�ero, son algunas de 13 temas
que componen este material discogr�fico.
-Tambi�n incluiste un
tema tuyo.
-S�, me anim� con �Poniente
rojo�, es la gran pregunta que carcome el alma a
aquellos que como yo vivimos en los lugares y
descendemos de los originarios pero no sabemos cual fue
su destino. Yo tengo sangre comechingona pero no tengo
ning�n rastro que me indique que mi pueblo estuvo ah�,
de sus voces cubiertas por las cenizas del tiempo nace
�Poniente rojo�
- �Hay lugares donde
actuar en tu pueblo?
-Felizmente
s�. En Merlo hay aproximadamente 15.000 habitantes y 600
son bailarines de folklore, el m�s grande de 30 a�os, el
menor de apenas 3 a�os. Hay 3 pe�as La del tatita, La
Mazamorra y la Del viejo molino. Son hermosas, cuando
los invit�s a bailar salen todos de la misma manera que
hacen silencio cuando quer�s dejarle un mensaje, y eso
que van familias enteras.
-�Es dif�cil Buenos
Aires vista desde la provincia?
-Casi
imposible. Pero cuando uno se anima a romper la coraza
se da cuenta que no es as�, pero que se debe �entrar sin
entrar� en la movida, que hay mucha gente dispuesta a
darte una mano en la difusi�n. Yo no traicionar�a jam�s
la propuesta que llevo adelante, mis hijos est�n
involucrados. Mi abuelo me ense�� a ser digna hasta el
final.
Carlos Arancibia