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LOS DE IMAGUARÉ: EL TIEMPO DE LOS ANTIGUOS
Desde su formación en el año ’77 el conjunto chamamecero “Los de Imaguaré” han sabido llevar por los escenarios del país la historia del hombre dentro del área guaranítica, su modo de ser, su música y danzas. Distintos integrantes lo han conformado pero siempre bajo la conducción de Julio Cáceres (con él la entrevista), Bruno Mendoza, Fabio Acevedo y Soriano Sosa lo secundan, con una poética apoyada principalmente en la obra del padre Julián Zinny, hace del género sus dos variantes, melódica y bailable. Catorce discos nos demuestran su creatividad, con el sentido de pertenencia a una tierra mestiza, donde español y guaraní fueron las raíces de “un crecer hacia lo nuevo desde la tradición. Este es un tiempo arduo para los músicos populares, buscando actuaciones en las diferentes fiestas, las que van quedando y las que se van organizando porque no hay que perder el sentido optimista.”
-¿Julio Cáceres siente el paso del tiempo después de casi 30 años desde el comienzo del proyecto?
- No. Comenzamos el 6 de julio de 1977 como proyecto y nos mantenemos como tal. ¿Y cuál es? Difundir a través de la música que es popular en nuestra zona guaranítica: el chamamé. Para clarificar más es un espacio geográfico que comprende la Mesopotamia, además de Formosa, Chaco, Santa Fe y extendernos con facilidad a la campaña uruguaya, el sur de Brasil y Paraguay. Un territorio donde este género tiene una adaptación muy definida, por lo tanto los músicos chamameceros recorremos todo este ámbito en el transcurso de nuestras actividades artísticas. Así que difundir la música tradicional es lo que hace a la confirmación de nuestro modo de ser. Una manera de ser, de entender la amistad, a los poetas como el Padre Julián Zinny, Castellán o Sosa Cordero.
-¿Que significa haber nacido en Rincón de Luna en Mantilla?
-Un gusto y una responsabilidad de llevar nuestra provincianía y el sentimiento chamamacero que se nutre de nuestro pueblo. Nuestra tarea se afirma incorporando poetas valiosísimos de la región como Ramón Ayala de Misiones, Linares Cardozo de Entre Ríos, o Zitto Segovia de Chaco. Así vamos nos abocamos a la tarea del recitado.
-¿Cuando nace la palabra en el grupo?
-Nace con el grupo, con una palabra casi hablada no cantada para poder exponer nuestro sentimiento a través de la música. Desde la poesía contamos las características culturales de nuestra historia, al bailar el chamamé, del gaucho correntino tan distinto al de las pampas, de nuestra manera de ser, con la argentinidad, aquella que empieza con las misiones guaraníticas. Todo un proyecto de hombre que se forma en esa zona y del que somos descendientes, por eso nuestra defensa de la palabra gaucho, un modo de ser.
- Más allá de la geografía.
-Claro, no pensamos que estamos lugares que no nos pertenecen, creemos que el gaucho es patrimonio de nuestro estilo de sociedad.
-¿De ahí la palabra Imaguaré?
-Sí, los de antes, los antiguos, los que vienen. No tiene que ver con algo que inventamos nosotros, ni aparece de repente. Sin embargo no nos quedamos con una recordación de aquello que fue, sino un compromiso con el presente para lograr un futuro que seguramente será distinto, pero intentamos que nuestro modo de cantar sea fiel a la verdad. Hablar de ámbitos, más allá de las provincianías desde una región muy importante para los buceadores de la identidad. Mostramos nuestro avío, el hombre y sus emociones, sus lamentos y también su esperanza. En todos los integrantes hay una insistencia en el tema de la creatividad, porque creemos que amar la tradición no significa quedarse en el recuerdo sino mantener un compromiso y el respeto.
-¿Con quien?
- En primer lugar con el público, y después con los músicos de la talla de Cocomarola, Montiel, Cambá Castillo, o la brillantez de la poesía de Sosa Cordero, Mario Millán Medina, Franklin Ruveda. Recrear sus obras para que sigan teniendo vigencia en nuestro tiempo.
-¿Sos autodidacta?
-Bueno, eso tiene que ver con lo que uno va aprendiendo, y una necesidad de encontrarle un sentido a la vida. Cuando joven, se me pedía un compromiso de ángulo político muy fuerte, pero yo me incliné por el cultural. Llegué a la canción como la herramienta que me podía aportar a la afirmación de nuestra identidad. Lo que aprendí de la memoria, de la palabra de mi abuelo, de su legado histórico. Allá por el’70 conozco al padre Julián Zinny. Nosotros arrancamos como “Los hijos del Paiubre” en el año ’75, después hubo un lapso de espera para reaparecer como los de Imaguaré con el Gringo Sheridan, el proyecto ya estaba, nos dedicamos a desarrollarlo, incorporamos distintos músicos como Carlos Núñez, Ricardo Gómez, Pochola, Rudy Flores.
-¿Desde que salieron revelación de Cosquín volvieron todos los años?
-No, solo hicimos algunas incursiones, pero no insistimos porque sabemos que la música chamamecera tiene un perfil muy definida en el gran movimiento de nuestra música nacional. Nosotros trabajamos en nuestra región pero sin insertarnos decididamente en el proyecto folklórico de la Nación. Tal vez porque creemos que el artista popular debe convivir con su gente y su paisaje. Eso nos impide venir demasiado a Buenos Aires para intentar plantear desde aquí nuestra opción artística. Sabemos que ocupamos un espacio en el corazón de nuestra gente, después de casi 30 años sabemos que todo debe tener una evolución, lo importante es no perder las raíces.
- Hablás guaraní fluidamente.
-Lo común de un correntino que se ha criado en la campaña, aunque no lo practique habitualmente quedan los reflejos.
-¿De donde eran tus ascendientes?
-Yo vengo de 4 generaciones de correntinos, los demás ya se pierden seguramente en la colonización de la época jesuítica. Nací en Rincón de luna, mi infancia fue en una colonia, con una casa cada 2 o3 leguas. Mi abuelo era colono, con él me crié en ese espacio campesino de la costa del río Batel dedicado al cultivo del tabaco y el algodón además de los productos de huerta necesarios para la subsistencia de una familia, a la cría de caballos, ganado, ovejas. Y entre tanta tarea se hacía tiempo para enseñarme el Martín Fierro, después me mudé a Mercedes para poder asistir a clases de la escuela primaria, secundaria, universidad. Solo pude volver esporádicamente a esa campaña que tanto quiero.
-Hablame del padre Julián Zinny.
-Julián es un hombre como yo interesado en estas cuestiones. Este proyecto Imaguaré lo elaboramos en conjunto a partir de su conocimiento puedo empezar a concretar todas las situaciones que ante eran dispersas, con él pude encasillarlas. Dice que solo debemos tomar del lo que sirva desechando lo demás, que el poeta es como la partera: saca a luz el hijo y lo devuelve al padre que es el pueblo, si este lo reconoce también es la madre. Hay una correspondencia muy fuerte entre Julián y el grupo, es el hombre que le ha dado a nuestro chamamé un toque muy importante de poesía, les agregó una poesía que carecía. Un excelente referente para los escritores y cantores jóvenes, a través de su poesía podrán hablar de la identidad y la historia de nuestra gente, con palabras muy sencillas de una cotidianidad increíble. Es uno de esos hombres que tratan de ver no de mirar.
-Muy parecido a la propuesta Imaguaré.
-Nos interesa mostrar que no solo somos un recuerdo nostálgico del pasado, haciendo un canto con fundamento y esperanza.


SENDA FOLCLORICA
CARLOS Y GRACIELA ARANCIBIA   
 
 

 

 


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