Página declarada de Interés Cultural por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires por Resolución Nº 374/07 del 15/11/2007
Adherida a la Federación Argentina de Instituciones Folklóricas F.A.I.F.

MARTÍN FIERRO

de José Hernández
Ilustraciones de Juan Carlos Castagnino
Producción de Literatura Argentina Contemporánea
 

 LA OBRA - continuación

20

Ninguno me hable de penas,
Porque yo penado vivo,
Y naides se muestre altivo
Aunque en el estribo esté:
Que suele quedarse a pie
El gaucho mas alvertido.

21

Junta esperencia en la vida
Hasta pa dar y prestar
Quien la tiene que pasar
Entre sufrimiento y llanto,
Porque nada enseña tanto
Como el sufrir y el llorar.

22

Viene el hombre ciego al mundo,
Cuartiándolo la esperanza,
Y a poco andar ya lo alcanzan
Las desgracias a empujones,
¡La pucha, que trae liciones
El tiempo con sus mudanzas!

23

Yo he conocido esta tierra
En que el paisano vivía
Y su ranchito tenía
Y sus hijos y mujer...
Era una delicia el ver
Como pasaba sus días.

24

Entonces... cuando el lucero
Brillaba en el cielo santo,
Y los gallos con su canto
Nos decían que el día llegaba,
A la cocina rumbiaba
El gaucho... que un encanto.

25

Y sentao junto al jogón
A esperar que venga el día,
Al cimarrón le prendía
Hasta ponerse rechoncho,
Mientras su china dormía
Tapadita con su poncho.

26

Y apenas la madrugada
Empezaba coloriar,
Los pájaros a cantar,
Y las gallinas a apiarse,
Era cosa de largarse
Cada cual a trabajar.

27

Este se ata las espuelas,
Se sale el otro cantando,
Uno busca un pellón blando,
Este un lazo, otro un rebenque,
Y los pingos relinchando
Los llaman dende el palenque.

28

El que era pion domador
Enderezaba al corral,
Ande estaba el animal
Bufidos que se las pela ...
Y más malo que su agüela,
Se hacia astillas el bagual.

29

Y allí el gaucho inteligente,
En cuanto el potro enriendó,
Los cueros le acomodó
Y se le sentó en seguida,
Que el hombre muestra en la vida
La astucia que Dios le dio.

30

Y en las playas corcoviando
Pedazos se hacía el sotreta
Mientras él por las paletas
Le jugaba las lloronas,
Y al ruido de las caronas
Salía haciendo gambetas.

31

¡Ah, tiempos!... ¡Si era un orgullo
Ver jinetear un paisano!
Cuando era gaucho baquiano,
Aunque el potro se boliase,
No había uno que no parese
Con el cabresto en la mano.

32

Y mientras domaban unos,
Otros al campo salían
Y la hacienda recogían,
Las manadas repuntaban,
Y ansí sin sentir pasaban
Entretenidos el día.
 

33

Y verlos al cair la tarde
En la cocina riunidos,
Con el juego bien prendido
Y mil cosas que contar,
Platicar muy divertidos
Hasta después de cenar.

34

Y con el buche bien lleno
Era cosa superior
Irse en brazos del amor
A dormir como la gente,
Pa empezar el día siguiente
Las fainas del día anterior.

35

Ricuerdo ¡qué maravilla!
Cómo andaba la gauchada
Siempre alegre y bien montada
Y dispuesta pa el trabajo...
Pero hoy en día... ¡barajo!
No se la ve de aporriada.

36

El gaucho más infeliz
Tenía tropilla de un pelo,
No le faltaba un consuelo
Y andaba la gente lista...
Teniendo al campo la vista,
Sólo vía hacienda y cielo.

37

Cuando llegaban las yerras,
¡Cosa que daba calor!
Tanto gaucho pialador
Y tironiador sin yel.
¡Ah, tiempos... pero si en él
Se ha visto tanto primor!

38

Aquello no era trabajo,
Mas bien era una junción,
Y después de un güen tirón
En que uno se daba mana,
Pa darle un trago de cana
Solía llamarlo el patrón.

39

Pues vivía la mamajuana
Siempre bajo la carreta,
Y aquel que no era chancleta,
En cuanto el goyete vía,
Sin miedo se le prendía
Como güérfano a la teta.

40

¡Y qué jugadas se armaban
Cuando estábamos riunidos!
Siempre íbamos prevenidos,
Pues en tales ocasiones
A ayudarle a los piones
Caiban muchos comedidos.

sigue

 

 

 


 

 


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