UBICACIÓN
La Provincia de Formosa
ubicada en la Zona Nordeste de la República Argentina,
ocupa íntegramente el área del Chaco Central y define con
sus características de sabana parque el gran ecosistema
de la llanura chaqueña, conformado también por el Chaco
boreal (Paraguay) y el Chaco austral (Argentina).-
Se extiende entre los
paralelos 22° y 27° de latitud sur y los meridianos 57° y
63° de longitud oeste de Greenwich. Es atravesada en su
zona norte por el Trópico de Capricornio, que la ubica en
la región subtropical del país. Tiene una superficie de
72.066 km2.
La provincia limita al
norte y al este con la República del Paraguay, al oeste
con la provincia de Salta y al sur con la provincia del
Chaco.
El territorio provincial
se encuentra dividido en nueve departamentos, a saber:
Bermejo, Formosa, Laishí, Matacos, Patiño, Pilagás,
Pilcomayo, Pirané, y Ramón Lista. Sus principales
ciudades son: Formosa, Clorinda, Espinillo, Pirané, San
Francisco de Laishí, Comandante Fontana, Laguna Yema,
Ingeniero Juárez y General Enrique Mosconi.
HISTORIA
La ciudad de
Formosa nació como resultado del proceso de
ocupación del espacio chaqueño que se inició con
posterioridad a la guerra de la Triple Alianza
(1865-1870) que enfrentó al Paraguay con Argentina,
Uruguay y Brasil.
Al producirse el veredicto
arbitral que estableció el río Pilcomayo como límite
definitivo entre la República Argentina y la República
del Paraguay, Villa Occidental (hoy Villa Hayes)
primitiva capital del Chaco Argentino, debió trasladarse
al entonces denominado Chaco Central. El traslado,
encomendado por el gobernador Lucio V. Mansilla al mayor
Luis Jorge Fontana, llevaba una sugerencia explícita
sobre el lugar en que debía instalarse la nueva capital
del Chaco argentino; aquel punto sería el “conocido desde
el tiempo de los españoles con el nombre de Punta Hermosa
o Formosa”, acuñándose el último término como
denominación definitiva. La fundación del pueblo se
concretó el 8 de abril de 1879.
A su vez el Territorio de
Formosa fue separado del primitivo territorio del Chaco
en 1884, constituyéndose como una gobernación con capital
en la villa homónima.
Los informes de los
primeros gobernadores instalados en la nueva capital
chaqueña, se preocuparon por señalar la futura
importancia económica y comercial de una plaza enclavada
sobre una de las vías fluviales más importantes de
América y susceptible de establecer excelentes relaciones
hacia otros puntos de la geografía nacional.
Como
muchas de las colonias nacionales creadas y ocupadas en
la época, Formosa debió esperar varios años para ver
definitivamente establecidos su pueblo y colonia. Entre
1879 y 1884 se sucedieron cuatro mensuras con los
problemas de controversias y arraigo de pobladores que
ello significaba.
Los cuatro lotes que
pasaron a estructurar el pueblo de la colonia, fueron
ubicados a la vera del río Paraguay y sus ejes centrales
se orientaron definitivamente a medio rumbo tal como lo
establecían las prescripciones de la ley. La autorización
de trazar al futuro centro urbano en ese sitio obedeció
al deseo de ponerlo en contacto directo con el núcleo que
concentraba todo el movimiento de daba vida a la colonia.
El trazado fue ortogonal,
con una plaza central de cuatro manzanas, calles y
avenidas suficientemente anchas y espaciosas. A pesar de
que el sitio elegido presentaba áreas no aptas para la
instalación de viviendas, la clásica cuadrícula se
conservó tanto en al fundación original como en los
ensanches posteriores. En los años subsiguientes a la
instalación de las autoridades y al arribo de los
primeros colonos, los habitantes se ubicaban
mayoritariamente sobre las barrancas adyacentes al Río.
Hacia 1882, la población se componía de aproximadamente
78 familias que sumaban un total de 441 personas. De
ellas 213 eran austriacos, 196 italianos, 38 argentinos,
8 franceses y 6 españoles.
El poblamiento de los
cuatro lotes mensurados para pueblo y establecidos como
ejido municipal a principios del siglo XX, se inició en
las cercanías del puerto. En los años subsiguientes el
crecimiento de la población y la ocupación de la planta
urbana fue lento.
Los principales edificios
públicos y administrativos y las casas comerciales
también comenzaron a situarse en cercanías del puerto, en
un radio que comprendía no más de veinticinco manzanas,
convirtiéndose la actual avenida 25 de mayo en el eje de
las actividades. Incluso la vida social y pública que se
cumplía en las plazas de toda ciudad, se desarrollaba
aquí en terrenos que luego ocupara la estación del
ferrocarril y sus playas de maniobras.
La vida de los ciudadanos
dependió, por largos años, de las actividades primarias
que se realizaban en la colonia. La única industria de
cierta importancia instalada fue el ingenio azucarero La
Teutona , que prolongó su actividad hasta 1905. En esos
años comenzó el funcionamiento de la fábrica de taninos
que perdura hasta nuestros días.
Sujeto a tales
condiciones, el crecimiento de la población fue lento,
pasando de mil quinientos habitantes en 1895, hasta
alrededor de cinco mil habitantes al terminar la primera
guerra mundial.
En 1905 capitales
privados, solicitan y obtienen un permiso nacional para
construir un ferrocarril rural que partía de la fábrica
de taninos recién instalada sobre el río Paraguay,
atravesaba la villa por las avenidas Paraguay y 9 de
Julio y se dirigía hacia el norte hasta arribar a “ La
Compañía Estancias y Tierras del Pilagá S.A.”
Esta línea de veintisiete
kilómetros de longitud le transfirió una actividad
creciente a toda la zona, ya que no solo servía a los
intereses de la empresa, sino que además trasladaba
mercaderías y usuarios particulares desde la capital
hasta la estancia “Guaycolec” y su área de influencia.
Entre los elementos
notables integrados al paisaje urbano se destacó la
construcción de la estación y la extensión de las vías
férreas hacia el interior, impulsado desde 1909 por la
ley 5559 de Fomento de los territorios nacionales. Este
ferrocarril del estado, tuvo la virtud de ampliar el
hinterland de la ciudad, acelerando el movimiento
comercial y facilitando el intercambio de productos.
El avance hacia el oeste
creando una sucesión de pueblos que orientaron sus
actividades extractivas y productivas en sus respectivas
áreas de influencia. En 1914, la línea había llegado a
Las Lomitas, suspendiéndose los trabajos por algunos
años; reiniciados a fines de la década de 1920, se
conectó rápidamente con la construcción que avanzaba
desde Embarcación en salta, concretándose la apertura de
las Tierras interiores y la comunicación directa con el
noroeste argentino.
Sin embargo, el
crecimiento poblacional y el desarrollo urbano continuó
con mucha lentitud en las décadas siguientes, llegando a
16.500 habitantes en 1947. En el plano de la época se
observa que la expansión se realizó hacia el
oeste-noroeste, siguiendo los ejes de las avenidas 25 de
Mayo y 9 de julio, agregándose 148 manzanas a la
cuadrícula. Para entonces existían solo 64 cuadras
pavimentadas y con desagües cloacales, obras que datan de
finales de la década de 1930.
Hacia el sur del puerto,
sobre los lotes rurales trece y catorce bis, se localizó
una incipiente zona industrial conformada por
aserraderos, desmotadores, depósitos de Yacimientos
Petrolíferos Fiscales y una fábrica de taninos Ello dio
origen a la población de adyacencias, prolongándose la
trama urbana hacia esa zona.
Formosa, de raíz india.
La
provincia de Formosa fue habitada sobretodo, por tres
grandes grupos de aborígenes que vivían en distintas
regiones, ellos eran los TOBAS, MATACOS Y PILAGÁS.
Estos grupos arribaron al territorio después de verse
obligados a emigrar de la selva boliviano-paraguaya
huyendo de las tribus cuya ferocidad atentaba contra la
seguridad de sus vidas.
Las tribus chaqueñas que habitaban este suelo eran de
distinto origen lingüístico y practicaban una economía
cazadora y recolectora. Se distinguían los guerreros
abipones y los canoeros payaguás, a orillas de los
grandes ríos; hacia el interior estaban los guerreros
matacos y hacia el oeste los chiriguanos.
Existían además. Comunidades de mocovíes cerca de los
abipones, y Chulupíes junto a los chiriguanos. Con la voz
guaraní "Guaicurú" se designó a tobas y pilagás, "mataco-mataguayos"
a los que ocupaban el oeste.
Guaycurúes y matacos mataguayos se parecían culturalmente
por eso se denominaban "chaquenses típicos".Se hallaban
organizados en grupos y su vida se desarrolla aún hoy en
un ambiente de trabajo primario.
Dedican su vida a la confección de trabajos en maderas,
tallas, mates, ceniceros, artículos de totora, paja y
palma, a la construcción de sillas, canastos, sombreros,
balsas. Los cestos que confeccionan sirven para guardar
granos, los decoran con guardas y hacen además jarrones y
tinajas. Cada grupo posee sus costumbres, lengua y
vestimenta propia.
La presencia de los indios matacos fue muy importante y
aguerrida en la zona de los primeros asentamientos
estables en la provincia, ubicándose sobre todo en el
centro de la misma .
Eran básicamente pescadores y recolectores, pero también
practicaban la caza y la agricultura pero como
actividades secundarias. Habitaban las regiones aledañas
a los ríos Pilcomayo, Bermejo y Teuco. La pesca se
realizaba con arpónes de unos cuatro metros de largo.
Vivían en chozas de ramas y paja, sin puertas ni muebles,
y se vestían con pieles de venado.
Transcurrida la segunda mitad del siglo XIX los distintos
grupos aborígenes asentados en las márgenes del río,
tomaron contacto con el primer blanco que apostó en la
región: el dueño de la primera compañía a vapor del
Bermejo, Natalio Roldán. La desconfianza inicial que le
tuvieron fue vencida en poco tiempo por el buen trato y
pronto, casi dos mil de ellos comenzaron a trabajar en
las obras emprendidas.
La ciudad de Formosa fue fundada el 8 de Abril de 1879,
por el Comandante Luis Jorge Fontana.
El 1º de octubre de 1884, por ley Nº 1532 se erige en
Gobernación Nacional, siendo su primer Gobernador el Cnel.
Ignacio Fotheringham.
Formosa fue declarada Provincia de la República Argentina
recién el 30 de Junio de 1955, y su primer gobernador
Constitucional fue el Dr. Luis Gutnisky.
La política nacional hacia los indígenas se completó con
las misiones religiosas. Luego de realizar un vasto
reconocimiento de distintas zonas del Noreste y tras
largas gestiones, en el año 1899 surge la Misión de San
Francisco Solano de Tacaaglé sobre el río Pilcomayo.
Su fundador fue el padre Terencio Marcucci recibiendo
20.000 hectáreas de laboreo para indios tobas.
En líneas generales el funcionamiento de la Misión seguía
el modelo de las misiones Jesuíticas instaladas hasta el
Siglo XVIII.
La Misión compraba toda la producción a cada familia
productora con un precio uniforme y luego la colocaba en
la plaza de Formosa.
En plena conquista sin embargo, el contacto de misioneros
y aborígenes conoció momentos muy difíciles, cuando la
exploración del Bermejo implicó la muerte de misioneros
jesuitas, como el Padre Gaspar Osorio y el Padre Ripari,
sacrificados en 1639.
Años después, corrieron la misma suerte el Padre Salinas
y Pedro Ortiz de Zárate, como también el martirio de
algunos, abrió camino para el trabajo abnegado de otros,
que en oleadas sucesivas y con suerte desigual fueron
llegando a estas tierras.
El sacerdote Franciscano Roque Chielli dedicó los mejores
años de su vida para ayudar a los Chiriguanos y sus
primeros años de trabajo transcurrieron en la misión La
Loma de El Tabacal, hasta que en 1970 un acontecimiento
imprevisto sacudió su pacífica existencia: llegó la orden
de desalojar de inmediato.
La catequesis de los Franciscanos entre los aborígenes se
ha distinguido por un gran respeto a su lengua y sus
costumbres.
HIDROGRAFIA
El sistema hídrico
formoseño forma parte de la Cuenca del Río de Plata y
presenta características muy particulares Los tres ríos
más importantes de la provincia de Formosa, constituyen
sus límites naturales. Pilcomayo, Bermejo y Paraguay.
La mitad oriental de la
provincia está surcada por Riachos y arroyos de escasa
importancia que discurren de Oeste a Este, casi paralelos
entre sí; son temporarios de bajo caudal y sus albardones
altos, sumados a la baja pendiente del terreno, impiden
el libre drenaje y encauzamiento de las aguas, lo que da
origen a grandes esteros y lagunas en las zonas más
bajas, digamos de carácter permanente, como los esteros
Bellaco y Gallego. En general, todos presentan escasa o
nula conexión con los sistemas de ríos, drenando por sus
partes centrales, desarrollando sistemas de cañadas,
cárcavas (arroyos Cucú y Formosa) y cursos con
albardones, anchos y de poca profundidad (Riachos Mbiguá
y Lindo).
Existen también meandros y
cauces abandonados, que permiten la formación de ríos de
carácter irregular y temporario, y los denominados
"madrejones" o "pozos", que son acumulaciones permanentes
de agua que cobran vital importancia, en las épocas de
sequías prolongadas. Estos madrejones son en realidad
parte de los cauces abandonados o ríos muertos,
pertenecientes tanto al Sistema del Río Pilcomayo como al
del Río Bermejo, o a otros sistemas fluviales ya
fenecidos; entre los más característicos podemos
mencionar al "Madrejón de Las Lomitas", al "Pozo de
Maza", "Pozo del Quebracho" y los madrejones formados en
las áreas de antiguos derrames del Río Pilcomayo
Superior, entre Fortín Nuevo Pilcomayo y Salto del
Palmar.
CLIMA
El clima es cálido y la
temperatura media es de 22° C con variaciones extremas en
verano que llegan hasta los 45° C. Formosa se debate
entre la escasez y el exceso de humedad, variable según
la época. El total anual de lluvias caídas en la zona
oriental es de 600 mm. Desde el punto de vista
agroecológico se la divide en tres grandes áreas: la zona
este o húmeda, la zona centro o Sub-Húmeda y la zona
oeste o semiárida.
A su vez, de acuerdo con su posición geográfica, se
pueden distinguir dos tipos climáticos:a) Al oeste el
clima es cálido con estación seca, temperaturas medias
anuales superiores a los 23° C, con moderadas amplitudes
térmicas estaciónales y balance hídrico marcadamente
deficitario.
b) Al este, el clima cálido subtropical húmedo, con
temperaturas ligeramente inferiores y precipitaciones
abundantes durante todo el año, superiores a los 1.000
milímetros anuales.
c) Entre ambos extremos se ubica una amplia faja de
orientación meridiana en la que se produce de Este a
Oeste, una gradual disminución de las lluvias de 1.000 mm
a 650 mm anuales.
En rasgos generales, el clima de la Provincia de Formosa
presenta características climáticas tropicales a
subtropicales. La diferenciación climática es más marcada
de Este a Oeste que de Norte a Sur, con incremento del
grado de aridez y continentalización.
FAUNA
En la Provincia de Formosa
la fauna es muy variada, destacándose el lugar que ocupa
en el mantenimiento de este gran ambiente y por el rol
que cumple para lograr un equilibrado funcionamiento del
ecosistema.
Los más numerosos dentro de los Vertebrados, son los
mamíferos y las aves; característicos ambos de espacios
abiertos, muy adaptados a los ecosistemas existentes,
encontrándose también reptiles (algunos de ellos
venenosos como la víbora de cascabel, yarará y coral),
anfibios y peces.
A pesar de que la fauna en general ha sido diezmada en
algunos lugares, producto de la caza indiscriminada,
provee de importantes recursos alimenticios,
constituyendo además una fuente de ingresos para los
habitantes de la región, pues comercializan: carnes,
cueros, plumas, animales para mascotas, etc., los cuales
tienen como destino los mercados extra regionales.
FLORA
En
La Provincia de Formosa las masas forestales cubren
aproximadamente 5.000.000 de has, predominando los
bosques caducifolios, muchos de los cuales son xerófilos,
aunque también hay presencia de bosques o selvas en
galería, sabanas, palmares, pajonales, estepas y
cardonales.
De acuerdo a las precipitaciones se puede dividir la
provincia en dos Zonas:
Ubicada en la porción
Este, donde los bosques están constituidos por numerosas
especies que pueden aparecer formando bloques continuos o
formando isletas de extensiones variables.
Estos bosques se desarrollan sobre terrenos sobre
elevados, antiguos albardones o lomadas, con suelos bien
desarrollados, profundos y ricos en materia orgánica.
La estructura de estas formaciones es más simple que la
que encontramos en la selva, donde podemos diferenciar
tres estratos fundamentales: estrato arbóreo (con
especies principales y secundarias), estrato arbustivo y
estrato herbáceo.
A su vez se pueden clasificar a los Bosques de acuerdo a
la altura de los árboles dominantes, en Bosques Altos y
Bosques Bajos:
La altura de los árboles
dominantes en este Tipo Forestal oscila entre 25 y 30
metros, y constituyen los mayores recursos forestales de
esta región.
Sobre el suelo, como
cubierta viva que a veces se extiende formando un manto
continuo sin interrupciones aparecen el Caraguatá (Bromelia
serra) , el cardo chuza (Bromelia hieronymi) y con menor
frecuencia la Ibira (Pseudananas macrodontes).
Las lianas y epífitas son menos numerosas que en la
selva.
La
altura de los árboles dominantes es menor que en el Tipo
Forestal anterior, oscilando las alturas entre 20 y 22
metros, los fustes son mas cortos, mas ramificados y
menos cilíndricos, presentando una conformación menos
satisfactoria, siendo en general de menor calidad.
Este Tipo forestal se desarrolla en los suelos mas
pobres, con una composición de 250 árboles por ha, y
volúmenes maderables entre 50 y 55 m3 por ha
En toda la Zona Húmeda
Húmedo son abundantes las sabanas, que sistemáticamente
son inundables en ciertos meses del año, con predominio
de la vegetación herbácea (espartillo, paja amarilla,
paja de techar).
Cuando estos campos bajos son de suelos alcalinos, el
pastizal aparece salpicado de palmeras, la Palma colorada
(Copernicia alba), que en algunos casos forman masas mas
o menos puras y con ejemplares de hasta 20 metros de
altura.
Existen otros sitios más bajos aún, con suelos muy
arcillosos, que permanecen con agua durante casi todo el
año. Suelen tener forma alargada lo que denuncia su
posible origen en un cauce fluvial poco profundo, que
oscila entre 0,50 y 1,50 metros; se los denomina:
esteros, cañadas, bañados, y están poblados por abundante
vegetación palustre como: pirí, paja brava, juncos,
totoras, peguajó y sagitaria. En su interior aparecen
plantas flotantes como: camalotes, repollitos y lentejas
de agua e irupés.
Ubicada en el centro y
oeste de la provincia, donde los bosques son más bajos,
su estructura es más simple comparados con los de la Zona
Húmeda y el número de especies es menor.
La altura promedio de los árboles dominantes varia de 15
a 18 metros
En espacios abiertos y muy
degradados se encuentran las denominadas “plazuelas”, con
suelos desnudos por la erosión eólica e hídrica y con
abundante presencia de cactáceas de los Géneros Cereus
(Cardón, Ucle) y Opuntia (Quimil).
Asimismo existen áreas con suelos predominantemente
arenosos y cubiertos con vegetación herbácea del Género
Elionurus (Aibe). Estos son antiguos cauces fluviales o
paleocauces.
SELVAS EN GALERIA (SELVAS
MARGINALES)
Son formaciones selváticas
higrófilas que se extienden a lo largo de las riberas de
los Ríos: Paraguay, Bermejo, Pilcomayo y sus afluentes.
Difieren netamente de las comunidades florísticas
aledañas y normalmente ocupan pocos metros de extensión
desde la orilla hacia el interior.
En Formosa las Selvas en Galería incluyen grandes árboles
como el Timbó colorado, Ibirá pitá guazú, Inga, Alecrin,
Manduvirá, algunos de ellos presentes en otros ambientes
y también especies exclusivas de las selvas marginales
como el Laurel negro, Laurel hu, Tarumá, Seibo, Ingá,
Mata ojo, Sauce, Ambay, Sangre de drago, y dos bambúseas:
la Tacuara y la picanilla.
ARTESANIAS
FORMOSEÑAS
Para
conocer a fondo las artesanias de Formosa, basta con
recorrerar la Casa de la Artesania.Ubicada
en la calle San Martín Nº 802, la Casa de la Artesanía
abre sus puertas para mostrar y comercializar distintos
objetos legítimamente artesanales, realizados por
miembros de las culturas toba, pilagá y wichi.
En su interior el visitante se encuentra con
tapices, alfombras, cestas, mantas, ponchos, bolsos,
fajas, vinchas, yicas, sikiat, kanatec, kajutí,
artículos de cestería, collares, pulseras, tobilleras,
morteros, jarras, cubiertos, animalitos y figuras humanas
talladas en madera.

La materia prima utilizada por estas tres culturas
proviene de elementos naturales, como la lana, la fibra
vegetal de totoras, palma y paja brava, semillas,
conchillas de río, colas de tatú, frutos de monte,
plumas, madera, cuero, arcilla.
Al recorrer las instalaciones de la Casa de la
Artesanía, el visitante se encuentra en contacto directo
con los artesanos, legítimos artistas regionales, quienes
revelan las técnicas utilizadas para alcanzar los
motivos.
Entre sus secretos, relatan que obtienen la lana
esquilando sus pequeños rebaños o intercambiando con
alguna criolla del lugar sus productos terminados. La
escardan y luego la hilan, prácticamente no conocen la
rueca, salvo rarísimas excepciones. Después de hilada la
lavan y la tiñen.
Entre las artesanías hechas con fibra vegetal cabe
destacar la realizada en chaguar, la más importante de la
etnia wichi. Se trata de una bromelia que crece
abundantemente en toda la región central y oeste de la
provincia de Formosa. Hay una gran variedad de la misma
especie, pero las artesanas seleccionan dos o tres de
ellas para trabajar, ya sea por el largo o la finura de
su fibra.
Por otro lado la alfarería es completamente
utilitaria y por ende está desprovista de toda
ornamentación, ya sea en apliques, incisiones o pinturas.
El artesano toma la tierra en seco, la muele en un
mortero, y después la pasa por un cedazo hecho por una
fina trama de chaguar, para sacarle las impurezas.

Con respecto a la
talla en madera, el único artesano es el varón. En la
cultura aborigen los roles por sexo están bien
diferenciados, y así como no se encuentran varones que
tejan, tampoco se encuentran mujeres que trabajen en
madera. Trabajan especialmente en palo santo, que es una
madera dura y perfumada, con ella realizan morteros,
jarras, cubiertos, animalitos y figuras humanas.
Actualmente han incurrido en una nueva técnica de
combinar distintas maderas anexadas a otros elementos,
como por ejemplo huesos.

Luego de esta explicación, en la que contamos las
técnicas y desarrollos de los objetos, sugerimos no
regatear los precios de las artesanías. Respetemos la
dedicación, el tiempo y el trabajo de estos artesanos. En
nosotros está que sus conocimientos no se pierdan en el
traspaso generacional.
Una de las excursiones que
más éxito tiene entre los turistas es la navegación por
los ríos formoseños. otras opciones son participar en la
Fiesta del Pomelo en Laguna Blanca o visitar el Parque
Nacional Pilcomayo.
PARQUE
NACIONAL PILCOMAYO
Ubicado en el noreste de la
provincia de Formosa, a orillas del río que le da su
nombre, fue creado en 1951 con una superficie inicial de
285.000 hectáreas, que fue disminuyendo con el tiempo
hasta llegar a la actual: tan sólo 47.000 hectáreas. La
superficie de este parque conforma una extensa planicie
con pendientes muy reducidas y orientadas en general de
noroeste a sudeste, presentando depresiones que dan
origen a esteros, bañados y lagunas de diversas
magnitudes. La parte más elevada la constituye la franja
que bordea el río Pilcomayo, que forma albardones, áreas
de terreno que crea el mismo río durante sus periódicas
crecientes con el material de arrastre que traen sus
aguas y que va depositándose en la orilla.

En este Parque encontramos
el mosaico de ambientes típico del Chaco Húmedo, Chaco
Oriental o Chaco de Esteros, Cañadas y Selvas de ribera.
Esta variedad de ambientes está en gran parte determinada
por la ubicación del área. La misma se encuentra
enclavada en la porción más
húmeda de la región chaqueña.
El aporte de agua está dado tanto por las lluvias (caen
entre 950 y 1.200 mm al año) como por las periódicas
crecidas de los ríos de la región. Esta abundancia de
agua permite el desarrollo de una gran gama de ambientes
acuáticos, cubiertos por una rica vegetación que a su vez
sostiene numerosas especies de la fauna silvestre.
Dominan el paisaje los extensos palmares de Palma Blanca
o Caranday, acompañados por pastizales, que prosperan en
zonas inundables.Allí podremos observar alguna Chuña de
Patas Rojas o un grupo de Ñandúes. Los terrenos más
altos, que están fuera del alcance de las inundaciones,
están ocupados por un tipo de vegetación distinta .
Se trata de bosques, que se disponen en isletas rodeadas
de los terrenos inundables ocupados por los palmares
mencionados. Habitan estos bosques mamíferos como el
Zorro de Monte y una gran variedad de aves . Sobre
las costas del caudaloso Río Bermejo, que conforma el
límite norte del Parque hallaremos un denso bosque, con
árboles de hasta 20 metros de altura, cubiertos de
enredaderas, lianas y epífitas. Es la Selva en Galería,
que se nutre de los aportes de sedimentos proveídos por
los periódicos desbordes del Bermejo. El Mirikiná o Mono
de Noche aún puede ser hallado en este restringido
ambiente, que constituye su principal refugio.
Finalmente, en los terrenos donde el agua permanece la
mayor parte del año, se desarrollan los ambientes
acuáticos. Estos están representados por los esteros,
bañados, cañadas y embalsados. Los hallaremos asociados a
lagunas y a tramos de río desconectados del curso
principal: los madrejones o lagunas semilunares. Estos
cuerpos de agua son caracterísiticos de los ríos de
llanura que poseen un recorrido con muchas vueltas o
meandros. Dado que el río cambia periódicamente de curso,
es frecuente que abandone amplios sectores, dejando a su
paso numerosas lagunas en forma de medialuna, llamadas
por ello "semilunares". La fauna que habita estos
ambientes es muy abundante, especialmente en aves
acuáticas y en reptiles como los Yacarés.
SUPERSTICIONES Y LEYENDAS
EL POMBERO
Cuentan en Formosa que una
vez el Pombero se enojó con Marco Gavasa, un
hachero. Y durante la noche, lo sacó del rancho con cama
y todo y lo dejó en medio del monte. esto mismo se
repitió durante varias noches hasta que una vez lo dejó
paralítico de un golpe. Gavasa murió en 1972 a los 86
años.

LA PACHA
MAMA (ver en
supersticiones y leyendas)
LA LEYENDA
DE LA ISLA DE ORO
Esta historia se remonta a
1869,a aproximadamente, tal vez un poco antes o un poco
después. La fecha exacta no es importante; sí, en cambio,
los hechos, porque dieron lugar al nacimiento de una
leyenda. Por aquellos años (1865-70) se libraba una
guerra de exterminio entre el Paraguay y los países de la
Triple Alianza, Brasil, Uruguay y Argentina. Se cuenta
que las tropas paraguayas comandadas por el mariscal
Francisco Solano Lopez venían en retirada desde
Corrientes, bajo el asedio de las poderosas fuerzas
aliancistas. El mariscal, que se desplazaba en un barco,
ordenó al capitán que atracara en una costa para
desembarcar el oro, las joyas y las libras esterlinas que
transportaba con él y que no debían caer en manos del
enemigo. La orden se cumplió de inmediato y el barco
recaló en una isla solitaria. Allí mismo fue enterrado el
tesoro, pero el lugar, sólo el mariscal y algunos pocos
hombres de su confianza lo supieron, y todos ellos se
llevaron el secreto a sus tumbas. Con el correr del
tiempo, muchos aventureros muchos hombres y mujeres,
llegaron a la isla para tratar de hallar la gran fortuna
escondida. Pero todos sus esfuerzos fueron inútiles;
nunca encontraron nada. Pronto comenzó a correr el rumor
de que el tesoro estaba custodiado por seres extraños e
intocables; tal vez los espectros de los soldados más
leales del mariscal. Hasta hoy persiste la creencia de
que la isla guarda un magnífico tesoro, porque en noches
de luna se levanta de algún lugar de la tierra un
resplandor, un frío arco iris que se refleja en las ramas
de los árboles que rodean el enigma.