REPÚBLICA ARGENTINA -

   


PROVINCIA DE

ENTRE RÍOS

 

UBICACIÓN GEOGRÁFICA

La provincia de Entre Ríos se divide en 17 departamentos. se encuentra situada entre los 30º 9' y 34º 2´, de latitud sur y entre los 57º 48' y 60º47´ de longitud oeste. Limita al norte con Corrientes, al oeste con Santa Fe; al sur con Buenos Aires, y al este con la República Oriental del Uruguay.

Las fronteras provinciales de Entre Ríos están marcadas por ríos el Parana por el oeste y el sur el Uruguay al este; y al norte, el Guayquiraró con su afluente el arroyo Basualdo y el Mocoretá con su arroyo de las Tunas. sólo una pequeña franja entre estos arroyos norteños une por tierra a Entre Ríos con Corrientes, y en esta zona los ríos y sus afluentes toman otro nombre. El Paraná es el "Pariente del mar" y tiene como afluentes al Guayquiraró o «Pequeño Gordo Pintado», el Feliciano, los arroyos Hernandarías, Las conchas, salto y Ensenada.

El Uruguay, llamado "Río de los pájaros", recibe al Mocoretá, el Mandisoví Chico, el Mandisoví Grande, el Gualeguaycito, el Ayuí, el Yuquerí y el Palmar, el Ceibal, el Ñancay y el Gualeguaychú, denominado "Agua Tranquila" o "Agua de Andar Despacio", el más importante. El Gualeguay, o "Río de la Cueva del chancho" es el eje de la pendiente central y recoge aguas que transporta al Delta. La compleja red de ríos y arroyos de esta provincia es la más rica del país

HISTORIA

LOS ABORIGENES

El actual territorio entrerriano estaba habitado, antes de la llegada de los conquistadores españoles, por poblaciones aborígenes que desarrollaron culturas particulares y definidas: Guaraníes, Chanás y Charrúas, divididos, a su vez, en subgrupos culturales.

Los primeros se caracterizaron por ser cazadores, agricultores, pescadores y fabricantes de armas (arcos y puntas de flecha), así como diestros en la fabricación de canoas, instrumentos musicales y la utilización de la madera y la cestería. Se ubicaron en la región sur de la provincia donde conformaron una cultura homogénea de tipo sedentario. Vivían en casas agrupadas en aldeas de tipo rectangular o redonda de barro y paja, con un espacio central donde había una plaza.

 La cultura chaná se subdividía en: Mocoretáes, Timbúes y Beguaes, y ocuparon la región oeste de la provincia. Se dedicaron a la caza, pesca, recolección y el cultivo de la tierra. Poseyeron una industria de cerámica decorada. Eran seminómades y sus casas eran ranchos comunales. Su organización a través de cacicazgos hereditarios, contaba con asambleas para resolver asuntos comunitarios muy importantes. Sus creencias religiosas eran expresadas a través de rituales populares.

Los charrúas (cuyo nombre en guaraní significa revoltoso, antojadizo) se subdividían en Yaros, Minuanes, Martidanes y Guenoas, que compartían la particularidad de ser extremadamente belicosos y resistente a todo cambio, a tal punto, que fue el último grupo en desaparecer. La guerra fue su principal actividad, pero también se dedicaron a la caza, la pesca, la recolección y el trabajo en piedra, con la cual realizaban puntas de flecha, arma que era complementada con el uso de boleadoras. Se ubicaron en la región central de la provincia, aunque eran nómades. Sus casas estaban realizadas de esteras armadas sobre postes, en campamentos próximos a arroyos. Estaban organizados en cacicazgos, consejo de ancianos y guerreros, encargados de resolver los asuntos de gravedad del pueblo.
 

LOS CONQUISTADORES

 

Juan de Garay llamó al territorio "La Otra Banda" cuando, luego de fundar Santa Fe en 1573, ingresó a las tierras para explorarlas; y al considerarlas una extensión de Santa Fe las entregó a sus acompañantes en reconocimiento por la labor realizada, y a los efectos de que iniciaran su poblamiento. De esa manera, ocupado el territorio y asegurada la defensa y dependencia del mismo de Santa Fe, se comenzaría a poblar estableciéndose estancias para la cría de ganado.

El fundador de Santa Fe, don Juan de Garay, llegó a la región alrededor del ano 1573. Poco después se trasladó a este nuevo territorio su yerno, Hernando Arias de Saavedra (Hemandarias). Este conquistador organizó expediciones al interior de la provincia y no tardó en librar combates con los indígenas, a quienes venció y redujo.

Su primera localidad fue la Bajada del Paraná, surgida espontáneamente en 1730. Sobre la segunda mitad del siglo XVIII, los jesuitas, desde el noroeste, iniciaron una corriente colonizadora que no se plasmó, como había pasado en otros lugares, en la fundación de misiones, sino a través de oratorios en torno a los cuales se formaron pequeños asentamientos, entre los que destacó el de San Miguel.


FUNDACIÓN DE LAS CIUDADES

 

En 1749, el gobernador de Buenos Aires, José de Andonaegui inició una expedición contra los aborígenes charrúas de la Banda Oriental y el territorio de Entre Ríos, que abrió el camino para la colonización desde el sur.
Tomás de Rocamora (que llamó por primera vez a estas tierras "entre ríos"), fue el primer encargado, por orden del virrey Vértiz, de explorar y fundar oficialmente ciudades en esta región. Así aparecieron a partir de 1783, San Antonio de Gualeguay Grande (Gualeguay), Concepción del Uruguay y San José de Gualeguaychú.

El rápido progreso económico, basado principalmente en el ganado existente, permitió que hacia fines del siglo XVII y comienzos del XIX, se embarcaran grandes cantidades de cuero, se construyeran fábricas para el procesamiento de carne y cebo y se utilizaran las reservas de madera de ñandubay para la construcción de postes y las piedras calizas de buena calidad con que se contaba, para la construcción

 

ORGANIZACIÓN NACIONAL Y LOS CAUDILLOS
 

Entre Ríos se plegó inmediatamente a la causa de la Revolución de Mayo y las ciudades de la costa del Paraná abastecieron a la expedición de Belgrano al Paraguay. La relación con Buenos Aires cambió cuando el Triunvirato, en 1811 firmó un armisticio con el gobernador Elío de Montevideo que lesionaba los intereses entrerrianos a favor de los bonaerenses. Desde ese momento Entre Ríos adquirió un carácter fuertemente federal.

Entre Ríos se unió a Corrientes y Santa Fe, al rehusarse a enviar representantes al Congreso de Tucumán, apoyando el organizado por Artigas en Paysandú. La provincia colaboró con Artigas hasta que Francisco Ramírez tomó el liderazgo de la causa federal dentro del territorio entrerriano.
Ramírez se unió a López de Santa Fe contra Buenos Aires en la derrota que le inflingieron en la batalla de Cepeda (1820), que desembocó en el tratado de Pilar, suscripta entre las tres provincias y que fue el primer tratado interprovincial.

Ramírez derrotó a Artigas, quien al perder el dominio sobre la región, había organizado una ofensiva contra él. Esto posibilitó que el caudillo entrerriano se convirtiera en el hombre fuerte de la autónoma "República Entrerriana" que comprendía además, los territorios de Corrientes y las antiguas misiones jesuíticas, comenzando una política de fomento de la agricultura, estimulando a la ganadería y prestando especial interés en la instalación de escuelas públicas en todo el territorio.
Las diferencias personales y políticas con el caudillo santafesino López, sumado a las guerras civiles que se libraban en la región, culminaron en una serie de hostilidades, durante las cuáles, Ramírez fue derrotado y asesinado, disolviéndose la República Entrerriana.

Entre Ríos rechazó la constitución unitaria llevada adelante por Buenos Aires, pero colaboró en la guerra contra Brasil desde que se inició el enfrentamiento hasta 1832.
Un período de anarquía sufrió durante en pasajes de la década de 1830 con gobernadores que se sucedían infinitamente hasta que López designó a Pascual Echagüe para este cargo, permaneciendo en la órbita de poder del gobernador de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas.

En Entre Ríos y otras provincias se fue gestando poco a poco un foco de oposisción a Rosas, hombre fuerte de la nación. En 1841 en Caaguazú, Echagüe al mando de las fuerzas de Rosas fue derrotado por el general Paz.
Justo José de Urquiza, comandante de las fuerzas rosistas, se hace cargo de la gobernación decidido a recuperar el orden. Expulsa a las fuerzas invasoras de Corrientes e inicia un período de prosperidad para la provincia.
Se crean escuelas regladas por un Consejo Provincial de Educación, entre las que destacó, el Colegio de Concepción del Uruguay, lugar de aprendizaje de las últimas corrientes del pensamiento europeo.
Se crearon las Estancias del Estado, con cuyas ganancias se otorgaban préstamos sin interés para proyectos industriales, destinándose también a la construcción de obras públicas.
Los bloqueos anglo-franceses contra Buenos Aires (1838 - 1840 y 1845 - 1848), habían obligado a los buques mercantes a remontar los ríos Paraná y Uruguay, favoreciendo a Entre Ríos en el comercio, monopolizado desde siempre por el puerto bonaerense. Cuando los bloqueos fueron levantados, el resentimiento provocado por este hecho, junto con la tradicional insistencia de Entre Ríos en un federalismo verdadero, constituyeron las bases de la desición de Urquiza de derrocar a Rosas y unir al país bajo una constitución. Lal batalla de Caseros, en 1852, marcó la victoria decisiva de Urquiza.

El congreso constituyente de 1853, firmado por todas las provincias, a excepción de Buenos Aires, federalizó la ciudad de Paraná como capital provisional y declaró a Urquiza como primer presidente (1854-1860).
Entre Ríos luchó lealmente a favor de la Confederación en las batallas de Cepeda y Pavón, ganadas sin embrago por las fuerzas bonaerenses.
La Convención Constituyente, que dictó la Constitución Entrerriana, reunida en Paraná en el año 1860, eligió al General Urquiza como Gobernador de la Provincia, quien volvió a serlo en el período 1868 - 1870.
En ese momento, el General Ricardo López Jordán aspiraba a ser el nuevo Gobernador. Después de la visita del Presidente Sarmiento, en 1868, y como consecuencia de la elección de Urquiza como Gobernador de la Provincia estalló un movimiento sedicioso encabezado por López Jordán. El General Urquiza no llegó a completar los cuatro años del período constitucional de gobierno provincial, porque fue asesinado el 11 de abril de 1870.

Después de los acontecimientos que culminaron con la muerte del General Urquiza, el Presidente Domingo Faustino Sarmiento, desconoció la autoridad de López Jordán y envió ejércitos a la provincia de Entre Ríos para intervenirla. Este a su vez, organizó un ejército para defenderla. El choque de ambos tuvo lugar en Ñaembe (territorio correntino) el 24 de enero de 1871. López Jordán, vencido, se refugio en Brasil.

La Intervención se suspendió cuando, como resultado de los comicios, se eligió como gobernador a Don Emilio Duportal. Ante la renuncia de Duportal la legislatura provincial nombró al Dr. Leónidas Echagüe para concluir el período 1871 - 1875. El gobernador debió soportar la amenaza de un levantamiento e invasión Jordanista, como consecuencia de la decisión de la legislatura de prorrogar su mandato.
 

INMIGRANTES Y COLONOS
 

El general Justo José de Urquiza dio un gran impulso a la colonización. Por su iniciativa, el 1º de julio de 1857 se instaló en el este de la provincia un importante grupo de suizos, provenientes en su mayoría del cantón de Valais. Allí fundaron colonia San José y comenzaron a cultivar la tierra. En 1859 llegaron nuevos grupos. Ruso-alemanes del volga, agricultores y avicultores, ingresaron en el año 1878. Formaron aldeas en la colonia General Alvear, del departamento de Diamante. Después se distribuyeron por toda la provincia. A fines del siglo pasado llegaron grupos de Judíos. se dispersaron por las colonias Lucienville, Clara, San Antonio, López, Berro y Santa Isabel. Se dedicaron a la cría de ganado, la industria lechera,. la avicultura y la fruticultura. Hubo también contingentes de latinos, españoles e italianos, que vinieron a poblar Entre Ríos, así como otros rincones del país. con el tiempo, inmigrantes y criollos compartieron educación, trabajo y sacrificio, y todos juntos forjaron un gran pueblo sobre la tierra generosa de Entre Ríos.

Desde la década de 1870, Entre Ríos presenció el incremento del establecimiento de colonias agrícolas. Sarmiento estableció la escuela Normal en Paraná en 1871, ciudad que reemplazó como capital provincial a Concepción del Uruguay en 1869.
El Banco de Entre Ríos se creó en 1884 y la provincia estuvo gobernada durante la última década del siglo XIX por gobernadores progresistas que permitieron la creación, en 1900, de la primera cooperativa agrícola
 

CLIMA
 

Por su situación geográfica en Entre Ríos la temperatura disminuye de norte a sur. Dado esto podemos encontrar dos regiones climáticas: una subtropical sin estación seca y otra cálida.

La primera afecta a los departamentos de Federación, Feliciano, Federal y norte de La Paz. Los inviernos son suaves y los veranos con temperaturas promedio superiores a los 26ºC. La temperatura media anual es de 20ºC . Las precipitaciones superan los 1.000 mm. anuales y predominan los vientos norte, este y noreste.

La segunda región climática, que corresponde al resto del territorio, presenta inviernos cuya temperatura media oscila entre los 7º C y 10º C., y en verano, entre los 19ºC y 23ºC. La amplitud media varía entre los 10ºC y 16ºC. En esta zona se encuentran presentes vientos del sur, sureste, noreste y pampero. Las precipitaciones, en promedio, son inferiores a los 1.000 mm anuales.


GEOGRAFIA
 

El relieve entrerriano presenta un paisaje de llanura sedimentaria originado en la erosión, levemente ondulada, de alturas no superiores a los 100 metros. Estas alturas, mal llamadas cuchillas, son en realidad lomadas que constituyen una prolongación del relieve de Corrientes y que al ingresar a la provincia se divide en dos brazos: el occidental o de Montiel, de dirección sudoeste y que llega hasta las cercanías del arroyo Hernandarias y el brazo oriental o Grande, que desde el sudeste llega hasta el sur del departamento Uruguay. Estas lomadas determinan la divisoria de aguas: las pendientes hacia el río Paraná y hacia los ríos Uruguay y Gualeguay.

 


 

Además de estas lomadas, existen tres prolongaciones de dirección Norte - Sur, entre los arroyos Nogoyá y Clé; otro, entre éste y el río Gualeguay y por último, otro, entre el río Gualeguay y el Gualeguaychú.
En la zona de Diamante, Victoria y Gualeguay, las lomadas dan al paisaje un aspecto de toboganes gigantes.
La base de la llanura sedimentaria es de origen precámbrico, sobre cuya superficie se fueron depositando los sedimentos afectados por movimientos epirogénicos, especialmente por formaciones del período Cenozoico con ingresiones marinas del Mioceno-Plioceno y del Holoceno.

 

Desde su propio nombre, la provincia denota la fuerte presencia de cauces hídricos que han determinado su demarcación geográfica e influido en su economía. Los dos principales, el Paraná y el Uruguay, aglutinan a las grandes localidades en sus márgenes. Estos dos ríos forman subsistemas o pendientes dentro de la provincia a los cuales se han sumado otros dos.



 

PENDIENTE DEL PARANA
Presenta cauces que se encuentran entre los ríos Gualeguay y Paraná y desembocan en este, único de esta pendiente que nace fuera de la provincia, en el territorio brasileño, y tras un recorrido de más de 3.800 km, desemboca en forma de Delta, en confluencia con el río Uruguay. La costa entrerriana del río Paraná es alta y barrancosa hasta la ciudad de Diamante, y a partir de aquí, la altura de la costa se invierte, dando lugar a la formación del Delta. Los principales ríos de esta pendiente son: el Guayquiraró (140 km.) que sirve de límite con la provincia de Corrientes; el río Feliciano (198 km.), que nace en la lomada del Mocoretá y desemboca en las inmediaciones de Piedras Blancas; el Hernandarias (limita los departamentos de La Paz y Paraná); el arroyo de Las Conchas, que desemboca en Villa Urquiza; el arroyo Salto, lo hace en las cercanías de La Juanita y el arroyo Ensenada, que desemboca al norte de la ciudad de Diamante.


 

PECES

La fauna ictícola entrerriana está compuesta por más de 200 especies, entre las que se destacan diversas clases de peces: armado, surubí, patí, dorado, sardina, sábalo, manduví, anamengüí, boga, pacú y dientudo.


 

FLORA
 

Son formaciones vegetales que presentan como característica común ser muy tupidos, lo que dificulta el paso del hombre montado a caballo o a bordo de un automóvil Hay montes en el centro y en el noroeste de la provincia. Las especies que los forman son el ñandubay, el algarrobo, el espinillo, el chañar, el tala, el molle, el lapacho y el timbó.

 

 

 

 

EL MONTE BLANCO
 

Otra clase de monte está ubicado en el Delta del Paraná. sus árboles son de madera blanda y pulposa, de hojas grandes. Algunas de las especies arbóreas que se encuentran en esa zona son el sauce criollo, el colorado o de la costa; el álamo criollo, el Carolina y de canadá, los ceibos, curupiés, timbúes, canelones, laureles y falsos alisos


PLANTAS ACUATICAS Y FORRAJERAS

 

Una rica flora acuática puebla los ríos y lagunas: el irupé, el repollito de agua, camalotes y achiras. Y más al sur, donde las tierras son aptas para la cría de ganado, se extiende un espeso manto herbáceo sin formaciones arbóreas


EL PALMAR DE COLÓN


En colón se presenta una formación de palmares (yatay) a manera de un bosque abierto. Esta misma especie de palmeras también se desarrolla en concordia.

 PARQUE NACIONAL EL PALMAR
 

 

 

 

TURISMO



GUALEGUAYCHU

 

Turísticamente, su repercusión y trascendencia se debe al denominado “Carnaval del País”, que se desarrolla anualmente en un marco de suntuosidad y esplendor, acaparando la atracción de visitantes de todo el país y de países vecinos.

Los verdes, todo el año hacen de Gualeguaychú un lugar para comulgar con la naturaleza

 

Pero además, bendita con todo lo que es espectacular en la naturaleza, la región tiene el privilegio de estar bañada por las aguas limpias de los majestuosos ríos Gualeguaychú y Uruguay, riachos y vertientes naturales.

Todos estos recursos la proveen de hermosas playas de arenas blancas en las que se diseminan espesos bosquecillos de ñandubayes y aromitos

 

 

 

 

 

 

 


COLON
 

Alternativas de todo tipo se suman al proyecto de este lugar pensado y preparado para recibir al turista, cuya presencia cada vez mayor, la denuncian sus playas y alojamientos concurridos durante todo el verano. Cada una de las propuestas de Colón están teñidas de aventura y emoción: sus aguas termales, sus palmares y el río, así como la calidad de su excelente infraestructura que brinda al visitante la más cálida bienvenida.
 

 

CONCORDIA
 

La región era habitada por pueblos nativos pertenecientes a parcialidades charrúas y también por los guaraníes, que habían llegado a la zona desde el norte, unos 500 años antes.
Por el 1700 los jesuitas erigieron un oratorio bajo la advocación de San Antonio de Padua, con una pequeña guarnición de indios misioneros. Más tarde los jesuitas fueron expulsados y se que la región quedó olvidada.

La atención vuelve a centrarse en estas tierras cuando el General Artigas inicia el éxodo oriental, entre los años 1811 y 1812. Entre distintas versiones se señala al 29 de Noviembre de 1831 como su fecha de fundación, mediante un decreto de la Asamblea General reunida en Paraná.
 

 

GUALEGUAY
 



Frente a la Plaza Constitución se encuentra este maravilloso templo que data del año 1836. Su construcción comenzó bastante tiempo antes, allá por el año 1807 y su estructura fue diseñada en forma de cruz latina, con una nave central, dos laterales y con 38 columnas estilo dórico. La altura en su parte superior alcanza los 53 metros. Sus altares han sido totalmente construidos en mármol de carrara y ónix. En todo su interior pueden admirarse magníficos frescos, obra del artista José Pierini.

Otras excursiones recomendadas son: Concepcion del Uruguay, Federación, Villa Elisa, Paraná, Victoria, Villa Urquiza, La Paz, Villaguay, Chajarí, Diamante, Ibicuy, Villa Paranacito, y Hernandarias.

 

 

 

CARNAVAL DE GUALEGUAYCHU


HISTORIA
 

Desde fines del siglo 19 Gualeguaychú, al igual que otros pueblos de la provincia, tuvo en sus corsos, la máxima expresión de alegría y diversión colectiva. En un principio, el corso se desarrollaba por las tardecitas, ya que la ciudad no contaba con adecuada iluminación (la energía eléctrica recién vino en 1907).- En las primeras décadas del siglo pasado, los corsos que se extendían por calle 25 de Mayo desde Rocamora hasta Mitre, alcanzaban un esplendor comparable al actual.- El paso por dicha arteria, se hacía de ida y vuelta. Numerosos palcos instalados por las familias cubrían las veredas desde una punta a la otra del circuito, casi sin separación entre unos y otros. Sus dueños competían para tener el palco mejor engalanado e iluminado. Numerosos carruajes poblaban el circuito llevando a las niñas mas bonitas, con sus trajes de fantasía. Era tal la cantidad de serpentina y papel picado utilizado en todo el trayecto, que a menudo los cocheros debían detener la marcha para desatascar los ejes. Los jóvenes intercambiaban con las niñas los clásicos ramitos de flores, lo cual muchas veces servía como pretexto para iniciar una relación. En ese marco apoteótico de las primeras décadas, una de las mas célebres atracciones, ha sido sin duda, la Comparsa de Nerón. Representaba al emperador romano, con toda su corte, guerreros, poetas, y era tal el números de sus integrantes, que cuando la primera escuadra iba llegando a la calle España, la última recién estaba saliendo de Rocamora, es decir mas de cuatro cuadras y de 200 integrantes. Una sola de las escuadras eran guerreros, montados en caballos blancos que ocupaban casi una cuadra del circuito. Su creador fue Abelardo Devoto, aficionado a la música y a los temas clásicos, y su hojalatería de la calle Churruarín servía como centro de trabajo de la comparsa. Alrededor de 1930, se construye en el centro de la ciudad, una enorme pasarela de madera que se extendía por encima del circuito entre ambas veredas de la 25 de Mayo y en cuya parte superior actuaban las orquestas, murgas y conjuntos. En las décadas siguientes, años 30 y 40, se impusieron las murgas tradicionales, que al igual que las uruguayas de hoy día, cantaban sus canciones y eran autoras de sus propias letras que contenían numerosas apreciaciones y críticas sobre temas del momento en la ciudad. Los cánticos ocurrentes y la gracia de los escoberos, diablos  y demás figuras, otorgaban atractivo a las numerosas agrupaciones que venían al centro desde todos los barrios. Por entonces, estos conjuntos se nutrían exclusivamente de la periferia de la ciudad y no contaban con presencias femeninas. En las décadas siguientes, la irrupción de las murgas con cornetas de caña y papel, enterró a las ingeniosas y divertidas murgas cantadas, con lo que el corso comenzó a languidecer lentamente. Para mediados de la década del 70, parecía que el carnaval de Gualeguaychú nada mas tenía para ofrecer. Y por si algo faltaba para restarle atractivo, numerosos juegos además del de agua, habían degenerado en violencia, por lo que poco

 

 

 a poco, las familias se iban alejando de nuestros corsos.- ¿Qué es lo que operó la transformación asombrosa que llevó a nuestros coros al rango de los mas deslumbrantes del país? Varios factores: En primer lugar, en Gualeguaychú se celebra desde 1959, un desfile de carrozas estudiantiles. Participando en él, nuestros estudiantes desde ese entonces, aprenden a crear, pintar, decorar, armar, diseñan, sueldan, iluminan, y en general crean obras magníficas aprovechando  elementos constructivos que la gente les regala o simplemente tiran por inútiles. Es decir, que la mayor parte de los gualeguaychuenses de 50 años para abajo, alguna ve han hecho carrozas o ayudado en las mismas. Esto, con el paso de los años, le ha dado a Gualeguaychú una especie de profesionalidad colectiva, que algún día tenía que manifestarse en otra forma. Y entonces aparece en el tiempo, la unión de las circunstancias que hicieron posible a ese pueblo artístico y talentoso manifestarse y proyectarse en algo mas trascendente. En el año 1978 el comerciante Luis E. Daroca propietario por entonces de un supermercado que se encontraba en 25 de Mayo y Caseros, propone una nueva forma de organizar nuestros corsos. El mismo Sr. Daroca, había financiado en los años anteriores, la comparsa que llevaba el nombre del supermercado y a la vez su propio apellido (Daroca) al revés: Acorad. La Comparsa Acorad había sido un éxito resonante porque revolucionó nuestros tradicionales corsos en los que predominaban las viejas murgas. Pero el esfuerzo financiero difícil de sobrellevar, mas la creciente de ese año 78 que inundó su negocio,

hicieron que Daroca se diera por vencido. Sin embargo eso le sirvió para darse cuenta que si queríamos mejorar el nivel del carnaval, había que organizarlo de otra forma. En primer lugar, proponía que se cobrara una entrada. Hasta entonces los corsos eran gratis. Y proponía que la recaudación fuera para los que presentaban espectáculos. Y para ello el corso debían organizarlo los propios actores. Pero para que no se transformara en un negocio lucrativo, exigía que estos actores que presentaran espectáculos y organizaran el carnaval, no fueran personas particulares, sino instituciones. El Intendente era por entonces el Ingeniero Isidoro Etchebarne (Balucho) y aceptó la modificación, por lo que se llamó a todas las instituciones y entre varias de ellas, eran 15 aproximadamente, se formó la primera comisión de corsos, bajo la nueva organización. Al primer corso lo organizaron en 1979. Entre ese año y el siguiente empezó a levantarse el nivel. Influyó mucho que esta nueva Comisión de Corsos trajo muchas comparsas de prestigio, como las de Corrientes, otras de Brasil, etc. y ello produjo un efecto de contagio. El gran estallido se produjo en 1981, en cuyo corso las comparsas de Gualeguaychú, dieron un salto en la elevación de su calidad  que alcanzó de golpe un brillo muy cercano al actual. Pero antes de 1981 ya habían nacido algunas de esas comparsas, como Papelitos del Oeste (1977) y O’ Bahía (1980). En 1981 aparecen las restantes: Marí Marí, Kamarr y Ara Yeví.A continuación una breve síntesis de los comienzos de cada una:


PAPELITOS
: A principios de 1977, en el Barrio Oeste, en la cuadra de calle Avellaneda entre 25 de Mayo y San Martín, un grupo de niños había formado una pequeña comparsa infantil y todos los días al anochecer, hacían sus ensayos desfilando por las inmediaciones de esa cuadra. Al principio eran diez o doce, pero con el correr del los días se iban anotando nuevos integrantes hasta que llegaron a 40. Cuando los padres vieron la dimensión que estaba tomando la comparsita decidieron reunirse para ayudarlos y darles alguna organización. Fue así como Don Marcelino Amarillo, que vivía en el Barrio Oeste desde 1946 y era músico de la banda del Regimiento, comenzó a prepararlos. A los pocos días la batucada infantil había adquirido un ritmo que llamaba la atención y todo el barrio salía a la hora de su paso. Por aquel entonces el Club Juventud Unida, organizaba unos festivales que se llamaban El Carnaval de la Alegría en que había concursos en todas las categorías.    El grupo de padres, entre los cuales estaba Mirta Rodríguez de Larrivey, Rosbel Ríos, María Rosa de Arakaki, Marcelino Amarillo, entre otros, decidieron inscribir la comparsa infantil para concursar en el Carnaval de la Alegría. Como no tenían muchos recursos para hacer los trajes, resolvieron confeccionarlos en papel crepé de distintos colores, adornados con cintas de papel metalizado y la plumas las imitaban con penachos recogidos en el campo, a los que teñían. Cuando hubo que buscar un nombre para inscribirse, una de la madres dijo al verlos con sus trajes: pero si se parecen unos papelitos... Entonces alguien propuso que llevaran por nombre Papelitos. Pero estos no estaban de acuerdo, porque querían que en el nombre estuviera representado el Barrio. Fue así que otro propuso un nombre que conformara a todos: Papelitos del Oeste.
Su actuación en el Carnaval de la Alegría fue todo un éxito y ganaron el primer premio en la categoría infantil. Y tal fue su entusiasmo que resolvieron inscribirse ese mismo año, 1977, para concursar en la misma categoría en el Corso Oficial. Allí tenían un duro rival, que era la comparsa Acoracita que era la versión infantil de Acorad, por entonces la sensación de nuestro carnaval. Y Papelitos del Oeste logró la hazaña de ganarle a todas sus competidoras y llevarse el primer premio de la categoría en el Corso Oficial. Al año siguiente, agregaron algunos integrantes de mayor edad y resolvieron presentarse en la categoría mayor. Y nuevamente Papelitos del Oeste gana el primer premio pero ahora en la categoría máxima de comparsas. Ese mismo año, ante el sacrificio que les había costado vestir toda la comparsa, llegan a un acuerdo con el Club Juventud Unida, por el cual en adelante representarían a esa institución, que se hacía cargo de la financiación. Fue en esa ocasión en que se modificó el nombre, suprimiendo al agregado del Oeste con lo que pasó a llamarse Papelitos. Y representando a Juventud ganaron nuevamente en la categoría mayor en los años 1979 y 1980. Hasta entonces los directores habían sido Mirta Rodríguez de Larrivey, Juan Martínez, Giovanna Benedetti de Ernalz. Para 1981 resuelven representar un circo. Se llamó Papelitos Circus Show y la dirigió la Sra. Lala E. de Torrusio. Ese año alcanzó un esplendor muy parecido al actual. Ya se habían abandonado los característicos trajes de papel que le dieron el nombre y habían aparecido las lentejuelas, las plumas brasileñas o africanas, piedras, mostacilla, etc. Con el circo Papelitos había superado los 200 integrantes, fue la mas numerosa que se ha visto en nuestro carnaval. Sin embargo, pese al brillo alcanzado, cuando parecía que en 1981 debía triunfar nuevamente, Papelitos conoció por primera vez el sabor amargo de la derrota. Ese año debutó ganado Marí Marí.    De ahí en mas Papelitos siguió perfeccionándose y ha vuelto a ganar en otras oportunidades como cuando representó estampas y música de Entre Ríos o mas recientemente El Quijote de la Mancha en 1992 y 1993.


MARÍ-MARI
: (Buen día,  en mapuche ). El Club Central Entrerriano, era una de las instituciones que integraban la nueva comisión de corsos que se había fundado en 1978. Pero no tenía mayores antecedentes en materia de espectáculo de carnaval, salvo una Scola do Samba que había presentado en 1972 dirigida por Osvaldo Rey. El delegado de Central Entrerriano ante la Comisión de corsos era el joven José María Bértora, Morochito, hijo del Dr. José María Bértora, quien durante tres décadas había ocupado en forma casi permanente la Presidencia del Club y por cuya gestión se compraron los primeros inmuebles con los que se hizo la actual sede además del gimnasio que lleva su nombre. Morochito Bértora era el que mas insistía en que el Club presentara algún espectáculo para carnaval, porque de ese modo se aseguraba una mejor participación en las ganancias. Fue así como en el año 1979 Central Entrerriano presentó una carroza muy bien realizada y en la que tuvo mucho que ver el trabajo de la Sra. Nélida Bermúdez de Irigoyen, Nelita. En la carroza de 1979 iba la Reina de Central, Srta. María Elena Schaaf, que si bien no fue consagrada reina del carnaval de ese año, sin embargo la carroza como tal, ganó el primer premio en su categoría. Por aquella época un grupo de matrimonios del Club Central, habían viajado a Concepción del Uruguay para ver desfilar una de las grandes comparsas de Corrientes (Por entonces la ciudad de Corrientes era considerada Capital del Carnaval del País). Entre otros habían viajado el Dr. Eduardo Baretich, que era presidente del Club, Pibe y Gladys Aleu, Nelita y Betucho Irigoyen. En esa ocasión Nelita le dijo a Baretich, un poco en serio y un poco en broma, luego de ver pasar la gran comparsa: cuando quieran hacer una comparsa como esta, avísenme... Al año siguiente Baretich se presentó en su casa  recordándole la promesa. Pero como no había tiempo suficiente (una comparsa lleva varios meses de trabajo) resolvieron no presentar nada en 1980 pero si ponerse a trabajar para 1981. Casi todo el trabajo de la comparsa se realizó en la propia casa de Nelita Bermúdez y su marido, Betucho Irigoyen, que era muy amplia y estaba a una cuadra del Club en calle Méndez de Chacabuco, ángulo Sudoeste. El nombre de la comparsa lo extrajo Nelita de un libro de leyendas indígenas. Marí Mari significa Buen día o el amanecer. Por eso desde sus comienzos se lo representa con un gallo o bien con el sol naciente o ambas cosas. Una de las claves del éxito de Marí Marí, aparte del esplendor de sus trajes y la belleza de sus pasistas, fue la canción. La música la extrajeron de una colección de sambas brasileños que había traído el Dr. Giovanni de Domini, quien había vivido muchos años en Brasil. La letra fue escrita por Jorge Chavez que junto con toda su familia fue uno de los que mas trabajaron para la comparsa. La cantaba Dito Olcese con una orquesta que dirigía  Jorge Reynoso y fue tal éxito de la canción que en pocos días la cantaba todo Gualeguaychú no solo en el corso sino en todos los barrios de la ciudad. Su estribillo mas conocido y recordado era: Canta canta linda gente, Que la alegría está aquí, El carnaval ha llegado, Lo trajo ahora Marí Marí Otras de las claves del éxito de Marí Marí  consistió en ser la primera comparsa que introdujo al igual que las de Brasil un tema samba o samba enredo tanto en la música como en el baile. Hasta entonces las comparsas locales tenían en su batucadas in ritmo mas parecido a las marchas militares. Pero Marí Marí introdujo el ritmo de zamba. Y además innovaron en el baile y la coreografía introduciendo el samba. Para ello y como parte de la preparación habían hecho varios viajes, primero a Corrientes y luego al Brasil, donde vieron las escolas  batucadas. Y trajeron la novedad a Gualeguaychú introduciendo por primera vez las ahora célebre paradas de batucada con cambios de ritmo, solos de casetas, etc., que cautivaron al público acostumbrado hasta entonces a otra cosa.- También en esos viajes vieron como se bailaba el samba y algunas pasistas de la futura comparsa, viajaron especialmente para aprender esos pasos y luego enseñarlos a sus compañeras. Tal el caso de Yolita Bermúdez que era sobrina de Nelita. La carroza era de gran tamaño, toda de color blanco, y en la cual estaban representados tres elementos, el sol, el gallo y la naturaleza: eran los símbolos de Marí Marí. Su construcción la dirigió la arquitecta Marta de Casas sobre una idea de Nelita Bermúdez y se realizó en el galpón de Mendaro en Del Valle y Alem. La Reina de Marí Marí era Gabriela Barcia.La irrupción de Marí Marí con sus fabulosos trajes en los que abundaban las plumas, piedras y lentejuelas de gran calidad de confección, mas la innovaciones en el ritmo musical y pasos de baile y sobre todo lo contagioso éxito de su canción, hicieron que en el año de su debut ganara el primer premio. Esto se ha repetido muchos años al punto de se la comparsa que mas primeros premios ha ganado en Gualeguaychú. Sus éxitos mas resonantes fueron la realización de temas como Leyenda de la Victoria Regia, Aída, Flash Gordon, Nelita (en su homenaje) Combustible para la Ilusión, Afrú Zambó, etc. Luego durante quince años fue dirigida por José Luis Gestro  quien le hizo ganar la mayor cantidad de primeros premios (12) y cuya temprana muerte enluto al carnaval de Gualeguaychú.


KAMARR:(luna,
en árabe) El Centro Cultural y Social Sirio Libanés fundado por Don Habib Haddad en 1936, había caído en una crisis, cuando se hiJk cargo de su Presidencia el Dr. Julián Majul quien convocó a toda la colectividad a realizar algo para integrarse a la sociedad de Gualeguaychú. Una de sus directivas, Olga Silio, que había sido compañera de Numa Frutos cuando ambos eran empleados de la Tienda Barato Argentino, luego Casa Azcárate, propuso realizar una comparsa. Decidido esto, presentó un proyecto Numa Frutos que fue aprobado. El nombre Kamarr significa luna, que es un símbolo muy importante en toda la cultura árabe. Mucha gente trabajó y toda la colectividad árabe le dio su apoyo. La carroza fue realizada por un jovencito que por entonces solo tenía 14 años, pero que luego se convertiría en uno de los monstruos sagrados, del carnaval de Gualeguaychú: era José Luis Gestro actual Directos de Marí Mari.    Kamarr se presentó en una categoría inferior: como grupo carnavalesco, es decir con menos integrantes que las comparsas y ese año ganó en su categoría. Luego ascendió a la categoría de comparsa.

ARA YEVI: (tiempo de diversión en guaraní)  El Club Tiro Federal, fundado en 1920, era otro de los integrantes de la Comisión de Corsos creada en 1978. Al llegar el carnaval de 1981 la Sra. Elena Taibo de Dacal, cuyo hijo Mariano Dacal era jugados de fútbol de las inferiores de Tiro, ofrece al Presidente Ambrosio Lozano Aguiar, el aporte de su escuela de baile, para formar una comparsa (ya lo había hecho años antes con Acorad y luego pasó a colaborar como coreógrafa en Kamarr en la que trabaja hasta ahora).  Un gran grupo de socios y sus esposas, incluidos mucho dirigentes del fútbol, se dieron a la tarea de organizar la comparsa que en idioma Guaraní significa Tiempo de Diversión. Se presentó por primera vez en 1981 representando el Folies Bergere célebre teatro de revistas de París. Su primera reina era la joven Roxana Peirot que por entonces vivía en Rosario del Tala aunque sus padres eran de Gualeguaychú. Entre las pasistas mas destacadas de Ara Yeví se recuerda a Rosario Lanjo y Ana María Frávega. También bailaba un niños que se había destacado en la escuela de la madre: Fernando Dacal de 11 años.


O’ BAHIA:
El Club de Pescadores de Gualeguaychú, fundado el 22 de Febrero de 1949 era otra de las entidades que pertenecían a la nueva comisión de Corsos y por lo tanto tenía la obligación de presentar un espectáculo. Es así como presenta por primera vez su comparsa O’ Bahía en el carnaval de 1980. Costó un gran esfuerzo a los dirigentes del Club Pescadores, presidido por el Sr. Antonio Peverelli, armar la primera comparsa. Para juntar los primeros fondos se hacían rifas y festivales en la sede del Club. Algunos vecinos con Ruperto Gelós, o Don Luis María Franchini, hicieron su aporte económico. Pero hubo un matrimonio que fue pieza clave en cuanto a contagiar a todos los demás su entusiasmo para hacer nacer a O’ Bahía. Era el Sr. Jorge Peralta y su señora Ada Killmarr de Peralta, que tenían un negocio en calle Montevideo entre 25 de Mayo y San Martín. La Sra. Ada de Peralta se recorría el pueblo entero buscando elementos, colaboradores, pasistas. Para conseguir la batucada que la hizo célebre, viajaron un día a Fray Bentos el Sr. Peverelli y otros directivos de la comparsa entre los cuales cabe recordar al Profesor Jesús Legaria, que colaboró en los inicios. En Fray Bentos conocieron al Sr. Rubén Giménez, quien lograra una gran popularidad en Gualeguaychú por el diestro manejo del redoblante, conocido por su apodo Ojito.

E
L GRAN ESTALLIDO
:1981 es el año del gran salto en la calidad del espectáculo. Porque no sólo Papelitos había alcanzado la completa mayoría de edad con la representación del Circo, sino que además, irrumpe en forma espectacular Marí Marí (que debuta ganado), aparece también Kamar que aunque en una categoría inferior –grupo carnavalesco, hasta 80 personas- alcanza gran lujo en sus detalles, y Ara Yeví que también debuta ese año, además de O’ Bahía, que salía por segunda vez. Ello además de otros grupos ya desaparecidos como la Barra Divertida. Lo demás es historia reciente: la proyección nacional que alcanzó y el prestigio entre el público que asiste en forma creciente año a año desde distintas provincias, todo lo cual contribuya a su permanente crecimiento y perfección. Contribuyó muy especialmente al rango actual del llamado Carnaval del País la inauguración del corsódromo con capacidad para mas de 30.00 espectadores sentados su potente sistema lumínico y de sonido, que desde 1997 funciona en lo que antiguamente fuera la estación del ferrocarril.

-         Kamarr y Papelitos a las que le correspondía salir por haber descendido en 2002 y 2003 respectivamente.


ESTRUCTURA DE LAS COMPARSAS


Las comparsas de Gualeguaychú tienen un límite de 250 integrantes como máximo y  un tope de cuatro carrozas y cuatro trajes de fantasía

Esta limitación también ha sido establecida por razones económicas aunque muchos discrepamos con tal criterio, porque puede afectar el crecimiento  futuro del espectáculo.

Cada año elaboran un tema o argumento que se desarrolla a través de sus distintas partes. Generalmente abre el desfile un grupo llamado comisión de frente,  compuesto por  figuras muy visibles y trajes impactantes que teniendo relación con el tema, buscan predisponer al espectador. Puede estar precedida de una figura individual que va al frente.

Luego viene la carroza de apertura. Esta contiene generalmente una presentación del tema y es frecuente que lleve en su parte delantera el nombre de la comparsa.

Las dos carrozas intermedias están vinculadas temáticamente a alguna de las escuadras y la de cierre conlleva generalmente un mensaje final integrando un solo conjunto con la batucada.

Luego se ve la pareja de embajadores. Son una chica y un varón con vistosos trajes que suelen tener en alguna parte de sus atuendos, los colores o algún símbolo de la entidad patrocinante. Está tomada de la portabanderas y maestro de sala del carnaval carioca. La mujer es portadora de la bandera y el varón baila alrededor de ella, haciendo pleitesías con un gran abanico, no sólo a la chica sino a la bandera.

Enseguida comienzan las escuadras, generalmente comandadas por una figura o pareja de bastoneros. Cada una representa un subtema dentro de la comparsa, que va simbolizado en el espaldar, tocado, pollera bahiana y a veces hasta en los brazaletes o calzado. Algunas escuadras se complementan con una carroza alusiva y estas totalizan cuatro por comparsa, constituyendo estas por su tamaño y esplendor, uno  de los aspectos mas destacados del Carnaval del País.

Espaldares y tocados: Un rubro a tenerse en cuenta especialmente por el espectador es el de los espaldares y tocados. Se llama espaldar al aditamento que los integrantes llevan sobre  sus hombros y espalda, donde se asienta la mochila. El tocado  es lo  que cubre su cabeza. También hay pectorales o pecheras, hombreras, brazaletes,  cintos,  taparrabos, tangas, caireles, botas etc.  La importancia de los espaldares y tocados, aparte de su belleza, es que en ellos generalmente va simbolizado con alguna figura, lo que el integrante (o toda la escuadra) representa. Por eso, conociendo el tema de la comparsa, hay que saber buscar en los espaldares , tocados etc. sus significados. En algunos casos la representación puede estar en los brazaletes o hasta en las botas.

Cada comparsa tiene sus talleres de espaldares y tocados con sus respectivos especialistas. Un buen espaldar no solo debe adaptarse al cuerpo de la persona, sino además ser sólido y liviano a la vez, para que no se rompa (sucede en las mejoras familias) y  permita bailar cómodamente. Muchas cicatrices  o apósitos en los hombros, bailarines que van como inclinados por su peso, o bien que llevan sus tocados en la mano porque les molesta, pueden ser signos de alguna falla de confección. Cuanto menos se ve de la estructura de un espaldar, mejor hecho está. Si un espaldar tiene plumas  en el frente y no en la parte posterior dejando ver la mochila, algo le ha faltado: O bien es la primera noche, o faltó plata.

Los trajes de fantasía: Son los mas espectaculares de la comparsa, por su tamaño y lujo. Van temáticamente integrados a una determinada escuadra o carroza. Generalmente su peso impide bailar  a sus portadores, que se limitan a acompañar suavemente el ritmo. Es  un arte saber pasear un traje haciéndolo circular para que se vea en todas sus partes. Es muy  común que lleven ruedas, para poder avanzar aliviando la carga y algunos tienen luz propia. Los hay de dos tipos: los de piso ya descriptos , y los que van en las carrozas. Estos últimos suelen llevar el espaldar desprendido de su portador para que pueda moverse, pero en la fiesta especial donde compiten estos trajes, deben bailar con el espaldar puesto. Suelen alcanzar un peso de mas de 80 kilos, llevan hasta 2.500 plumas y varios kilos de lentejuelas bordadas una por una con mostacillas, además de piedras, perlas y otros elementos, que al algunos casos superan las 500.000 piezas.

Están prohibidos los destaques tradicionales, portadores de personas sobre ruedas. Los que se verán en este carnaval son en realidad grandes trajes de fantasía con ruedas, pero la única persona que los porta es la que los empuja al desfilar. En otras palabras: acá la única persona que lo porta, empuja al traje; en el destaque clásico, este lleva a la persona arriba, y es empujado por otros. Finalmente están los trajes fantasía que van en las carrozas y solamente se los baja la noche de la competencia en ese rubro, junto con la elección de la Reina.

Las plumas: Las plumas mas usuales son las denominadas amazónicas o africanas. También las de faisán, pavo real y las mas chicas llamadas cola de gallo. Se usan con sus colores naturales o bien teñidas.

Las orquesta: Va en una de las carrozas y la vestimenta de  los músicos se corresponde con el tema carrocero.  El sonido se trasmite por FM  a la red de parlantes del circuito, que lo difunde a lo largo de toda la comparsa con exclusión de la parte final, donde desfila la batucada. Los temas musicales hoy día son propios y compuestos por las mismas orquestas. Hasta hace unos años, predominaban temas musicales nacionales o extranjeros popularmente impuestos, a los que se les reemplazaba la letra introduciendo la de la comparsa. El carnaval de Gualeguaychú ha ido buscando su personalidad musical. Ha tenido influencias de Brasil, Corrientes, Uruguay, pero el público demanda un ritmo movido que levante los espíritus e invite a participar. En algunas comparsas se ha llegado a la siguiente transacción: una parte muy movida, alternada con un tramo de samba para luego renacer el ritmo acelerado. También se ha impuesto estos últimos años , el inserto temático: Dentro del tema musical base, se ensambla un tramo de música propia del tema ( africana, árabe, etc).Todo ello determina los pasos de baile.

La Reina: Va generalmente en una de las carroza, aunque a veces se la ve bailando en el piso. Lleva algún símbolo, corona, diadema etc. que la identifica como tal, aunque el mejor indicador de su presencia es la belleza. Después de la elección de la Reina del Carnaval, desfilan con la corona y o banda que les ha correspondido.

Pasistas: Cada comparsa tiene una pasista principal que baila delante de la batucada, siguiendo su ritmo. Generalmente va acompañada de algún varón, o bien un cuerpo de baile.

Comisión de batucada: Se llama así al grupo que va bailando al ritmo de la batucada, precediendo a  la pasista, que generalmente va junto al director de batucada.

BATUCADA:

A diferencia del carnaval carioca, en el cual la batucada es un complemento de la música (Una orquesta mas reducida, con cavaquinhos –4 cuerdas-  y guitarras de 7 cuerdas) a la que acompaña con su ritmo, en el carnaval de Gualeguaychú en cambio, ambas son totalmente independientes.

Por ese motivo, los bafles de la red que difunden la música de la orquesta, se van silenciando cuando se acerca la batucada, para no mezclar ambos sonidos. De cualquier modo, hay quienes no pueden evitarlo y son víctimas de esa mezcla: son los integrantes de la última escuadra, que al recibir ambos ritmos, de a ratos no saben cual bailar.

Inicialmente las batucadas eran de 80 o mas integrantes y ejecutaban  ritmo de samba. Luego fueron variando hacia uno mas fuerte y veloz. Todo esto ha generado una discusión: por un lado los que sostienen que se ha desnaturalizado su origen de samba puro, como lo era el célebre Canta Canta (Marí Marí ‘81) o de O’Bahía en sus comienzos.  Por  el otro, están los que sostienen los estilos actuales, argumentando que eso es lo que demanda el público.

Actualmente tienen alrededor de 30 integrantes. Los instrumentos son exclusivamente de percusión y no siempre coinciden con su origen brasileño, ya que allá se usa un redoblante diferente. Otros instrumentos brasileños que se usaron acá y casi han desaparecido son: la cuica  (una especie de varilla  adosada a un parche que suena al pasarle la mano con presión) y el agogó ( en forma de doble campana de distintos tonos) y los pandeiros  que son, como su nombre lo indica, primos de la pandereta, aunque mas sólidos y de parche mas firme. Se baten con la mano y como casi todos estos instrumentos de percusión, emiten distintas notas según el  lugar del parche (o borde) en que se los percute.

El ritmo de la batucada es marcado por los redoblantes y surdó. Las casetas, le otorgan brillo al mismo jugando con él. Estas tienen un parche chico que se bate con una varilla, simple o doble, cuyo sonido varía según la posición a la que se gire, ya que cambia la presión de los dedos en el parche. También están los repeñiques, que se distinguen de los redoblantes ya que aquellos llevan un tambor mas alto y no tiene vibradores, por lo que emite un sonido mas seco.

Pero los que verdaderamente marcan el ritmo de fondo son los surdó. Ello a  tal punto, que si el del surdó de pierde, se desajusta toda la batucada. Son del tipo de los bombos y van colgados para ser batidos con un caño, quedando el parche a la altura de la cintura. (Salvo que el ejecutante sea muy petiso). El surdó cambia de sonido según se apoye o no la otra mano sobre el parche. Según algunos, su nombre se origina en la similitud de su ritmo con los latidos del corazón.

Complementan el grupo, los sicuallos  formados por múltiples rodillos que suenan al chocar entre sí al agitarlos con la mano. Suelen usarse también los recu recus , una especie de barra de madera hueca con ranuras que suena al ser recorrida.

Las batucadas son el cortejo que acompaña a la pasista para su mejor lucimiento. Enfervorizan al público y son el broche final del paso de  la comparsa, por lo que su actuación si es exitosa, contribuye a dejar en el espectador una sensación final de gratificación y alegría. Para eso y ya que no acompañan a la música, van variando su ritmo buscando que no resulte monótono, mediante cambios que se denominan cortes o paradas.  Los cortes y los contragolpes son previamente anunciados por el Director  con una señal de la mano o el sonido de un pito y a la señal siguiente los distintos grupos inician o detienen su percusión, o bien cambian de ritmo. Se produce así como un dialogo o contrapunto entre los distintos instrumentos.

La calidad de la batucada se fundamenta en el ajuste de los grupos de instrumentos y  en la sincronización con que se hace cada corte.  Una buena pasista es generalmente un  incentivo para los batuqueros y también a la recíproca.

Tradicionalmente las batucadas se ubican al final junto a la carroza de cierre. Sin embargo en 2003, una de las comparsas -Papelitos-  colocó a su batucada en la parte central integrada  como percusión con la orquesta


Evaluación de las comparsas:


Está a cargo de un jurado integrado por personalidades de reconocido prestigio nacional o internacional del mundo de la cultura, en  distintos rubros: escenógrafos, vestuaristas, pintores, arquitectos, músicos etc. Nunca se incluyen jurados residentes en Gualeguaychú. Cada fin de semana actúa varios jurados, dividiendo su labor, de modo que los músicos evalúan sus rubros, los vestuaristas los trajes, los escenógrafos las carrozas etc. Estos últimos años se ha reducido cada jurado semanal a cuatro personas por los motivos ya explicitados. La responsabilidad de su selección, está a cargo nuevamente en 2005 de
MARIO FISCHER, actuando en su acompañamiento y la coordinación durante el espectáculo, el autor de este trabajo.

Al elaborar su calificación dejan su planilla en sobre cerrado en manos de un Escribano. Al fin de semana siguiente vienen otros y así sucesivamente de modo que el total de jurados alcanza a  los 10 fines de semana.

Terminado el carnaval, el día martes subsiguiente (8 de  Marzo) se abren los sobres en acto cerrado (pero difundido en directo) con presencia del escribano y representantes de los clubes. Los integrantes , directivos y sus respectivas barras se reúnen en sus locales a presenciar la transmisión y van palpitando los resultados planilla por planilla .

Los rubros generales que el jurado evalúa son cuatro: a) Carrozas, con los siguientes ítems: alusividad al tema, proporciones, formas , color, iluminación, construcción y terminación . b) Vestuario , con los ítems: diseño, confección y fidelidad al tema;  c) Música y  d) Baile, incluyendo: letra, melodía, canto, ejecución, espíritu carnavalesco y expresividad corporal.

Este año por una modificación, cada rubro se puntúa de distinta manera. En el rubro carrozas, por ejemplo, por primera vez se usan números fraccionados: 1- 1,50-2.2,50 siendo este ultimo al máximo, ya que se puntúa separadamente cada una de las 4 carrozas. En los restantes rubros, se aplican números enteros. Los ítems a evaluar dentro de cada rubro, son simplemente sugeridos.

En forma adicional a su  rubro específico, el jurado de baile también evalúa a las pasistas y el jurado de música, a las batucadas. Pero estos dos rubros compiten por separado ya que no suman por sí en el puntaje general.

 

SUPERSTICIONES Y LEYENDAS

EL YAGUARETÉ

 

En la imaginacion infantil de los indios, el tigre, con su ferocidad, su cautela, sus ataques imprevistos y los estragos que su hambre causa, debió producir fenónemos curiosos de pensamiento. 

   El terror que infunde este terrible carnicero y las múltiples formas en que se presentan sus fechorías, siempre bajo variadas sorpresas, la mayor parte de las veces con seguro éxito de victimas mas o menos indefensas, como consecuencia lógica el suponerle condiciones intelectualidad superior entre los demás animales.

  Y como sus actos de tigre son muy semejantes a los indios ejecutan en sus lides sangrientas, ya de caza o de guerra, nada más natural que lo comparadsen, dándole por esta razón un origen humano en sus mitos y leyendas.

   Los antiguos peruanos, al decir de Zárate (Agustín de Zárate, Historia del descubrimiento y conquista del Perú, libro I, capítulo X), creían que Pachacama Pachacamac), cuando apareció por el lado del mediodía, transformó los habitantes de que estaba poblada la tierra creados anteriormente por Con, en pájaros, monos, patos, osos, leones, loros y diversas clases de pájaros que hoy viven allí, con el objeto seguramente de dar lugar a nuevos habitantes que esta deidad creó seguramente por su voluntad.

 

Aunque este autor no lo diga, es de suponer que también los hubiera transformado en tigres, desde el momento en que cita a los dos felinos: el gato y el león, y además otro animal carnívoro como lo es el oso.

   Si tomamos a Garcilaso (Historia de los Incas del Perú), encontraremos, en cambio, muchos indios que se creían, a su vez, descendientes de los tigres y otros amimales, etcétera, como puede verse en el siguiente párrafo que se halla en su libro I, capítulo VIII:

   "Y ciertamente, no hay indio que no se jacte con tan poco honor, que no se diga ser descendiente de la primera cosa que se le ocurra en su fantasía, como ser, por ejemplo: de una fuente, de un río, de un lago, de la mar, de los animales más feroces, como son los leones y los tigres, etcétera". 

   En esta creencia, como puede verse fácilmente, se da a dichos animales, como a los demás, un rol de procreadores, que supone la idea de la leyenda citada por Zárate.
   Es fácil que, o Garcilaso, en su fanatismo cristiano oyera mal, o que, con los años y las nuevas doctrinas, esta leyenda hubiera comenzado a evolucionar o a dispersarse contusamente en los que la refirieron, como sucede muy frecuentemente en muchas otras.

   De cualquier modo, aquí también tenemos la metamorfosis del tigre en hombre, fácilmente reducible a la Zárate, más vieja: del hombre en tigre.

   En los valles calchaquíes de la provincia de Catamarca y aun de Salta, los tigres infunden un terror supersticioso, no tanto por su ferocidad sino porque existe la creencia de que los uturuncos, como allí se los llama, son personas transtormadas en estos carniceros, y como prueba de ello citaré los siguientes párrafos del distinguido americanista Samuel A. Lafone Quevedo, maestro en estas materias ("Londres y Catamarca", cartas a la Nación 1883-84-85, pp. 255 y 256, Imprenta y Librería de Mayo), al hablar de la fiesta del Chiqui: "Aquí me permito sugerir una razón porque el surí (avestruz) no contribuyese con su cabeza al sacrificio del Chiqui. Aquellos indios creían que tenían la facultad de tomar la forma de animales; sería por eso que respetaban al avestruz, surí o xurí, recelosos de que alguno de su gente pudiese hallarse a la sazón revestido del ave aquella.

   "Hasta el día de hoy el pueblo bajo de todos aquellos lugares cree que muchos de los tigres (urturuncos) son hombres transformados y para ellos el que los caza tiene algo de non sancto; cuando la fiera llega a marcar como dicen, a su cazador, parece que causa cierto placer a los que oyen o comentan el lance".

   Como puede verse, aquí háblase también de la metamorfosis del hombre en tigre, bien terminantemente explicada. Si abandonados la región occidental quichua-calchaquí y nos dirigimos hacia la oriental, guaraní, veremos con sorpresa campear las mismas creencias con respecto a estas curiosas metamorfosis que se producen en la superstición y en la leyenda de idéntico modo.

   Los cainguá del Alto Paraná, cuando ven algún tigre cerca de una tumba, creen que no es más que el alma del muerto que se ha reecarnado en dicho animal, y no faltan viejas que con sus gritos y  exorcismos tratan de alejarlos.

    Los guayanás de Villa Azara creen también en la metamorfosis en vida de algunas personas, y más de una vez han creído, al encontrarse con uno de esos felinos, que no era otro que mi buen amigo don Pedro de Anzoategui, antiguo vecino de allí a quien respetaban mucho y por el cual tienen un cierto terror supersticioso hasta el punto de llamarlo Tata Aujá, es decir: "el que come fuego".

   Si a esto pudiera ohservarse que no es un dato rigurosamente etnológico, puesto que quizás hubieran mediado circunstancias especiales ajenas a sus creencias, como ser sugestiones, etcétera, no hay que olvidar que los guayanás o guaraníes y que la herencia de sus supersticiones no ha hecho otra cosa que revivir en este caso, como se verá, por lo que sc refiere de las mismas más adelante.
   En la provincia dc Entre Ríos, habitada antiguamente por la nación minuana, que creo haya sido guaraní, se conserva también una leyenda que se pudo recoger sobre la reencarnación del alma de un hombre en tigre negro.

   Naturalmente, con el transcurso del tiempo esta leyenda se ha modificado mucho, pero en el fondo de ella, se ve que es del más puro origen indio.
   "Cuentan los  viejos que sobre la costa del río Gualcguay vivía un hombre muy bueno.
    "Cierta noche fue avanzado por una partida de malhechores que sin piedad lo asesinaron para robarle.
    "Poco tiempo después, entre los pajonales del río, un enorme tigre negro salió al encuentro de uno de los malhechores que iba acompañado de otros vecinos, y dirigiéndose a él lo mató de un zarpazo, sin herir a los otros.

    "Este tigre negro, con el tiempo, concluyó por matar a todos los asesinos del finado, entresacándolos siempre de entre muchas otras personas, sin equivocarse, lo que dio lugar a que se creyera que el tigre negro no era sino la primera victima que así se transformó para vengarse de ellos. 

   Pero, la leyenda más curiosa es la del Yaguareté-abá, exactamente igual a la de los hechiceros uturuncos, citada por el señor Lafone Quevedo.
   En Misiones, Corrientes y Paraguay es fácil oír hablar de los Yaguaretés-abás, los que creen sean indios viejos, bautizados, que de noche se vuelven tigres a fin de comerse a los compañeros con quienes viven o cualesquiera otras personas. 

   La infiltración cristiana dentro de esta leyenda se nota no sólo en lo de bautizado sino también en el procedimiento que emplean para operar la metamorfosis.
   Para esto, el indio que tan malas intenciones tiene se separa de los demás, y entre la oscuridad de la noche y al abrigo de algún matorral, se empieza a revolcar de izquierda a derecha, rezando al mismo tiempo un credo al revés, mientras cambia de aspecto poco a poco.
   Para retornar a su forma primitiva hace la misma operacion en sentido contrario.
   El Yaguarcté-abá tiene el aspecto de un tigre, con la cola corta, casi rabón, y como signo distintivo presenta la frente desprovista de pelos.
   Su resistencia a la vida es muy grande y la lucha con él es peligrosa. Entre los innumerables cuentos que he oído, referire el siguiente:

  En una picada, ccrca del pueblo Yuti (República del Paraguay), hace muchos años existía un feroz Yaguarete-abá que había causado innumerables víctimas.
   No faltó un joven valeroso que resolvió concluir con él,  y después de haber hecho sus promesas y cumplido con ciertos deberes religiosos, se armó de coraje y salió en su busca. 

  Algo tarde sc encontró con el terrible animal a quien atropelló de improviso hundiéndole una cuchillada.
  El  Yaguareté-abá disparó velozmente, siguiéndole nuestro caballero matador de monstruos, por el rastro de la sangre, basta dar con él en la entrada de una gruta llena de calaveras y huesos humanos roídos.
    Allí se renovó la lucha y, puñalada tras puñalada, se debatían de un modo encarnizado, sin llevar ventaja. Ya le había dado catorce, por cuyas anchas heridas manaba abundante sangre, cuando se acordó de que sólo degollándolo podría acabar con él.
   Con bastante tral ijo consiguio separarle la cabeza del cuerpo, de conformidad con el consejo que le habían dado, y sólo entonces pudo saborear su triunfo definitivo.

   Estas dos leyendas: la de los hechiccros uturuncos de Catamarca y la del Yaguareté-abá del Paraguav, tan iguales y a tanta distancia una de la otra y creídas por gentes de tan diverso origen, hacen una vez más creer, y con razón, en la existencia de invasiones prehistóricas seguramente hacia el oeste, por el pueblo guaraní, que por lo demás casi está probado fue el introductor del sistema de enterrar en urnas funerarias en esa parte de la República, como también se ve en lo que dice Montesinos, que hordas guaraníticas (mejor dicho brasileras) invadieron la región Perú-Andina. 

  Revisando la obra de Wiener, mucho más me han llamado la atención los tres cántaros representando cabezas humanas con aspecto feroz y lo más curioso es que todas poseen caninos de tigre bien pronunciados; además, las figuras en la pan inferior del adorno colocado sobre las orejas muestra unas cabezas apenas bosquejadas, pero con boca triangular, que les da semejanza a la de los tigres. Estos accesorios felinos en la figura humana,  no habrían tenido algo que hacer con la idea de los hechiceros uturuncos?