UBICACIÓN
GEOGRÁFICA
La
provincia de Corrientes se encuentra ubicada en la región
mesopotámica de la República Argentina, con una
superficie de 88.886 Km2. Su ciudad capital, del mismo
nombre, cuenta con una población cercana a los 300.000
habitantes.
Limita al norte con la República del Paraguay; al este
con la provincia de Misiones, la República Federativa del
Brasil y la República Oriental del Uruguay; al sur con
provincia de Entre Ríos, y al oeste con las provincias de
Santa Fe y Chaco.
Su territorio se caracteriza por una
asimetría marcada entre el sector oriental y el
occidental, el dominio de esteros y lagunas se destaca
por no integrar un sistema hidrográfico organizado. El
área más dinámica está delimitada por los esteros y
lagunas del Iberá y caracterizada por dos elementos
fundamentales:
el asentamiento de la capital en una posición
privilegiada, en un sitio no inundable donde convergen
dos vías fluviales, el río Paraguay y el Paraná, y la
presencia de pequeñas lomadas que hacen posible la
agricultura intensiva de cítricos, hortalizas, tabaco,
maíz, etc.
El clima es un factor importante en el paisaje
correntino. Ubicado en la zona subtropical, el territorio
está sometido a precipitaciones abundantes que decrecen
de noreste a sudoeste.
Las
actividades productivas de Corrientes, son la ganadería
ovina y vacuna, el cultivo y procesamiento de cítricos,
en especial la naranja, y el cultivo de arroz que, en la
actualidad, ha alcanzado una fuerte expansión en función
del mercado brasileño. Deben también mencionarse cultivos
industriales más tradicionales como el té, la yerba mate
y el tabaco.
Esta provincia, cuya capital lleva su
mismo nombre, está dividida en 25 departamentos con
poderes políticos y administrativos propios.
La tasa media anual de crecimiento es del 17,7% y la
densidad de 9 habitantes por kilómetro cuadrado.
Geomorfología
Instalada en
pleno corazón de la Cuenca del Plata, forma parte
de la Llanura Mesopotámica con alturas que van de
28 ms, en el sudoeste, hasta 220 m, en el nordeste.
Se puede dividir en tres grandes unidades geomorfológicas
muy bien definidas: lomas y planicies embutidas del
noroeste y el oeste; depresión iberana, que atraviesa
diagonalmente la provincia de nordeste a sudoeste, y
planicie ondulada del sector oriental.
![](../images/corrientes4.jpg)
La primera de ellas está formada por una serie de
lomadas arenosas dispuestas en abanico, a partir de
la localidad de Ituzaingó, entre las que se extienden
grandes planicies inundables, algunas de las cuales
desembocan en arroyos o ríos afluentes del Paraná.
Las lomadas están caracterizadas por una atractiva
formación de parque, con especies mixtas de los ambientes
chaqueño y misionero, y se encuentran tapizadas por
numerosas lagunas, por lo que se constituyen en
emplazamiento de la mayor parte de las localidades de
esta subunidad.
El espacio se encuentra fuertemente parcelado y dedicado
a la agricultura tradicional.
Por su carácter de
periódicamente inundables, las planicies embutidas
se caracterizan por presentar propiedades de gran
extensión dedicadas a la ganadería extensiva y al cultivo
del arroz.
A lo largo de todo el recorrido del Paraná se han
instalado ciudades-puerto, entre las cuales cabe
mencionar la capital provincial, con casi 300.000
habitantes, y Goya, segunda ciudad de la provincia con
aproximadamente 60.000 habitantes.
Las barrancas del Paraná representan un importante
atractivo turístico, no solamente por la pesca sino
también por la belleza del paisaje originado por cárcavas
de múltiples colores y la vegetación en galería que
acompaña al eje fluvial. La zona de Goya y sus
departamentos vecinos constituyen la típica área
tabacalera. Esta subunidad ha tenido gran desarrollo en
tendaleros para cultivos bajo cubierta y en algunos
sectores tiene gran importancia la forestación.
La
depresión iberana configura un factor de
aislamiento y de separación entre los sectores oriental y
occidental de la provincia y presenta de norte a sur tres
subunidades:
Los esteros del Iberá,
esta subunidad tiene una superficie aproximada de
12.000 km² y constituye un ambiente ecológico con muy
pocas analogías en el mundo, de 200 km de largo por 60
km. de ancho aproximadamente, dominado por vegetación
palustre, en parte flotante (embalsados), y del
cual emergen algunos islotes dispersos con vegetación
arbórea.
En
tiempos geológicos anteriores el río Paraná corrió por
ésta región, y sus antiguos cauces son perfectamente
distinguibles en las imágenes satelitales. Extensas
lagunas se desarrollan en su interior, tales como la de
Luna, Iberá, Fernández, Medina, Trim y otras. Allí se
desenvuelve una riquísima fauna: por ejemplo, más de 200
especies de aves están vinculadas o dependen de este
ecosistema. Yacarés, carpinchos, lobitos de río, ciervos
de los pantanos, etc., así como una abundante fauna
íctica asociada con las aguas cristalinas de las lagunas,
puede darnos una idea de la belleza y la riqueza
ecológicas de este ambiente.
Por su extremo sur nace el río Corriente, que está
controlado por un mecanismo hidrobiológico asociado a la
vegetación flotante, que permite la autorregulación del
sistema de escurrimiento de los esteros. Este río se
extiende en la subunidad siguiente en una amplia planicie
inundable conocida como bañados del río Corriente,
donde se han instalado importantes arroceras, para
finalmente, al sur del arroyo María Grande, salir de la
depresión iberana a nutrir el cauce del Paraná. Este
sector constituye la parte más estrecha de la depresión y
es atravesado por las rutas 123 y 124.
Hacia el sur se extiende la
depresión del
Sarandí-Barrancas, que antiguamente debe haber sido
idéntica a la de los esteros del Iberá, pero se ha ido
rellenando y hoy presenta un área de muy difícil drenaje
y periódicamente inundable, pues recibe por su margen
izquierda importantes arroyos, como el María Grande, el
Abalos y el Barrancas. La vegetación es en gran parte de
pastizales y pajonales, con bosquecillos ubicados en la
desembocadura de tales arroyos.
La
planicie ondulada del sector oriental se presenta con
un neto contraste, en relación con las áreas situadas al
oeste, como consecuencia del cambio en las condiciones
geológicas, edáficas y fitogeográficas.
Las areniscas y los basaltos de la Era Secundaria
constituyen el soporte de esta unidad y llegan a aflorar
a la superficie contrastando con las rocas terciarias y
cuaternarias que caracterizan a las dos primeras
unidades.
Un marcado desnivel topográfico la separa de la depresión
iberana a lo largo de todo su recorrido y el paisaje se
presenta como una serie de colinas escalonadas con una
densa red de cursos dispuestos en modelos radioanulares.
Es posible distinguir un sector situado al sur del río
Aguapey, dominado por una vegetación herbácea y sin
árboles, con formación de un bosque abierto en su sector
occidental. En esta unidad se encuentran dos ciudades que
polarizan el espacio: Mercedes y Curuzú-Cuatiá, con
población cercana a los 30.000 habitantes cada una, y
otras dos localidades importantes sobre el río Uruguay:
Paso de los Libres y Monte Caseros.
La actividad dominante es la ganadería de alta calidad,
bovina y ovina, y las propiedades son generalmente de
gran extensión. Numerosas represas pequeñas actúan como
aguadas para la ganadería y en algunos casos para riego
por gravedad, ya que los cultivos de arroz se pueden
desarrollar en las planicies fluviales.
Entre los ríos Aguapey y Miriñay se extiende la segunda
zona de esta subunidad, dominada por amplias planicies de
pastizales y pajonales periódicamente inundables,
conocida como malezales, y cuya vocación natural es la
ganadera extensiva o los cultivos de arroz. De esa gran
planicie (a 75 m s. n. m.) se elevan por el norte en
forma muy abrupta una serie de colinas dispuestas en arco
conocida como los Tres Cerros, que alcanza su punto
culminante en el cerro Nazareno con 179 m.
En esta zona, sobre la margen del río Uruguay se
encuentran las localidades de Alvear, La Cruz y Yapeyú,
con fuerte tradición histórica.
Al norte y al este del río Aguapey se extiende la tercera
zona, donde los rasgos generales empiezan a parecerse a
los de la provincia de Misiones. Un relieve marcadamente
ondulado, suelos rojizos y vegetación en galería dan un
aspecto particular al paisaje, que se encuentra en rápido
cambio, con gran desarrollo de la producción sojera,
forestal, de té y yerba mate. Dos ciudades comandan este
espacio: Santo Tomé y Virasoro, de las cuales esta última
ha desarrollado recientemente un rápido crecimiento
poblacional.
Cabe destacar que esta área tiene una singular
importancia dentro del Mercosur por su posición
estratégica, el emplazamiento de Yaciretá en su extremo
norte, a pocos kilómetros de Ituzaingó, como la futura
construcción del embalse Garabí, sobre el río Uruguay, y
el puente Santo Tomé-São Borjas.
Flora y Fauna
Debido a la gran
abundancia de agua, reunida en corrientes que discurren
mansas y en lagunas y esteros, sumada al estímulo que
brinda la calidez del clima subtropical, la vegetación
que viste el paisaje correntino se muestra exuberante y
muy variada.
En el nordeste, acompañando las márgenes de los grandes
ríos y sus afluentes, crecen sauce, aliso, tacuara,
timbó, guayaibi, lapacho, curupí, ibirá pitá,aguaribay y
otros. En el noroeste son característicos el quebracho
colorado y el blanco, el algarrobo negro, la palmera
caranday, el tala, el espinillo, el cardo, las gramíneas
y los cactos.
En el sur de la provincia son abundantes las formaciones
de bosque bajo, con arbustos y gramíneas. Las especies
características
de esta área son el ñandubay, el espinillo, el algarrobo,
el quebracho blanco y el tala, entre otras.
La zona de la laguna Iberá es rica en especies acuáticas,
entre las que se destaca el irupé, también llamado
victoria regia o maíz de agua. El enorme arbusto que
caracteriza la pampa argentina, el ombú, es asimismo
originario del norte de Corrientes
En este ambiente de exuberancia vegetal tiene su hábitat
natural una variada fauna en la que abundan los
cuadrúpedos, como el coatí, el carayá, la mulita, el
ciervo, el carpincho, la nutria, el zorrino y la
vizcacha, varias especies de tatúes y monos. Diversidad
de aves anidan en el territorio provincial (más de 520
especies): ñacurutú, pitogüe, cotorra, perdiz, chajá,
ñandú, carpintero, tordo, cigüeña, garza flamenco, carau
y otros zancudos, y muchas más llenan el aire de
Corrientes con sus colores y voces particulares.
Los ecosistemas correntinos son también propicios para
albergar gran número de reptiles. Por ellos circulan
silenciosos el lagarto, el yacaré y el teyú taragüí, así
como víboras, serpientes y lagartijas.
La fauna subacuática es muy generosa (más de 350
especies) y convoca a multitud de aficionados a la pesca
deportiva, además de dar sustento tradicional a los
pobladores de las riberas y los esteros. Típicos son el
surubí, el pacú, la raya, el dorado (tigre del río) y
muchas otras especies.
Turismo:
El atractivo turístico de
la provincia se basa, principalmente, en su variada
riqueza forestal, sus esteros y montes, también en el
estilo arquitectónico, colonial y autóctono,
principalmente de su capital, además de otros centros
históricos en general.
![](../images/corrientes5.jpg)
La Pesca: Tiene una
de sus capitales nacionales en Corrientes, con dos polos:
Paso de la Patria es el ámbito privilegiado del dorado;
Goya, el del surubí.
Parque Nacional
Mburucuyá: El Parque Nacional Mburucuyá se ubica en
el noroeste de la Provincia de Corrientes, en el
Departamento Mburucuyá.
Itatí: A orillas del Paraná, en una monumental
basílica construida en 1950 que posee una cúpula de 83 m
de altura, se conserva la venerada imagen de la Virgen de
Itatí, patrona provincial y objeto de esmerada
devoción para los correntinos.
Paso
de los Libres: es la ciudad más importante de las
ubicadas a orillas del río Uruguay. Un puente
internacional de 1.419 m la comunica con la ciudad
brasileña de Uruguyana.
Corrientes: la ciudad capital está unida a la
provincia de Chaco mediante el puente General Manuel
Belgrano, un complejo vial inaugurado en 1973 que tiene
una longitud de 1700 m y se alza 35 m sobre el nivel
medio de las crecientes del Paraná.
Yapeyú: Fue una de las misiones
jesuíticas más importantes establecidas en territorio
correntino. Fundada en 1626, conserva la memoria de su
hijo dilecto, el Libertador General José de San Martín.
Iberá: La inmensa Reserva Natural del Iberá,
creada en 1983, ocupa una extensión de 13.000 km2, casi
el 15% del territorio provincial. Su fauna incluye
algunas especies en peligro de extinción: venadillo,
aguará guazú, zorro gris chico y yacaré.
PARQUE NACIONAL MBURUCUYA
Ubicación: El Parque Nacional Mburucuyá se ubica en
el noroeste de la Provincia de
Corrientes, en el Departamento Mburucuyá.
Superficie: 17.660 hectáreas
Creación: A partir de la década
del 40, el Dr. Troels M Pe
dersen
–hijo de Niels Peter Pedersen, propietario de estas
tierras- viaja a la Argentina una vez concluida la
Segunda Guerra Mundial para hacerse cargo de este campo
comprado en la década del 20, interesado por la flora del
lugar y su interés por hacer un uso racional del pastoreo
en el campo, comenzó a revertir el deterioro que sufrían.
Su acción a favor del ambiente natural culminó con la
donación del área para la creación del Parque Nacional,
posibilitando que hoy podamos mantener este ambiente,
disfrutarlo y reflexionar acerca de su historia.
Por su importante superficie y características
naturales, se trata de un área representativa de los
ambientes del noroeste correntino, en un excepcional
estado de conservación. constituye un importante refugio
para la flora y fauna nativas. El Parque Nacional
Mburucuyá pertenece a la eco-región Esteros del Iberá que
presenta numerosos humedales
Flora: quebrachos -el colorado chaqueño y el
blanco-, urunday, viraró, algarrobos, talas, palmeras
caranday, alecrín, palmera pindó, caña tacuaruzú, timbó,
laurel, palmares de yatay.
Fauna: 150 especies de aves, carpinchos,
yacares, zorros, mulitas, guazunchos, gatos yaguarundí,
monos carayá, aguará guazú, lobito de río y ciervo de los
pantanos.
PARQUE
NACIONAL IBERA
Iberá, palabra de origen
guaraní que significa "aguas brillantes", hace alusión a
la manera en que el reflejo de la luna reverbera sobre la
calmada superficie de las lagunas. Con este nombre se
conoce a una de las grandes áreas naturales del país que
atrae, por la belleza de su paisaje y la variedad
de su flora y fauna, a turistas de todo el mundo. La
región se encuentra ubicada en una inmensa depresión que
comienza cerca de Ituzaingó y se extiende en forma de
arco hacia el suroeste a lo largo de una distancia de 170
kilómetros, teniendo un ancho de 16 a 40 kilómetros. En
su margen sudoeste, la cuenca está perfectamente
delimitada por terrenos más elevados, pero en su margen
opuesta, la noroeste, no tiene límites definidos,
formando un complejo sistema de lagunas y esteros
interrumpidos por islotes de tierra firme. Tomando en
cuenta la cuenca principal la superficie total del área
estaría entre los 9.000 y 15.000 km2. Existen diversas
teorías sobre el origen de los Esteros del Iberá. Una de
ellas considera que la región conformó un antiguo cauce
del Paraná, conservando hasta la actualidad la
comunicación subterránea con el mismo. Otra teoría la
considera un "ojo de mar" que habría inundado en tiempos
remotos estos parajes. También se piensa que ese enorme
receptáculo fue producido por una fuerte erosión eólica,
siendo ocupado posteriormente por el agua de las lluvias
que afluyen por un sinnúmero de esteros y cauces
secundarios, alimentando el depósito principal. El cambio
continuo del nivel de las aguas de los esteros está
indicando su dependencia de la precipitación pluvial.
Este aporte devuelve al sistema una cantidad de líquido
equivalente a la que se evapora. El sistema de Iberá
drena en forma permanente pero lenta, dada la escasa
pendiente, por el Río Corrientes, que vierte sus aguas al
Paraná, y transitoriamente por el Río Miriñay que
desemboca en el Uruguay. El paisaje presenta el aspecto
de una llanura más o menos uniforme, cuya altura sobre el
nivel del mar es de unos 60 metros y está apoyada sobre
un manto rocoso. La parte norte está formada por campos
llanos, a menudo bajos y anegados, es la región de
cañadas, lagunas, permanentes o temporarios,
prácticamente indiferenciable de la depresión principal.
En la zona también alternan planicies y lomas bajas de
tierras más elevadas que se utilizan como campo de
pastoreo, estando la llanura a veces interrumpida por
cordones de médanos. Al sur se encuentran terrenos
ondulados, con elevaciones locales que alcanzan los 30
metros. Comprende pocas aguadas, esteros diseminados, y
numerosos zanjones y arroyos que desembocan en su mayoría
en los grandes esteros del Iberá. Los suelos,
principalmente en la zona norte, son de carácter
sedimentario, aluviones antiguos en parte arenosos y
arcillosos. Las arenas descansan sobre la capa
impermeable de arcilla o limo, originando el
estancamiento de las aguas y las formación de lagunas y
bañados. La vegetación acuática alterna con faja e islas
de tierra firme o semi-anegadiza y lagunas de gran
extensión como Iberá (de hasta 2 metros de profundidad
), Luna, Fernández, Galarza, Paraná, Trin y Medina. Uno
de los ambientes más característicos de las lagunas son
los llamados "embalsados", originados por el denso
agrupamiento y la acumulación de vegetación acuática. Se
trata de islas flotantes sobre la cuales se va
depositando tierra, se compactan las raíces y pueden
presentar vegetación arbustiva e inclusive arbórea (como
los Sangres de Drago, Ceibos, etc.). Estas islas
flotantes, empujadas por el viento forman parte de las
numerosas leyendas y supersticiones indígenas: la Isí o
Madre del Estero, el Caá Porá y el Pombero, son los más
célebres seres míticos de la región. La fauna está
mayormente integrada también por especies de hábitos
acuáticos. El Carpincho y el Coipo figuran entre las más
comunes; especies amenazadas de extinción como el Lobito
de Río, el Ciervo de los pantanos y el Yacaré hallan en
esta inmensa región seguro refugio. Una infinidad de aves
de variadas formas y coloridos pueblan los bosques,
esteros, bañados y lagunas, haciendo las delicias de los
observadores de la naturaleza
El
CHAMAMÉ
El Chamamé es la música que identifica al pueblo
correntino y a la región del nordeste, expresión que aun
preserva el estado agreste y libre, que se agita sin
cesar soportando cualquier tipo de dominación, que
resiste a todo lo que la aplasta y la aprisiona. Por ello
el Chamamé representa para nuestro pueblo la forma de
expresión que mediante un viento musical le restituye al
hombre su libertad, su lenguaje, sus gestos, su memoria.
El Chamamé no estuvo ni antes ni después, esta desde
siempre en los pasos, en los recuerdos, en los deseos, en
la yema de los dedos, en el aire que se respira, porque
el Chamamé además de ser una expresión musical, es una
forma de vida, es el compromiso con la palabra dicha, es
el milagro de compartir la felicidad en lo que dura el
baile.
Para poder
investigar donde nace
el CHAMAME,nos remontamos al mes de abril de 1691
cuando el padre Jesuita ANTONIO
SEPP llego al Rio de la Plata,trasladandose a la
localidad de YAPEYU,CORRIENTES,donde el parroco era
Santiago Ruiz.El padre Antonio
Sepp era aleman natural de TIROL ,actual AUSTRIA. Estuvo
en Yapeyu desde el 1 de Junio de
1691 hasta fines de 1693, pero su labor fue enorme, como
eximio musico introdujo la mejor musica existente en
Europa.Construyo en Yapeyu un amplio taller,en el que se
llego a fabricar tada cxlase de instrumentos musicales,
incluso organos y creo con los indigenas yapeyuanos la
primera escuela polifonica que existio en tierras
argentinas.justamente el padre Sepp enseño a los
aborigenes a bailar el vals vienes clasico, entonces los
aborigenes le decian "EMO MEME PAI" queriendole decir
"mas acelerado,mas continuo el ritmo".Don Antonio compone
un vals mas continuo,mas acelerado,al traerles Sepp les
dice"ARUMA COAPE CHE MEME","aqui les traigo mi ritmo mas
continuo" y pronuncia por primera vez con su acento
extranjero" CHAMAME" , los aborigenes escuchan y
prosiguen con esa pronunciacion,naciendo el CHAMAME en la
zona de Yapeyu.
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Museo del Chamamé
Con el propósito de contar con una Institución capaz de
resguardar elementos de importancia para el patrimonio
chamamecero provincial, se fundó el 14 de Febrero del
2003, por decreto 251, el Museo del Chamamé en Mburucuyá.
Era necesario un lugar en el que se puedan atesorar,
recuperar, preservar, clasificar y exponer los
instrumentos que utilizaron los padres del género y a
su vez, poner a disposición de la comunidad todo el
patrimonio cultural que abarca el Chamamé: piezas
musicales de todos los autores en las versiones de los
diferentes intérpretes, partituras, fotografías,
material periodístico y discográfico, antecedentes y
legados familiares.
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Aunque está prevista su expansión, actualmente los
visitantes podrán observar los retratos de célebres
cantautores correntinos como José Octaviano “Paquito”
Aranda, autos y compositor de más de 300 temas; Ramona
Galarza “La novia del Chamamé” y una de las primeras en
llevar esta música al mundo; Aníbal Maldonado; Verón –
Palacios; Ramón Cabrera “El Pibe de Oro” y Rubén Miño.
El conjunto de los Hermanos Barrios, integrado por
Martiniano, Ireneo y Tomás, en voces y guitarras y
Modesto, al Bandoneón. Y el Dúo de los hermanos
Vallejos con Alfredo y Juan Lilio en la Guitarra y
voces.- Entre otros célebres chamameceros, en el Museo
Podrá descubrir los rostros de:
Carlos Talavera, acordeonista excepcional, heredero
digno del Cuarteto Santa Ana, fundado por Ernesto
Montiel “El Cuarteto Santa Ana”. Isaco Abitbol, mas
allá de todos los éxitos de Don Isaco, tal vez el que
lo describa mejor sea el titulo de “chamizo”, Amigo
Isaco era por todos conocido como una persona de
bien, siempre dispuesto a colaborar con jóvenes
músicos o con quien lo necesitara. Integrante de
Célebres conjuntos Como “Cuarteto Santa Ana” o el
“Trío de Oro” y compositor de mas de 150 temas entre
los que se cuentan como “La Calandria”, “Santa Ana” y
“Estancia Miraflor”; entre otros
![](../images/chamame3.gif)
Ernesto Montiel y su cuarteto Santa Ana, “El Señor del
Acordeón” virtuoso músico, creador de la “escuela
montielera”, por la calidad y el estilo con que
ensamblaba los acordes, además de sus éxitos como
instrumentista y compositor, también fue invitado a
tocar en el Teatro Colón. Compuso los temas
“Villanueva”, “Tus Recuerdos”, ´”Angélica” y “La
Ratonera”: en homenaje a una casa rosarina alquilada
por estudiantes correntinos. El Grupo Reencuentro, que
hoy continúa brindando su música a pesar de la muerte
de Joaquín “Gringo" y Miguel Ángel “Michel” Sheridan,
trágicamente desaparecidos, junto a otros compositores,
en la ciudad de Bella Vista, al caer el ómnibus en que
viajaban, al río Paraná. Mario Millán Medina, “El
Cantor Chamamecero”, narrador de la identidad rural
correntina a través de sus canciones como “El Rancho de
la Cambicha”, “mi Ponchillo colorado”, “La Guampada”, o
“el Sargento Sapo”.
Mario del Tránsito Cocomarola, “El Taita” del chamamé,
autor de más de 200 piezas, entre ellas el himno
correntino “Kilómetro 11”; su virtuosismo con el
acordeón lo llevó por el país tocando con los
chamameceros mas afamados. El día de su muerte, 19 de
Septiembre de 1974, fue declarado oficialmente en la
provincia como Día del Chamamé. Antonio Tarragó Ros,
hijo de un celebre compositor correntino: Tarragó Ros
“El Rey del Chamamé”, su hijo ha sido justo merecedor
de fama internacional, incorporó al chamamé
instrumentos no convencionales manteniendo su
estructura. Autor, entre otros de “Carito”. Los
Aloncitos, quienes se iniciaron en el canto cuando aún
no habían cumplido los 12 años, y hoy ya es un
consagrado conjunto de música correntina.
Para el mantenimiento de esta institución, se creó la
Comisión Organizadora del Museo del Chamamé, integrada
por representantes de diversos Organismos y Entidades:
Subsecretaria de Cultura, Subsecretaria de Turismo,
Comisión de la Fiesta Provincial del Chamamé,
Intendencia Municipal y Asociaciones de Músicos
Locales.
SUPERSTICIONES Y LEYENDAS
EL LOBIZON
Según
Cámara Cascudo, esta leyenda arranca de la tradición
greco-latina. Para Teófilo Braga, su origen seria
escandinavo. Cervantes se refiere a ella en Persiles y
Segismunda. Para los franceses vendría a ser el Loup-Garou.
Menéndez y Pelayo nos habla de su vigencia en San Miguel
de los Azores, donde lo llaman Lobishómen. No obstante
estos antecedentes foráneos, Daniel Granada insiste en
que ya era conocida en el Plata mucho antes de la llegada
de los españoles, lo que no deja de resultar plausible
dada la existencia de otros hombres-animales en el área
guaraní, como el Yaguareté-Abá. Está muy extendida en el
Litoral, y especialmente en Corrientes y Misiones.
También se la conoce en Rio Grande do Sul (Brasil) y
otras regiones de América, con nombres como Lobisome,
Lobisone, Lobisonte, Lubisón y Luisón.
El Lobizón
es siempre el séptimo hijo varón seguido de una pareja,
así como la séptima hija mujer seguida será bruja. Su
representación más frecuente es bajo la forma de un perro
negro y corpulento, de orejas desmesuradas que le cubren
la cara y con las que produce un fuerte chasquido. Sus
patas se parecen a pezuñas, y sus ojos son fulgurantes.
Su color suele ser bayo o negro, según la piel del
individuo. También es común representarlo como un animal
en el que se combinan las naturalezas del perro y el
cerdo. Con menor frecuencia se lo describe como un
aguará-guazú (lobo de crin), una oveja, un cerdo o una
mula.
La transformación no
ocurre en cualquier momento, sino a las doce de la noche
del viernes, y a veces también del martes. Un tiempo
antes, el hombre que padece esta "enfermedad" experimenta
una sensación extraña, y luego una acuciante necesidad
que lo lleva a apartarse de sus semejantes y ganar la
intimidad del monte, donde a la hora señalada se quitará
la ropa y dará en el suelo tres vueltas sbre si mismo, de
derecha a izquierda, mientras reza un credo al revés. Se
opera así la metamorfosis, y sale entonces de correría
hasta que el canto del gallo lo devuelva a su humana
condición. Durante esa noche, los perros aúllan
enloquecidos, advirtiendo su presencia. Va á los
chiqueros, gallineros y corrales en busca de excrementos,
su más preciada comida. También suele vérselo en los
cementerios, revolviendo tumbas en busca de carroña. De
tanto en tanto, para balancear su inmunda dieta, comerá
un niño no bautizado. Parece despreciar la carne de los
adultos
Si alguien
lo hiere con un cuchillo, el Lobizón recobrará su forma
humana, pero el comedido redentor se expone así a ser
muerto por el monstruo. Lo mejor es matarlo con una bala
bendita. El impacto lo volverá a su forma humana, y será
un hombre muerto lo que encontrará el tirador. Si sólo lo
hiere huirá por el monte tratando de alcanzar su casa.
El hombre
que se convierte en Lobizón suele ser alto, flaco,
escuálido. Se lo reconoce por el tono amarillento de su
rostro y su mal olor, que a veces llega a la pestilencia.
Es descuidado en el vestir, y su carácter huraño,
intratable. Todos los sábados cae en cama enfermo del
estómago, por los desperdicios que comió la noche
anterior
EL YAGUÁ HÚ ANDA RONDANDO
En el
Iberá (provincia de Corrientes), la idea más extendida
que se tiene del "lobizón" es la de su transformación
canina. El llamado yaguá hú -perro negro-, de gran
tamaño, es el protagonista de la superstición. La persona
señalada como lobizón es el séptimo hijo varón seguido y
no bautizado. No hay forma de equivocarse: de pequeño,
reacio a comer carne, es escuálido, enfermizo, solitario,
y muestra siempre las uñas largas y sucias de tierra,
porque se pasa horas y horas escarbando en los potreros.
Su destino está marcado: es un lobizón.
Cualquier
correntino sabe que es inútil dispararle, porque no le
entran las balas. Para ahuyentarlo, hay una única
fórmula: hacerle la señal de la Santa Cruz y tirarle con
botellas y tizones encendidos. Elemental: la cruz es el
payé guazú, o sea, el talismán grande de Dios, las
botellas cortan y los tizones queman. El lobizón sabe
que, si es alcanzado, quedará marcado para siempre y
cualquiera lo reconocería a la distancia. Si uno está en
casa y de repente entra un perro negro, hay que gritarle
yaguá hú. Si el perro negro no se inmuta, es que sólo se
trata de un perro negro. Pero, si se le erizan los pelos
y gruñe, no lo dude: es él. Por eso, un correntino
precavido debe tener siempre a mano una cruz, una botella
y un tizón. Es curioso: aunque se echa al cuello de sus
víctimas y sus colmillos dan siempre con la yugular, el
lobizón, como el más santo de los vegetarianos, no gusta
de la carne sino de la leche. Por eso, el yaguá hú ronda
siempre los tambos y, por las noches, las vacas y los
terneros mugen angustiados. No es para menos. Cuando el
lobizón muere, su cuerpo tiene forma humana, pero, si uno
se fija con detenimiento, el cadáver muestra entre los
labios un hilito blanco. Es la leche.
Otro dato
inconfundible: el yaguá hú come excrementos de gallina,
por eso cualquier correntino sabe que, cuando el patio
está limpio, no es porque las gallinas se hayan vuelto
educadas, sino porque el hechizado anda rondando. Dicen
que el lobizón se transforma dos veces por semana, los
martes y viernes, a la caída del sol y, por supuesto,
siempre en un lugar solitario. Quien presuma de erudito y
se ría de las supersticiones del Iberá, que tenga en
cuenta lo siguiente: el mito fue traído de Europa. Plinio,
Virgilio, Petronio, Cervantes y hasta el sesudo Menéndez
y Pelayo han hablado del lobizón y, que se sepa, ninguno
de ellos era correntino...
La luz mala:
es una luz que por las noches se ve en el campo y que la
tradición atribuye a las almas en pena de los muertos. La
luz que efectivamente se ve es producida por los huesos
de los animales muertos que producen una fluorescencia.
Curanderas,
manosantas:
son personas a las que la creencia popular les atribuye
poderes de sanación y profecías, así como también el de
ahuyentar malos espíritus.
Pombero:
es una leyenda del litoral argentino que habla de un
duende que pretende para sí el amor de todas las mujeres,
motivo por el cual no permite que los hombres se enamoren
de ellas.
FESTIVIDADES
La Virgen de Itatí:
Es una festividad religiosa que se celebra el 16 de julio
en la provincia de Corrientes. Es una congregación
multitudinaria de poblaciones cercanas a Itatí que
peregrinan cantando y llevando la imagen de la virgen.
El Topamiento: Es una festividad del
noroeste argentino donde dos comadres (madre y madrina de
un niño) se topan de frente y bajo un arco adornado de
flores y con la promesa de fidelidad entre ambas.
La Pachamama: Durante los carnavales se
celebra en los valles Calchaquíes. La Pachamama es la
"madre tierra" que nos provee de lo necesario para el
sustento diario. En esta fiesta de origen indígena,
hombres y mujeres bajan de los cerros cantando coplas y
rogándole a la Pachamama por el ganado y la cosecha.
Señalada: De celebración en casi todo el
país, consiste en "señalar" (marcar), con un corte en la
oreja, los animales. Además se los adorna con cintas y
flores, y el propósito es rogar por la multiplicación del
ganado.
CARNAVALES
CORRENTINOS
ARTESANIAS
Imaginería: la talla de imágenes
religiosas.
Cestería: trenzado de fibras vegetales
originaria de los indios Huarpes de Mendoza.
Alfarería: realización de vasijas de
barro.
Guasqueros: trenzado del cuero.
Tejedores o teleros: Tejidos de aguja o
telares.
RITMOS MUSICALES
Carnavalito: Típica danza del carnaval
en el noroeste argentino. Tiene raíces musicales del
altiplano. Varias parejas van formando rondas y túneles.
Pericón: Es un baile propio de las
fechas patrias. La palabra pericón significa
bastonero, pues era éste quien dirigía a las parejas en
la danza.
Chamamé: Es una mezcla de la polka
europea y danzas de los indios guaraníes.
Chacarera: danza picaresca de pareja
suelta.
Zamba: danza con pañuelo y melodía
romántica, donde el hombre persigue a la mujer tratando
de conquistarla.
Cueca: danza típica de la región de
cuyo, anteriormente perteneciente a la Capitanía general
de Chile. El baile es similar a la zamba.
Malambo: baile masculino con botas, que
al golpear en el piso imitan el sonido del galope del
caballo. Muchas veces se presenta como una competencia en
la que cada gaucho intenta superar al otro con más y
mayores figuras durante el baile.
INSTRUMENTOS
MUSICALES
La
quena
es una flauta de caña de cinco agujeros, propia del
noroeste argentino.
El erke es una corneta hecha también de
caña.
El erkencho es como un clarinete
construido con un cuerno de vaca.
El bombo es una especie de tambor grande
construido con un tronco de árbol hueco, tapado con
cueros de cabra curtidos. Se golpea el cuero con dos
palos.
La caja es un bombo más chico que se
golpea con un solo palo.
El sikus son cañas de distintos tamaños unidas entre sí
que, por su longitud, representan las diferentes notas
musicales.
La guitarra es un instrumento de origen
español. El gaucho la adoptó y tiene particular
importancia en las payadas de las pulperías, en las
largas noches y travesías, en los fogones, etc.
El
charango es parecido a la guitarra
pero más chico. La caja de resonancia es una caparazón de
mulita y tiene por lo general cinco pares de cuerdas.