Por Juan Carlos Fiorillo - Recopilación Edmundo Cartos
							 
							
							
							
							
Cuentan 
							que Edmundo Cartos la tomó en alguna guitarreada en 
							los pagos cordobeses de un muchacho que conoció 
							llegado del litoral o tal vez del Paraguay, quien se 
							la pasó a su manera y Cartos la adoptó y arregló en 
							tiempo de serenata. Así llegó a las manos y supo 
							grabarla con singular éxito el cantor jujeño Jorge 
							Cafrune, quien habría escuchado el tema de un cantor 
							amigo en un bar de la ciudad de Córdoba. El tema no 
							está registrado oficialmente, y fue grabado además 
							por Los Tucu Tucu, entre otros. 
							También es conocido como "Recliná niña tu frente" o 
							"El romance del cacique y la cautiva". La letra 
							posiblemente tenga ascendencia española, pero en sus 
							versos se emplean palabras en guaraní como en el 
							caso del nombre del cacique (Al Boreví), también 
							aparece guaviyú, un árbol de gran copa, frutal y 
							medicinal, tuyú que en guaraní significa barro 
							blanco o lodo (no olvidemos que en 1580, 
							Hernandarias desde el Paraguay llegó hasta Tandil 
							acompañados por indios guaraníes evangelizados), y 
							hasta la palabra aduar, término árabe que significa 
							aldea, vivienda, casa. Tales expresiones han sido 
							seguramente utilizadas por el autor de origen 
							anónimo en virtud de su residencia guaranítica y por 
							lo tanto empleadas en el cancionero zonal. 
 
							
								
									
									Reclina niña tu 
									frente 
									sobre mí, 
									que aquí reina un fresco ambiente 
									y en las cuchillas se siente 
									un perfume de alelí. 
									
									Reclina bella cautiva, 
									amorosa y sensitiva, 
									en brazos de Alborerí, 
									quien te ama con ansia ardiente. 
									Reclina niña tu frente 
									sobre mí. 
									
									Si tus ojos son ardiente 
									resplandor 
									tus pupilas transparentes 
									como el agua de la fuente 
									de purísimo color. 
									Quien al verte no te mira, 
									y por ti niña suspira 
									a ti sola quiere amar,
									y cautivo uno se siente, 
									si tus ojos son ardiente
									resplandor. 
									
									Las cristianas hechiceras
									del Aduar
									van gimiendo plañideras
									su infortunio y su pesar.
									El cacique no las mira
									y por ti niña suspira
									y a ti sola quiere amar,
									aunque giman plañideras
									las cristianas hechiceras
									del Aduar.
									
									
									Al ardiente mediodía,
									cuando vierta su armonía el 
									tuyú,
									estaremos garza mía
									en la fresca sombra umbría
									bajo un verde guaviyú.
									Tú en la hamaca recostada
									y en mi pecho reclinada
									y junto a mi frente tú,
									al ardiente mediodía,
									cuando vierta su armonía
									el tuyú.
									
									Qué más quieres mi cristiana
									para ti
									si tu frente se engalana
									con la pluma soberana
									del cacique Alborerí.
									Tendrás joyas y tesoros,
									tendrás perlas y collares
									que en la guerra conseguí
									entre sangre castellana.
									Qué más quieres mi cristiana
									para ti.
 
								
							
							
							
							
							
							Fuente: Folkloreadas 179-
							
							
							Tuyu: 
							
							Tuyú en  guaraní significa barro blando y a veces, - 
							según como se la use -  barro blanco. Define a los 
							cangrejales, a los bajos pantanosos y lagunas con 
							pastizales propios de esta zona. Abarca Lavalle, 
							Madariaga, Pinamar, Villa Gesell. Sus campos y 
							playas, sus montes y lagunas.
							
							
							guaviyu: nombre de un 
							árbol frutal
							
							
							Alborerí : 
							
							cacique Alboreví o Al Borevi o Alborebí o Al Boreví