HISTORIANDO CANCIONES 
							Por Juan Carlos Fiorillo
							 
							
							
							
							
							
A 
							partir de la revolución de mayo de 1810 y sus años 
							posteriores, Buenos Aires no era más que una pequeña 
							aldea con muy pocos lugares para divertirse, tal vez 
							los principales entretenimientos serían los juegos 
							campestres, carreras de sortijas, riñas de gallos y 
							las corridas de toros. Diversión para los niños 
							serían las carreras de embolsados, el palo 
							enjabonado y por supuesto, la calesita. Las rifas no 
							podían faltar  
							
							ni los paseos a caballo, los bailes familiares como 
							así escuchar música. Las fiestas denominadas mayas, 
							según cuentan algunos historiadores, eran de enorme 
							popularidad y la fecha concitaba el entusiasmo del 
							pueblo por tan venerada fiesta patria.
							Poco después de la hora del crepúsculo los fuegos 
							artificiales cubrían el cielo de la patria ante el 
							regocijo de la gente. Además se elegía la niña más 
							bonita en desfile de carrozas, hasta llegar a la 
							actual plaza de Mayo donde sobre un escenario 
							bailaban niños y niñas las danzas de la época. Una 
							fiesta que todos los años repetía los 
							acontecimientos que se fueron haciendo costumbre muy 
							arraigada en la población porteña.
							El gato “El sol del 25” es una pieza musical 
							compuesta en música por Santiago 
							Rocca y la letra por 
							Domingo Lombardi, con fragmentos de su 
							poesía "La Media Caña" dedicada al 25 de mayo de 
							1884, he aquí la misma:
							 
							
							
							LA MEDIA CAÑA
							
							
							
							Ya el sol del veinticinco 
							
							
							viene asomando 
							y a las aguas del Plata
							
							las va dorando.
							¡Oído! Ya lo anuncia la voz 
							del cañón 
							y al tope flamea nuestro 
							pabellón 
							y las campanas 
							mezclan sus alborotos 
							
							al de las dianas.
							¡Viva la patria!, se oye
							
							el clamoreo 
							y le dentra a la sangre
							
							un hormigueo.
							¡Vamos a la plaza! Vamos al 
							cuartel 
							toditos los criollos a escuchar en él, 
							que es de estos días 
							el himno de la Patria 
							las alegrías!
							En la plaza del Parque 
							el batallón 
							como tabla descansa 
							en formación.
							¡Atención! El jefe levanta su espada: 
							¡Presenten las armas! ¡Orden de parada! 
							Y el sol de mayo 
							quiebra en las bayonetas 
							su primer rayo.
							¡El himno de la Patria! 
							¡Quién no se siente 
							al escuchar sus notas 
							grande y valiente! 
							Al jefe, a la tropa, al pueblo, 
							al gauchaje 
							hace el entusiasmo temblar 
							de coraje, 
							y hasta parece 
							que la estatua 'e Lavalle 
							se estremeciese.
							¡Por tu honor y tus glorias 
							patria querida, 
							te brindaron los criollos 
							siempre la vida! 
							A traerte laureles cruzaron los Andes 
							San Martín, Las Heras, Soler 
							y otros grandes, 
							y a tu bandera 
							contempló victoriosa 
							la cordillera.
							Del blanco y el celeste 
							de tus colores 
							a Ecuador llegaron 
							sus resplandores, 
							al mundo anunciando que de la opresión 
							salía una nueva y gloriosa nación.
							Y ya paisanos 
							fueron libres los pueblos 
							americanos.
							
							Domingo Lombardi nació 
							en Buenos Aires, se crió en Quilmes, el 30 de marzo 
							de 1878. Poeta tradicionalista. Activo difusor de la 
							música nativa, Fue fundador de varias instituciones, 
							"La Criolla", “La Deportiva Criolla" y "Sociedad 
							Argentina de Arte Nativo", entre otras. Colaboró con 
							revistas y diarios. Es autor del libro “El fogón”.
							La letra de "El Sol del 25", son fragmentos de su 
							poesía "La Media Caña" que publicara en la década de 
							1890, que dieron gran fama al grabarla el dúo 
							Gardel-Razzano que hasta la hicieron aparecer como 
							propia. Al reclamar Lombardi sus derechos, le fue 
							reconocida su autoría. También le grabó Gardel con 
							música del guitarrista José Ricardo "Triste 
							Entrerriano". Murió en Banfield el 7 de enero de 
							1961.
							
							A la poesía musicalizada por Rocca, pero modificada 
							por otros, fue grabada con tremendo éxito por el dúo 
							Gardel-Razzano en discos Nacional N° 18.001 en 1917 
							y grabada nuevamente como solista por Carlos Gardel 
							en Nacional Odeón Nº 18.828 el 22 de mayo de 1930. 
							En fecha 13 de febrero de 1946 el tema musical quedó 
							inscripto legalmente como gato y de autoría de 
							Gardel, Razzano y Lombardi. 
							
							
							Recordada versión es la de Hugo del Carril en la 
							película “Amalio Reyes un hombre”. 
							
							Por el año 1957, Santiago Rocca, refiriéndose a 
							Carlos Gardel y sus obras, comentó en una nota: 
							"Tuve la dicha de conocer y admirar personalmente a 
							Carlitos Gardel desde su aparición como cantor, con 
							quien estrechamos vínculos muy amistosos, sobre todo 
							en los últimos años de su vida.
							«El sol del 25» con letra de Domingo Lombardi, fue 
							mi primera composición musical, cuya fecha no puedo 
							precisar, pero que hice hace más de cincuenta años. 
							El la escuchó de un amigo común que de mí la había 
							aprendido, aficionado al canto pero de pocas 
							condiciones quien alteró la música y la letra, no 
							interpretando su auténtica expresión; a pesar de 
							todo a Carlos le gustó y la grabó.
							Como en esos tiempos las producciones en su mayoría 
							se propalaban orejanas por no haber sociedad de 
							autores, quedó inscripta en los discos como de 
							Gardel-Razzano. Como Carlos murió tal vez ignorando 
							fuera yo el autor de la música y fui en vida su 
							amigo y admirador, nunca quise reclamar nada en 
							homenaje a su querida memoria; él la popularizó así 
							y que así quede para siempre. No grabó más 
							composiciones mías, porque siempre asediado por 
							compromisos las iba dejando para el último, hasta 
							que la fatalidad se lo llevó.
							Mucho lamento no haya llegado a imprimir 
							especialmente “¡Juera Guay!”, porque hacía de esta 
							obra una verdadera creación. De ida en su último 
							viaje al pasar por Montevideo, la cantó tan 
							magistralmente que le tributaron una ovación 
							delirante. Solamente me grabó «El sol del 25» y «La 
							Tropilla». 
 
							
							
							La versión grabada del gato “El sol del 25” lleva 
							estos versos:
							
							Ya el sol del veinticinco
							viene asomando,
							ya el sol del veinticinco
							viene asomando
							y su luz en el Plata
							va reflejando,
							y su luz en el Plata
							va reflejando.
							
							Recitado:
							¿Oído? Ya lo anuncia la voz del cañón,
							icemos a tope nuestro pabellón.
							Y las campanas
							mezclan sus alborotos
							al de las dianas.
							
							"¡Viva la Patria!" se oye
							y el clamoreo,
							"¡Viva la Patria!" se oye
							y el clamoreo,
							hace dentrar en la sangre
							cierto hormigueo,
							hace dentrar en la sangre
							cierto hormigueo.
							
							Recitado:
							Al pueblo y al gauchaje
							hace el entusiasmo temblar de coraje.
							Y hasta parece
							que la estatua 'e Belgrano
							se estremeciese.
							
							Al blanco y al celeste
							de tu bandera,
							al blanco y al celeste
							de tu bandera,
							contempló victoriosa
							la cordillera,
							contempló victoriosa
							la cordillera.
							Recitado:
							Pa’ traerte laureles cruzaron los Andes
							San Martín, Las Heras, Soler y otros grandes.
							Y ya, paisanos,
							¡fueron libres los pueblos
							americanos!
							
							Santiago Hipólito Rocca 
							nació en Buenos Aires el 13 de agosto de 1881, 
							músico, escritor, poeta tradicionalista. Supo ser 
							dueño de la estancia "San Antonio" en Estación 
							Lezama y presidente de la Federación Gaucha 
							Bonaerense. Desempeñó actividades políticas de 
							importancia. Fundador de recordadas peñas e 
							instituciones, fue un asiduo colaborador de las 
							revistas "Nativa", "La Carreta" y "Danzas Nativas", 
							entre otras. 
							Es autor de “La Querencia" grabada por Ignacio 
							Corsini, "Gaucho Sol", un estilo con letra de Atilio 
							Supparo y dicen que de "Costilla a costilla", un 
							tema dedicado a Gardel.
							Como escritor llevan su firma los libros "Los 
							Señuelos" del año 1939, "Sobre las Tradiciones 
							Argentinas" de 1941, "Al tañido del Cencerro" de 
							1943, "Tradiciones Argentinas” de 1944, "Jineteadas 
							y Domadas" de 1945 y "Doma de Potros" de 1953, entre 
							otros. Murió en la ciudad que lo vio nacer el 28 de 
							agosto de 1966, a los 85 años.
							
							Fuente: Folkloreadas 178-