Quien se haya embelesado con la imponencia de los
cerros juje�os, en un inti acu�ado en el oro, la
plata y la piedra, sus infinitos salares, en cada
mirada de sus llamas, con el viento norte bailando
en arenales, habr� comprendido la intensa relaci�n
de sus pobladores con los ritos ancestrales de la
Pachamama. Y tambi�n comprender� el canto de Jos�
Sim�n. Porque Humahuaca palpita en su mensaje. Viene
de una tierra donde los cardones entretejen el
silencio en los roquedales, donde a las angostas
calles empedradas las custodian los faroles
coloniales, donde las plegarias dejadas en la
procesi�n de la Virgen de la Candelaria se unen en
las apachetas, donde el albahaca se adue�a del aire
en carnaval invitando a su desentierro, mientras la
chicha tuntunea en las vasijas. Hace unos d�as
present� su segundo disco �Engualichao� en Capital
Federal y Humahuaca. Aprovechamos el momento para
charlar con �l.
-Yo arranco desde chiquito porque en mi casa
cantaba mi mam�, mis hermanas�siempre hab�a una
guitarra de por medio, pero sub� por primera vez al
escenario a los 12 a�os gracias a mi maestro de
m�sica Daniel Palacio. Un d�a en la escuela descubr�
el coro cantando �Quiero volver a Jujuy�, como la
sab�a, decid� intervenir. Al escucharme el maestro
par� el ensayo para que cante solo. Entonces
descubr� que pod�a hacerlo entonadamente. As� que
acompa�ado por el coro o formando parte de �l
empec� a actuar en diferentes escenarios como el
Tantanakuy infantil llevado de su mano. Cuando me
cambi� la voz me apart� un poco porque ya no me
encontraba c�modo con los sonidos naturales que me
brindaba el cuerpo. Reci�n a los 22 a�os volv� por
intermedio de la profesora de lengua y literatura
Elena G�mez, de Humahuaca. Ella me invita a
participar de una de sus obras de teatro, donde
deb�a tocar la guitarra y cantar, ese era mi papel.
Yo acept� sin pensarlo demasiado. Eso fue lo que me
ha marcado la vuelta a los escenarios. Despu�s me
fui a San Salvador, donde form� parte de algunos
grupos. Entonces decido tomar el camino de la
m�sica como forma de vida. En el �98 participo del
certamen de Pre-Cosqu�n, lo gano y eso me ha
permitido rozarme con artistas folkl�ricos de otras
provincias. �Fue incre�ble! En el 2004 me decid� a
venir a Buenos Aires.
-�Es dif�cil hacer difusi�n de tu m�sica desde
Humahuaca?
-S�, es muy complicado, a pesar de toda la
tecnolog�a uno est� muy lejos para conectarse con
los medios de difusi�n nacionales. Mi ciudad es
como si se hubiera dormido en el tiempo, desde la
estructura de la ciudad hasta su forma de vida. A
pesar de ser una provincia con importantes ra�ces
dentro de la m�sica folkl�rica, cuenta con pocos
lugares de difusi�n o espect�culos en vivo. Por eso
decid� hace tres a�os mudarme a Buenos Aires.
Aunque es dif�cil permanecer, estoy muy contento de
que a pesar del corto tiempo he podido plasmar dos
trabajos discogr�ficos.
-�Ten�as amigos viviendo en Capital Federal?
-Algunos, pero el destino hizo que yendo a La Plata
a visitar a unos amigos, conociera a Lu�s
Salamanca, con quien hicimos una hermosa amistad.
El me invita a trabajar de manera estable en su
pe�a. Lo que me permite grabar en apenas 7 meses mi
primer disco �Bastonera de Humahuaca� acompa�ado por
los Duendes de la salamanca, el excelente grupo
juje�o.

Bastonera de Humahuaca
-�Que te decidi� dedicarte a cantar folklore?
-Tener un padre que se ha dedicado al arte que nos
ha demostrado que del arte se puede vivir. Cri� 7
hijos con lo que daban sus manos. Eso fue
important�simo para mi formaci�n, el menor y �nico
var�n�O por lo menos vale la pena intentarlo. Mi
mam� y mis hermanas tambi�n han incentivado este
sue�o desde siempre. Tengo con toda mi familia una
relaci�n muy intensa, somos muy afectivos.
-Contanos de tu padre
-Mi padre llega en el a�o �52 a la Argentina desde
Espa�a. Hab�a nacido en Alicante y criado en
Barcelona. Viene recibido de la Real Academia de
Bellas Artes a trabajar como ebanista de muebles en
Jujuy. Al poco tiempo conoce a mi mam�, se casan y
van a pasar la luna de miel en Humahuaca. Cuando
conoce la Quebrada, queda engualichado con el lugar
y no sale m�s de all�.
Vivi� en Purmamarca, Maimar�, Tilcara, La Quiaca,
Humahuaca. Solo cambi� la madera por la arcilla,
dedic�ndose al modelado.
-En la tapa del disco �Bastonera de Huamahuaca�
incluiste sus trabajos.
-S�, esa estatuilla forma parte del pesebre de la
provincia de Jujuy que se encuentra expuesto en la
casa de gobierno para el mes de diciembre. Es una
versi�n del pesebre coya, cuenta con 42 piezas de un
formato de aproximadamente 45 cent�metros. En este
segundo disco inclu� una carbonilla muy bien lograda
en la grafica interior. Para dibujar el mismo las
preparaba aprovechando la misma cocci�n con ramas de
sauces o churqui, seg�n los trazos que necesitara.
Fue un fan�tico de Jujuy, adopt� plenamente su
cultura. Nunca ha sido paisaj�stico, le gustaba
hacer rostros, era un estudioso de las cabezas, los
rasgos predominantes de cada agrupaci�n
aborigen de la provincia. Ese amor lo llev� a
fotografiar gran parte de la Quebrada y la Puna, sus
fiestas populares, sus iglesias, sus personajes.
Todo lo dej� plasmado en una colecci�n que tenemos
en casa de 8.000 diapositivas, con las que tengo
pensado hacer un espect�culo integral en Buenos
Aires al igual que lo hecho en Jujuy.
-�Cantaba tu madre?
-Ella siempre cant� con caja, mejor dicho con la
guitarra dada vuelta a modo de caja. Por eso yo he
grabado una versi�n de la Vidala para mi sombra como
se la he escuchado a ella, acostumbraba a cantarnos
esa vidala as�. En este segundo disco la he invitado
a grabar �La serenata quichua� porque desde que
tengo noci�n la he escuchado cantar desde que se
levantaba a la ma�ana temprano, todos sus quehaceres
los hac�a cantando, as� que a el tema grabado lo he
escuchado tantas veces que necesitaba plasmarlo en
el disco con su voz.
- Tambi�n participan tus hermanas.
-S�, ellas tambi�n cantan desde hace largo tiempo.
Cuando Jaime Torres las convoca a Voces de la
Quebrada para el encuentro de coros de m�sica
lit�rgica en Israel junto Fortunato Ramos, las
hermanas Cari, la negra Caba�a, Jorge Calvetti, Coya
Mercado, Churqui Choquevilca, formaron una embajada
de mucho valor art�stico. Siguen vinculadas a los
escenarios, y cada vez que yo voy hago todo lo
posible por que as� sea. Solo les falta dejar
testimonio en un trabajo discogr�fico propio, ya que
siempre lo han hecho como invitadas.
-�Quien era �La bastonera de Humahuaca�?

-Se llamaba Dolores Medrano y en la vida art�stica
era �la Liberata�, su rol era el personaje de una
campesina. Sub�a a los escenarios para hacer
relatos costumbristas humor�sticos, cantaba coplas
con caja, describ�a diferentes acontecimientos
dentro de la vida de una coya en la Quebrada.
Gracias a ella existe el Festival de la Chicha y la
copla y los jueves de comadres. Ella los invent� y
los ha hecho permanecer desde mediados de los a�os
`60. Fue madrina art�stica de las hermanas Cari y
bastonera de una de las comparsas m�s tradicionales
de Humahuaca que data del 1900 llamada actualmente
�La comparsa de los cholos�, antes se la conoc�a
como �Regimiento 44 Pancho Villa�.
-�Porque se llamaba as�?
-En honor a los hechos de emancipaci�n que hab�an
sucedido en M�xico deciden ponerle este nombre, y
tambi�n ficticiamente los cargos militares capit�n,
sargento, los soldados rasos eran los encargados de
armar toda la fiesta y la bastonera quien llevaba la
batuta para que todo el mundo se divirtiera. Ella
era la encargada de azuzar con una rama de espinilla
a quien no bailara. Tambi�n si hab�a alg�n picha-picha,
de los que nunca faltan los fusileros eran los
encargados de fusilarlos. Esto consist�a en darle
muchos vasitos con diferentes tragos, a los que
deb�a hacer el fondo blanco. Despu�s de eso no
pod�a pararse. Costumbres que le eran habituales ver
a la bastonera, no solamente en carnaval sino
tambi�n de su vida, aunque le faltaba una v�rtebra
del cuello no ha dejado un momento de lado la
alegr�a, empleando toda su energ�a para estos
encuentros.
Homenaje al maestro
-�Has compartido escenario con Ricardo Vilca?
- S�, much�simas veces. Su muerte nos ha provocado
uno de los momentos m�s duros. Los juje�os hemos
padecido la p�rdida de dos personas muy talentosas
para nuestro folklore. Uno ha sido el gordo Barrojo
en diciembre del a�o pasado, autor de Camino hacia
la Puna y otros tantos, y Ricardo Vilca. Sab�a de su
salud quebrantada por mensajes intercambiados con
mis hermanas,
Chato Gonz�lez o M�nica Pantoja, desde el s�bado
anterior estaba en coma farmacol�gico y aunque la
expectativa era m�nima, manten�amos la llamita de la
esperanza. Un maestro querido y respetado, muy
humilde. El recuerdo m�s fresco es haberlo
encontrado a media cuadra de su casa, montado en su
bicicleta. Nos paramos a charlar, a hacernos bromas
un momento para despu�s seguir cada uno su camino.
Hemos compartido un mont�n de encuentros de
instrumentistas, he tocado en su casa un mont�n de
veces. No he grabado nunca ninguna de sus
canciones, pero si se las he cantado. Yo considero
que su m�sica ser� reconocida dentro de unos a�os,
al igual que se ha hecho con Pi�osla. Perteneci� a
ese estilo de m�sicos que dejan marcada una �poca
con un sello inigualable. Su creaci�n no tiene
comparaciones. He tenido la suerte de escuchar los
primeros recitales con sus amigos, cuando los hac�an
en La cacharpaya de Humahuaca. Nunca perdi� su
humildad. Le daba lo mismo tocar con la casa llena o
para 3 personas. Te contaba todo con la misma
simpleza de siempre. Su m�sica es una forma de
seguir compartiendo la tierra que amamos.
Justiniano Torres Aparicio
-Contanos de tu admiraci�n por don Justiniano Torres
Aparicio
-Desde mi punto de vista, el ha sido un s�mbolo muy
fuerte para el folklore juje�o, especialmente para
su amada Huamahuaca. Nos ha dejado un legado muy
rico no solo en lo musical como autor o compositor.
Multifac�tico ejecutaba guitarra, piano, mandol�n,
charango, quena, bandone�n, hizo recopilaciones,
tambi�n fue arque�logo y m�dico. Como director del
Hospital Belgrano, logr� durante su gesti�n que sea
cabecera de Quebrada y Puna� hasta contaba con
quir�fano. Hoy es solo una sala de primeros
auxilios. Se ha dedicado en sus momentos de
esparcimientos a recorrer los cerros. Donde ha
hecho muchos hallazgos arqueol�gicos como Inca
Cueva, uno de los circuitos m�s visitado,
�nico tambo existente en la actualidad. Estos tambos
escalonados a una distancia aproximada de 50 Km. uno
del otro, a lo largo del Camino del Inca est� cerca
de Humahuaca, en la Quebrada de Chul�n, tal vez el
m�s valioso exponente del arte rupestre prehisp�nico
de la regi�n. En la actualidad se puede ver una
gruta, donde casi la totalidad de sus paredes y
techos est�n cubiertos de pictograf�as en los
colores blancos, rojo y negro, formando figu�ras
geom�tricas y animales diversos, entre los que
predominan las llamas.
Aunque fallecido en 1992, en su casa sigue
funcionando el museo que lleva su nombre donde
est�n expuestas piezas valios�simos para nuestra
cultura. En cuanto su trabajo como autor ha dejado
obras impecables como �La vi por vez primera�,
�Pa�uelito blanco�, �Por la Quebrada�,�Virgen de
Punta Corral�,�Bastonera de Humahuaca en el primer
disco y �Total�Qu�. Canci�n que me provoca una
gran emoci�n al cantarla. Como buen humahuaque�o s�
que a los 55 o 60 a�os, el pueblo me va a echar por
razones de salud, como lo hizo con Don Aparicio,
quien tuvo que bajar a Libertador o a Perico. Esa
marginaci�n te hiere el alma y el ha sabido
describir como nadie ese dolor.
Engualichao
-Tu segundo disco lleva por t�tulo �Engualichao�,
y a juzgar por los t�tulos de los temas, Jujuy es
el culpable.
- Sin dudarlo. �Engualichao� es un bailecito de mi
autor�a. El disco toma su nombre por tratar de
darle una unidad a toda la m�sica que contiene:
�Tacita de plata�, �Serenata Quichua�, �Quiero
volver a Jujuy�, �La caraque�a�, �Palomita Blanca�,
�El salinero� �Vidala por vos� son algunas de las
canciones elegidas. Me acompa�an Ram�n C�rdoba en
guitarra, charangos y quenas, Marcelo Pilotto en
piano y acorde�n, Eliseo Alvarez Prado en charango,
Alejandro Salamanca bater�a y percusi�n, Cecilia
Cedio charango y Daniel Tejeda en percusi�n.
-�Que te decidi� a tener 7 m�sicos invitados?
-El camino de la m�sica va entrelazando sensaciones
y nos brinda la posibilidad de compartir canciones
como quien comparte el pan, por eso N�stor Garnica
en violines acompa��ndome en �La caraque�a�, el
acorde�n de Natalio Sturla en �El salinero�,
Fernando Chalup en bajo, Los vientos de Juan Pablo
Alvarez, mis hermanas Isabel y Ang�lica Sim�n y mi
viejita Hebe Fascio
-Daniel Vedia, un virtuoso del bandone�n, es
otro de tus invitados. �D�nde lo conociste?
.Desde hace mucho tiempo como m�sico, pero hace
apenas un a�o que entablamos amistad.
Cuando estaba armando el segundo disco con Ram�n,
el director musical pensamos que Tacita de plata,
necesitaba un bandone�n, no cualquiera. Vedia era
�el bandone�n�, ten�a que ser � ser Buenos Aires tan
inmensa, tan cosmopolita me ofreci� la oportunidad
de encontr�rmelo en una de sus calles, charlamos, lo
invit� a grabar y acept�. Al notar que ten�amos
varias cosas en com�n decidimos presentarnos en el
Teatro York de Olivos en un ida y vuelta. Solo
coordinamos m�s o menos algunas ideas y lo hicimos
con �xito. La idea es repetirlo para fin de a�o.
-Hay dos temas de tu autor�a.
S�, dos bailecitos, �El duendecito� dedicado a mi
hija que ya lleva 7 a�os esperando y �Engualichao�,
que compuse hace tres a�os. Quiz�s me incentive
mostrar alguna de mis composiciones. Pero yo me
considero solo int�rprete. Necesito que las obras
elegidas me toquen la fibra m�s �ntima, las llegue a
sentir como m�as para poder interpretarlas. Llevan
un tiempo de maduraci�n, para encontrarles la
versi�n. La autor�a es una eventualidad que se ha
presentado pero no especulo que el pr�ximo disco
tenga temas m�os. Yo creo que hay autores grandiosos
de nuestro folklore que no pierden vigencia. Son
obras magistrales. Solo hay que hacerlas y
revalorizarlas. En este disco la idea es agregar a
lo in�dito, lo cl�sico que no esta difundido en este
momento. Adem�s de una diversidad de ritmos: zamba,
bailecitos, taquiraris, huayno, cueca boliviana,
carnavalito y vidala.
-Como en el disco anterior grabaste una excelente
versi�n de vidala.
-Es que las vidalas me trasmiten profundidad, es la
palabra para adentro, desde el dolor intenso, desde
la soledad. Me gusta cantarlas respetando sus
silencios. En el caso de Vidala para mi sombra del
primer disco quise grabar la versi�n que escuch�
toda la vida a mi mam�, con la guitarra dada vuelta
haciendo de caja. Adem�s hac�a apenas tres meses que
hab�a muerto mi pap�. Entonces ha sido m�s fuerte
cantarla porque sent� que su sombra me acompa�aba
todo el tiempo. Es una versi�n larguisima, lo mismo
pas� con �Vidala por vos� de Chicho D�cima un poeta
tucumano de 6:23 minutos.
-�Es dif�cil cantar como juje�o sin tener el
estereotipo de la raza?
-A veces s�. El p�blico espera otro aspecto. En mi
caso tengo la descendencia materna de coya mezclado
con ingleses y espa�oles. Pap� era espa�ol puro y
de esa turbulencia es mi sangre. Pero soy coya en mi
forma de vivir, en mis concepciones, creo y practico
su cultura. He tenido la suerte de criarme y
malcriarme en Humahuaca. Y ahora que vivo lejos
sigo en ella a trav�s de la m�sica. Me gusta
sentarme en los andenes de Coctaca o en la punta de
la Pe�a blanca y sentir el viento pegarme en la cara
ante un precipicio inmenso a mis pies. Extra�o
much�simo las tardes a eso de las 17 horas, cuando
empieza a correr el viento norte, y las ventanas de
la casa empiezan a golpearse. �Pucha! Ya me han dado
ganas de irme a Huamahuaca.